lunes, noviembre 29, 2010

El milagro catalán

Milagro, sí, milagro. Ha habido un milagro en estas elecciones catalanas. Creo que es la primera vez, o al menos la primera desde que le prestó una sosegada atención a los procesos democráticos, que hay partidos derrotados en unos comicios. Empezaba a ser una costumbre eso de que después del veredicto de las urnas todos encontraran motivos de satisfacción, y hay que reconocer que eso suena a farsa de las malas. En Cataluña ha ganado CiU. Punto. Ha perdido el PSC. Punto. Ha perdido Esquerra. Punto. Y de los demás podemos hablar mucho. Pero hay un ganador claro y hay varios perdedores. Aleluya. Los milagros son posibles, incluso en política. Incluso en Cataluña, porque tengo que reconocer que la participación ha sido mucho más alta de lo que esperaba, teniendo en cuenta la pobrísima cobertura informativa de la campaña. Yo pensaba que la tontería, el chascarrillo y la anécdota desanimarían a unos votantes que probablemente sabían poco o nada de programas, políticas y promesas. Milagro aquí también.

Otro milagro. Montilla dimite de todo. Asume la responsabilidad de la derrota. Sí, sí, va en serio. Una debacle electoral se lleva por delante al todavía presidente de la Generalitat, entierra su mando en Cataluña y también en el partido. No le deja ni las migajas de un escaño. Esto es un milagro y de los gordos. Pero milagro minimizado, al fin y al cabo, porque algunos, erre que erre, ahí seguirán. Como Joan Puigcerós. ¿Que ERC lleva un descenso imparable? Él promete seguir y haciendo la misma política. Y también, y esto es más importante, porque el próximo presidente de la Generalitat, Artur Mas, llevaba ocho años intentando serlo y ya había perdido dos elecciones. La regla parece sencilla y Mariano Rajoy, si no cambian mucho las cosas, será el próximo dirigente político en cumplirla: la política es una carrera de fondo en la que cuanto menos asomes la cabeza, mejor. Pásate ocho años sin hacer gran cosa, y el simple desgaste del contrario te dejará en bandeja (de plata como mínimo) tu objetivo electoral. ¿Para qué tener ideas si las ideas del contrario ya cavarán su tumba? Entre tanto milagro, eso me parece preocupante.

Y ahora vamos con las dos preguntas del millón. La primera: ¿es culpa de Zapatero el desplome del PSC? Es curioso, pero responden que sí mayoritariamente los que más difunden que el PSC quiere ser independiente del PSOE. Cosas de la vida. Echémosle la culpa a Zapatero. Una cosa más tampoco le va a importar. Yo no sé qué decir, me resulta imposible saber la causa del voto de castigo a Montilla y los suyos porque no vivo en Cataluña. Y la segunda: ¿ha ganado el PP? En Génova están muy felices. El partido ha logrado cuatro escaños más que hace cuatro años, setenta mil votos más y, por tanto, alcanza el mejor resultado de su historia. Pero no dejo de preguntarme si el hecho de que haya hoy más nacionalismo en el Parlamento catalán es culpa precisamente del PP y de la actitud demostrada desde hace tanto tiempo. Ha cerrado sus filas, sí, llegando a su techo. Pero no me quito de la cabeza la idea de que su política es la que ha extremado las posiciones políticas de los nuevos parlamentarios, entre los que se encuentran Joan Laporta y tres miembros más de su partido. Sí, han provocado que los socialistas pierdan mucho terreno con sus ataques a la yugular, pero ¿están contentos con el peaje que han pagado? Veremos.

lunes, noviembre 22, 2010

Premio blogero en forma de flor

Otro de estos premios blogeros que sirven para difundir rinconcitos como el mío ha llegado hasta mí. En realidad, el reconocimiento ha sido para La Sala de Cine, pero por ser un sitio más especializado me hago eco por aquí. La persona responsable de que ahora esté escribiendo estas líneas, quien me ha otorgado el premio, es Key, de Zapato a la cabeza. Dice que lo hace para que le demos su merecida propaganda, así que cumplo con la petición muy gustosamente. Si además de decir que me hace caso en esto del cine, encima me manda una flor, como caballero tradicional que es uno, acepto encantado la obligación de dar las gracias, de responder con más flores o incluso con una invitación a un café o una cena (que digo yo que habrá que comprobar si es cierto eso que dice de tener imán para los camareros bordes). No dejéis de pasaros por su blog, que seguro que os ofrece un rato tremendamente agradable y divertido.

Las normas del blog, esas que nunca obligan en realidad pero que al final comprometen moralmente, dicen que tengo que pasar esta flor a nada menos que doce blogs. Y como decía que en el fondo (o en la superficie, ya no sé) soy un caballero de lo más tradicional, me vais a permitir los lectores que pueda tener que me acuerde en esta ocasión sólo de damas. Que es más propio eso de regalarle una flor a una mujer y uno no tiene tantas oportunidades de hacerlo, vaya... Estas son las doce elegidas, según el orden alfabético que dictan sus nombres:

· Arual, de El espacio de Arual. Desde hace un tiempo manda su pequeñajo en todo y, como buena madre orgullosa, cuenta muchas cosas de él, pero yo llegué hasta este espacio por su pasión por el cine y por las series.

· Beatriz, de No soy Patricia Conde. Una sorpresa diaria. Es imposible saber qué tiene en la cabeza esta terriblemente imaginativa blogera y por dónde va a salir en cada entrada. Verdaderamente imposible. Y por eso es tan entretenido.

· Claire, de El espacio de Claire. La de temas de los que se puede hablar con la excusa de una pequeña anécdota de la vida de cualquiera de nosotros. Ella las saca, las expone, las argumenta y las debate. Y así da gusto.

· Jo Grass, de Cariño, ¡se te ha pasado el arroz!. Sus relatos y las fotografías con las que los ilustra me tienen ganado desde hace tiempo. Desde que nos cuenta las peripecias en Nueva York de un dibujante de cómics, más todavía.

· Leyre, de Voleteando. Hace ya un tiempo que tristemente dejó la blogsfera sin fecha de retorno. Que la flor sirva como muestra de las muchas ganas que tengo de volver a leer algo nuevo en su rincón.

· Lola, de Bohème. Es vitalidad en estado puro, así que ni se os ocurra pedirle el DNI. Dice que anda algo escasa de inspiración, así que a ver si esta flor le ayuda a arrancarse de nuevo con tantas cosas interesantes que tiene que contar.

· Manuela, de Manuela's Secret. La de cosas que tiene que contar. Da igual que sean historias de ficción, relatos de la crisis, mezclas de mundos cinematográficos y reales o cuentos para no dormir de la realidad actual. Y todas son interesantes.

· María, de De todo un poco. Todavía ando pendiente de que ese bien escaso llamado tiempo le permita abrir un blog de cine, pero de momento me conformo con sus interesantes críticas literarias.

· Raquel, de Raquel busca su sitio. Publique lo que publique en su blog, me tiene fascinado con su mirada personal al mundo. Sean letras o sean imágenes, ambas tienen muchísimas cosas detrás. Sobre todo sentimiento.

· Simone, de Ni Prada ni Manhattan. Hace algún tiempo que nos tiene abandonados, pero sabe de sobra que me encantaba leer sus historias y sus reflexiones. A ver si, con suerte, lee esto y vuelve al mundo blogero.

· Sonix, de Sonia Unleashed. Sus trabajadas traducciones, sus excursiones con fotografías, sus críticas de películas, sus peripecias reales de película y sus noticias varias valen su peso en oro. Hasta las fotos periódicas de su gato (por si no os gustan los gatos) permiten pasar un buen rato.

· Van, de Cosas que no puedo contarte. Hay mucha vida en este blog detrás de palabras a veces demasiado amargas para lo que seguro le gustaría. Y es que la vida suele ser así. Triste o alegre, me gusta leer lo que cuenta y el buen rollo que contagia hasta desde su cabecera.

Como de costumbre, no hace falta que ninguna se sienta en la obligación de continuar la cadena. Basta con que sepaís que lo que os leo bien vale una flor.

jueves, noviembre 18, 2010

"Escribir es meterse en problemas"

Me pasaba con el caso de Salvador Sostres lo mismo que con el de Sánchez Dragó. No quería entrar en él. Porque, claro, si entro tengo que confesar la repugnancia que me produjo escuchar sus ya famosísimas afirmaciones sobre sus preferencias sexuales (y los motivos que argumenta) o sus opiniones sobre la procedencia de algunos espectadores marroquíes. Repugnancia, asco y aversión. Eso es lo que siento. Ni más ni menos. Lo mismo que con la fanfarronería de Sánchez Dragó de lo bien que se puede pasar con niñas de trece o catorce años. No sé qué les ha dado ahora a los tertulianos por confesar lo que les gustan o no las menores de edad en materia sexual. La verdad es que por ese lado no creo que pueda haber ninguna discusión. Si a una persona le da asco que alguien alardee de correrías sexuales con niñas, le da asco y punto. Por muy legal que sea. Digo yo que quienes pensamos así todavía tenemos el derecho de decirlo y como se trata de una cuestión de pensamiento personal e intrasferible, no le veo por ahí ningún elemento de polémica que no sea interesado.

Lo que sí me llama la atención, y mucho, es que estas afirmaciones encuentran defensas cuanto menos curiosas. La mayoría de quienes se han alineado en defender a Sortres se amparan en que lo dicho era una conversación privada. Y me parece una más que curiosa manera de distraer la atención y desviar el debate. En realidad, es otra discusión que nada tiene que ver con la anterior, por mucho que se quiera mezclar. De lo que se trata, en primer lugar, o al menos eso es lo que a mí me interesaría en un caso como éste, sea de izquierdas o derechas el autor de las palabras, es discernir lo que dicen de él esas palabras en la doble faceta de ser humano y de comunicador. Eso me parece esencial. Yo, personalmente, no creo que quien sostenga afirmaciones así en conversaciones privadas sea poseedor de mucho crédito para hablar en público, mucho menos en un medio de comunicación. Y es que se olvida con mucha frecuencia que una de las funciones de los medios es educar. Si a alguien le parece una argumentación educativa, que lo diga. Ya sé que no era un guión preparado para emitirse. Ya. ¿Opinar una barbaridad en privado no te convierte igualmente en un bárbaro? Pues eso.

La más imaginativa en estas lides de defender a sus protegidos (por aquello de que es tertuliano en Telemadrid), como casi siempre, ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. "Estaría muerta si reproducen cualquier conversación privada mía", ha dicho. Me entra la vena ingenua de nuevo, esa que me hace pasar del mundo real al mundo ideal, y afirmo que lo que ha dicho Esperanza Aguirre me preocupa aún más que lo dicho por Salvador Sostres. Resulta que quien tiene que representarme admite tan implícita como abiertamente que sus conversaciones privadas rozan lo peligroso, se mueven en áreas éticas complejas. Que sus declaraciones públicas son un maquillaje de lo que piensa. Evidentemente, todo esto no lo ha dicho Esperanza Aguirre, porque si no "estaría muerta". Es una interpretación que hago yo de sus palabras. Pero es una interpretación que me parece inevitable cuando a nadie de entre los defensores de Sostres le he oído un mínimo reproche al autor de las palabras de la polémica. Importa más defender a uno de los nuestros que fijar una posición clara sobre unas palabras que han generado malestar en muchas personas, independientemente de quién las haya pronunciado.

El propio Sostres ya se ha defendido en su blog de El Mundo. Titula al artículo en cuestión La vida de los otros, imagino que en una referencia de la que sólo voy a decir que no comparto las sensaciones de quienes en España, de una u otra manera, se sienten ciudadanos de un estado represor de todo tipo de libertades. Demasiada gente se llena la boca utilizando términos de épocas pasadas. No sólo exageran su situación personal para conseguir no sé muy bien qué, sino que desprestigian la lucha y el sufrimiento contra regímenes dictatoriales que estaban vigentes hasta hace no tantos años. A lo que iba, la defensa de Sostres. Él censura la filtración del vídeo y defiende la privacidad de las conversaciones no públicas, ataca al Comité de Empresa de Telemadrid y acusa a alguien vinculado al mismo de haber perpetrado dicha filtración. "El mismo vídeo con el que pretenden atacarme les ataca a ellos mayormente, y desmiente cualquier indicio de integridad profesional y de decencia personal en quienes lo hicieron. Los medios que lo han difundido han actuado en este caso, como en tantos otros, como el brazo armado de la peor indecencia y han dejado claro el tipo de periodismo que practican y lo que cabe esperar de ellos", añade.

Otra vez me parece mezclar las cosas. Estoy de acuerdo en que filtrar vídeos es una práctica nefasta para la credibilidad de los medios. Estoy más que de acuerdo es que la filtración es interesada y busca arremeter contra él por sus opiniones políticas. Estoy de acuerdo en que Telemadrid es una zona de guerra (profesional, se entiende), en el que las balas vuelan sobre las cabezas de todo el que pase por allí. En lo que no estoy de acuerdo en es la distinción de unos medios y otros, de un Comité de Empresa o de otros supuestamente rectos trabajadores. No, la cosa no es así. El problema es que nos hemos enfangado ya tanto que ni siquiera somos capaces de diferenciar. Cuando surge un vídeo comprometido que afecta a alguien de izquierda, los medios y periodistas de derechas disfrutan al menos con la misma intensidad que cuando el caso es al revés. Y si no, recordemos el día de gloria con el que disfrutaron algunos cuando surgió aquel vídeo del Gran Wyoming censurando de malas formas a una becaria de su programa en La Sexta. Aquel vídeo, para quien no lo recuerde, era precisamente una trampa fingida con guión de por medio para hacer picar a quienes efectivamente picaron.

Sólo que aquí no hay trampa. Lo que dijo Sostres es su opinión. En una conversación, como dice él mismo, "jocosa y privada", pero su opinión. Y tan libres son las opiniones de ser emitidas como las valoraciones sobre esas opiniones. Más preocupante es que se emita una opinión así en público, eso esta claro. Pero si tanto preocupa ahora la privacidad de las conversaciones, apliquémoslo a todo lo que se diga, no sólo a lo que nos interesa. Porque digo yo que aquella conversación privada en la que Zapatero, antes de ser presidente del Gobierno, mostraba sus dudas sobre sus conocimientos económicos, los que Jordi Sevilla quería enseñarle "en dos tardes", también formarían parte de la privacidad. O cuando Bono calificó a Tony Blair de "gilipollas". Y de aquello se habló largo y tendido en su momento. Si hay privacidad, que sea para todos. Si hay que denunciar caza de brujas, que sea para todos. Si no, se acabó la credibilidad y la legitimidad para pedir ciertas cosas.

Por lo que no paso es porque me diga que no había visto que en el público había menores. "Ja, ja, chicas perdonad", se oye en el vídeo que dice cuando Isabel San Sebastián le comunica que hay niñas delante, pero todavía insiste en explicar su argumentación, aún después de que le dijeran que entre el público había menores. Y siguió con ella después. "Estás enfermo", le repitió una y otra vez San Sebastián. Y será privadamente enfermo, pero enfermo de todas maneras. Digo yo. Encabeza Salvador Sortres su blog en El Mundo con la frase "escribir es meterse en problemas", y en este caso podríamos sustituir el "escribir" por un "hablar". No comparto la afirmación, y menos cuando la hace un periodista. Mi visión ideal del periodismo es justo la contraria, escribir tendría que contrinuir a solucionar los problemas. Es obvio que eso te puede generar problemas con el poderoso, pero todo depende del punto de vista. Y, evidentemente, cualquiera se puede meter en problemas aún sin quererlo, sin buscarlo e incluso sin merecerlo. Pero otras muchas veces uno se mete en problemas si su personalidad, sus ideas y su trabajo le llevan a ello.

martes, noviembre 16, 2010

Entrevistando a Juan José Ryp

Tengo debilidad por el cómic y tengo debilidad por el periodismo. Por eso, juntar ambas siempre desemboca en algo fascinante. No tiene uno todos los días la oportunidad de entrevistar a un tipo que ahora trabaja para Marvel, y es que no hace mucho tiempo que un dibujante español trabajara para una de las dos grandes compañías americanas de cómic era poco menos que una utopía. Pero hoy hay varios, y Juan José Ryp es uno de ellos. Conocí su trabajo casi por casualidad, ojeando en la biblioteca un volumen de Black Summer. Me lo llevé a casa por su culpa. Me impresionó su dibujo. Busqué su nombre en Internet y me encontré con su blog. Me lo guardé en favoritos, pensando aquello de "cuando tenga tiempo, igual le escribo para pedirle una entrevista". Poco después me llega un correo de la editorial Dibbuks, anunciando que va a estar en una librería especializada de Madrid firmando ejemplares de su último trabajo publicado en España, Nancy in Hell. Hablo con el responsable de la editorial para pactar los detalles, uno de esos tipos que saben de qué va el negocio y colabora gustosamente contigo, y allí que me planto.

Disfruto durante casi dos horas de verle dibujar para la decena de aficionados que se congregaron allí. Dibujando y contando confidencias del mundo del cómic, de esas que a quienes devoramos viñetas nos gustan, por pequeñas e insignificantes que le puedan parecer a quienes no gustan de este mundillo. Como el tiempo se nos viene encima (ya se sabe, pasa volando cuando se está disfrutando), mientras termina los dos últimos dibujos que le quedan antes de dar por finalizada la sesión le hago esa pequeña entrevista que teníamos pactada. La alternativa era hacérsela en el coche camino de la estación de Atocha, así que... Y la entrevista sale bien gracias a su protagonista. Otros quizá hubieran solventado el trámite dándome lugares comunes y las habituales palabras de cortesía. Él no, él me dijo cosas muy interesantes, y se le vio hasta apurado por no poder dedicarme tiempo en condiciones para hacer la entrevista. Y es que le estaba esperando el tren para volver a casa desde un Madrid diluviando y con el habitual caos de tráfico. Yo terminé satisfecho con el resultado, pues creo que sirve para conocer un poquito más al profesional que hay detrás de los dibujos y también el mundo al que se dedica.

La entrevista la podéis leer aquí. Y la reseña de la entretenidísima Nancy in Hell, aquí. Si os atraé el cómic, por poco que sea, no dejéis de interesaros por él, porque es un dibujante espectacular y prometedor, además de un tipo muy agradable.

Me hubiera gustado pedirle también un dibujo, pero el escaso tiempo disponible lo impidió. Eso sí, esta espectacular lámina que tiene Juan José Ryp en su mesa ya está en mi colección firmada por el autor.

martes, noviembre 09, 2010

Dos presidentes, una hipocresía

A veces la casualidad nos brinda debates que nadie quiere acometer. Felipe González, con sus confesiones en El País del pasado domingo, y George W. Bush, con su libro de memorias y las entrevistas que ha concedido para promocionarlo, nos han brindado uno apasionante. ¿Hay alguna frontera en la lucha contra el terrorismo? Ese y no otro es el debate. No, no es así. Tendría que ser ese el debate, pero nos gusta más la anécdota y la estéril trifulca política. Ese debate, el de fondo, no lo quiere afrontar nadie en este mundo de buenos y malos en el que a todos nos quieren obligar a tomar partido por uno de los bandos, incluso cuando ambos bandos son de los buenos. Por eso, el debate que hay es una pura hipocresía. Tres días lleva el PP removiendo el tema de los GAL. El 11-M es un pasado juzgado por las urnas y no se puede hablar de él, según nos dicen habitualmente los jerarcas de Génova. Lo mismo pasa con el Prestige, el Yak-42, Gescartera y cualquier otra cosa que les afecte. Gurtel no es pasado, es simplemente una invención socialista. Irak también es pasado, por lo visto. Y de eso tampoco se puede hablar.

"Tuve una sola oportunidad en mi vida de dar una orden para liquidar a toda la cúpula de ETA. (...) Nuestra gente había detectado, no digo quiénes, el lugar y el día de una reunión de la cúpula de ETA en el sur de Francia. (...) La posibilidad que teníamos de deternerles era cero, estaban fuera denuestro territorio. Y la posibilidad de que la operación la hiciera Francia en aquel momento era muy escasa. (...) En aquel momento sólo cabía la posibilidad de volarlos a todos juntos en la casa en la que se iban a reunir. (...) La decisión es sí o no. Lo simplifico, dije: no. Y añado a esto: todavía no sé si hice lo correcto. (...) Una de las cosas que me torturó durante las 24 horas siguientes fue cuántos asesinatos de personas inocentes podría haber ahorrado en los próximos cuatro o cinco años. Esa es la literatura. El resultado es que dije no". Esto es lo que dijo Felipe González.

"Tres personas fueron sometidas al suplicio de la bañera y creo que esa decisión salvó vidas". "Sus interrogatorios ayudaron a frustrar complots para atacar instalaciones diplomáticas estadounidenses en el extranjero, el aeropuerto de Heathrow y Canary Wharf y múltiples objetivos en Estados Unidos". "La asfixia inducida salva vidas". "No hay duda de que el procedimiento era duro, pero expertos médicos aseguraron a la CIA que no producía daños permanentes". "Sabía que un programa de interrogación así de sensible y controverdito algún día se haría público. Cuando así fue, fuimos receptivos sobre las críticas de que América había comprometido sus valores morales. Hubiese preferido obtener la información de otra manera. Pero la elección entre seguridad y valores era real". "(Atacar Irak) no fue un error". Eso es lo que dice George W. Bush, en su libro y en varias entrevistas e intervenciones públicas.

En este país nos encanta tergiversarlo todo. Sólo así se puede explicar que lo algunos dirigentes del PP hayan interpretado de las palabras de Felipe González que él mismo se ha colocado en la X de los GAL. Es curiosísimo, porque él dice justo lo contrario. Lo que él dice es que no ordenó atentar contra la cúpula de ETA, y además en un periodo de tiempo alejado de los crímenes de los GAL. Pero qué más da. Algunos ahí quieren leer que sí lo ordenó. Curiosísimo. Yo no sé si Felipe González estuvo detrás de los GAL. Ni idea. De verdad. Algunos lo dan por supuesto, pero nunca han podido demostrarlo. Es, una vez más, lo que tiene este país. Y como ha dicho Bono, es curioso que ahora intenten reprochar a Felipe el debate ético que se plantea con sus palabras, cuando esos mismos saben que, si en los años 80 se les hubiera planteado la hipotética posibilidad que ahora el ex presidente del Gobierno ha desvelado que tuvo, lo podrían haber apoyado. O al menos no hubieran hecho sobre esto una de las habituales polémicas entre el Gobierno y la oposición. Lo saben. Pero también saben que les va mejor el camino de la inquina y de la hipocresía.

Porque es hipocresía hablar de esto y no hablar de Irak. O, si se habla, eludir la responsabilidad que se desprende de las decisiones y actuaciones de cada uno. Bush no tiene reparos en reconocer, éste sí, que torturar a prisioneros ayudó a salvar vidas. En el mismo debate moral que planteaba Felipe González, aquí ganó la violencia e ignorar el respeto a las normas más elementales de conducta. Pero de ésto se habla poco, y las frases que yo he destacado a veces se pierden en el cuarto o quinto párrafo de las informaciones. Y no hay periodistas que vayan a las sedes de los partidos políticos a exigirles una reacción a las mismas. Irak es algo sobre lo que en España muchos han querido correr un muy tupido velo. Y lo de Irak produjo una práctica sistemática de torturas a prisioneros de distintos niveles. Ni siquiera estamos hablando ya de aquella mentira que algunos todavía hoy defienden (o no corrigen) de las armas de destrucción masiva. Estamos hablando de que unos señores con corbata y enormes despachos decidieron conscientemente saltarse las leyes de forma sistemática para conseguir información. Sí, ya sé que hablamos de torturas y no de asesinatos. Pero si no hay límites morales claros para luchar contra los malos, ¿quién se va a atrever a chistar a los poderosos y decirles dónde deben deternerse?

¿Y yo qué puedo decir? Que desprecio los GAL como desprecié la guerra de Irak y lo que ésta supuso. Me da igual que detrás de estos asuntos hubiera alguien de derecha o de izquierda. Me da igual que sea una tortura o un asesinato. La violencia no es el camino, y es por ello que tampoco creo en la pena de muerte. Una respuesta violenta podría llegar a serlo como último recurso, bajo circunstancias muy especiales (del tipo matando a uno salvo a doscientos millones) y siempre que no haya otra posibilidad. Ahí sí me podría plantear el debate ético, aunque, como dice Felipe González, lo más probable es que ni siquiera entonces podamos estar seguros de haber acertado. Si no es así, nunca aceptaría algo así. No estaría de más que a esos que esta semana se han llenado la boca con reproches y críticas a Felipe González les preguntaran cómo se sienten al haber apoyado a George W. Bush con los pies encima de la mesa. Que les preguntarán qué les parece inaceptable de un caso que sí les parece aceptable en el otro. Por aclarar hipocresías, vaya.

sábado, noviembre 06, 2010

La Super Bowl

No tenía yo mucho interés en profundizar en la polémica de los últimos días en torno a la figura, obra, milagros y relatos de Sánchez Dragó. Son éstas cuestiones que me fastidian profundamente, porque, al margen del fondo del debate, evidencian que la inquina y el rencor son hoy en día motivos espléndidos para convertir algo en noticia. Algo de eso hay en colocar en los titulares la afirmación publicada tiempo atrás en un libro. Algo de eso hay en convertirlo en motivo de cruzada personal, y algo de eso hay también en falsos desmentidos, curiosas interpretaciones y medias verdades proclamadas. Que hablan de uno aunque sea mal, parece la consigna, y eso me aburre. No sé si Sánchez Dragó se acostó con menores de edad, no sé si lo hizo de forma consentida o sin consentir, no sé si pagó por ello o alguien pagó por él. No sé cuánto hay de verdad y cuánto hay de fanfarronada. No sé realmente nada. Sé, porque después lo he leído en la prensa, que lo cuenta en un libro que no voy a leer porque su autor no goza precisamente de mis simpatías ni de mi interés.

El caso es que para enterarme de algún detalle más sobre este asunto (ante el bombardeo mediático de unos y otros, no he podido evitar acercarme a la cuestión, curioso que es uno en el fondo), me he puesto a buscar información. En realidad, no para comentarla aquí, porque temo que en el fondo dar más bombo a asuntos como éstos provocará aún más que las noticias de verdad queden enterradas. Si quisiera hablar de este asunto en concreto, tendría que poner este fragmento radiofónico que he encontrado en Youtube, y que os deja a continuación por si alguien le interesa, en el que queda bien clara la postura del sujeto y objeto de la polémica sobre la materia de debate. Que cada cual saque la opinión que quiera, que eso, las opiniones, siguen siendo algo libre y sobre ellas no puede actuar la Fiscalía porque no son delito. Yo sólo puedo decir que me repugna que se considere una conquista de cualquier tipo por parte de un adulto mantener sexo con una niña menor de edad. Con consentimiento o sin él. Llamadme mojigato si queréis, pero es mi punto de vista y no lo vendo.





Pero, como decía, en realidad no voy a hablaros de ese asunto. Voy a hablar de otro mucho más liviano, anecdótico y casual sobre Sánchez Drago. Navegando por esta inmensa red de redes me he topado con este otro vídeo que añado a continuación para que lo disfrutéis, degustéis o incluso os indignéis, siempre a gusto del consumidor. En él, este escritor que ha encontrado acomodo audiovisual en Telemadrid, primero como editor de lo que se ha venido en llamar un informativo de autor, luego como contertulio y más adelante también como presentador, se queja de la incultura de los españoles. Su razonamiento es sencillo. Mirando las diez noticias más visitadas de la página web de El Mundo se puede concluir que a los españoles no nos interesan más que sandeces y que pasamos olímpicamente de las noticias serias. En parte le tengo que dar la razón a Sánchez Dragó, pero sigo creyendo, cada vez más, que los medios de comunicación tienen más culpa que la gente en esta progresiva decadencia del periodismo en la que creo que vivimos.

El caso es que todavía no he justificado el título de esta entrada. Si no queréis ver el vídeo entero por los motivos que sea, pasad directamente al minuto 1.09, cuando Sánchez Drago comienza a exponer la quinta noticia más visitada de aquel día en la web de El Mundo.



"Cinco. Un vídeo porno interrumpe la emisión de la Super Bowl, que es por lo visto un evento deportivo de bolos y esto". La Super Bowl es de bolos. Sí. Claro. Eso es. Bolos. Si ya lo dice el nombre, ¿no? Justo lo que yo estaba pensando. Sus compañeros de plató se debaten entre la risa floja y, a lo mejor, un tono de indignación por el más absoluto desconocimiento de la materia que el propio Sánchez Dragó había sacado a colación en el debate. Es perfectamente lícito no saber lo que es la Super Bowl, es imposible saber todo sobre todo seas quien seas y trabajes donde trabajes. Lo que se me hace difícil de entender es cómo es posible presentar un informativo siendo alguien que no tiene la más mínima noción de lo que es el evento más visto de la historia de la televisión (este mismo año, lo vieron 106 millones de personas) y que, cuando le corrigen, realiza un gesto desdeñoso como dejando claro que a él esas cosillas sin importancia no le preocupan ni le inquietan. Qué cosas. Supongo que lo dicho por él, en uno y otro vídeo, da una idea de cómo es el protagonista de estas dos historias. Supongo.

miércoles, noviembre 03, 2010

Esto no me lo esperaba yo en el Bernabéu un miércoles por la mañana...

Pues no, no esperaba yo encontrarme esto en los alrededores del Santiago Bernabéu un miércoles por la mañana. Y por las caras de otros viandantes y las fotos que otra ciudadana se paró a sacar a la protagonista de rojo, creo que no fui el único en asombrarme.

Ah, el periodismo moderno... Con una cámara, un vestido rojo, unas botas y un balón, se pueden hacer maravillas...