jueves, marzo 29, 2007

José Ángel de la Casa, "hasta siempre"



El partido que España jugó anoche ante Islandia fue el último que retransmitió en Televisión Española José Ángel de la Casa. Nunca he sido un gran aficionado a su estilo, que siempre me ha parecido algo lento y cansino para la pasión que transmite (o debiera transmitir) el fútbol, pero hay que reconocer que él ha sido la voz de la selección española desde hace 30 años, desde hace casi 300 encuentros.

Porque partidos de la selección ya se han retransmitido en Antena 3, en Cuatro y en La Sexta, TVE hace dos mundiales que no tiene los derechos, pero reconozcámoslo: todos esperábamos oír a De la Casa cuando jugaba la selección. Y la mejor forma de despedirle es con el vídeo del mejor partido que todos hemos visto nunca, aquel 12-1 a Malta, el único día en que José Ángel de la Casa perdió su estilo sobrió y cantó de verdad un gol con el corazón. Y si alguien no lo ha visto (¿puede quedar alguien todavía?), que disfrute con el último gol de España aquel día, uno que todavía nos pone la piel de gallina a los aficionados de verdad a este maldito deporte.

De la Casa ha explicado en algunas entrevistas que se han publicado estos días lo que sintió con aquella goleada. "Entonces no me di cuenta de su impacto. Era improbable un 11-0. En el descanso el resultado era 3-1 y mucha gente se fue del campo. De repente hubo un momento mágico y se vio que era posible. La gente se ha quedado con el grito del gol de Señor. Es el único momento en el que perdí el control. Exploté de emoción". "Es imposible repetirlo. Lo he intentado en los estudios de grabación y una mañana me quedé sin voz". "Nunca pensé que aquel partido me iba a dar tanto, ya que es el mejor recuerdo que la gente tiene de mí. Oírlo ahora todavía me reconforta". "A los tenores de vez en cuando se les escapa algún gallo en la ópera. Pero quedó bien, fue un gallo muy positivo".

Como el propio De la Casa dijo al cerrar la retransmisión de su último partido de la selección, "hasta siempre". Esta despedida tiene el sabor de otra época, de otra selección, cuando todavía era posible que España hiciera gestas como la de aquel día en Sevilla que había que ganar por once goles de diferencia a Malta. Por cierto, que dimita de una vez Luis Aragónes. O que le echen. No nos merecemos esta selección.

miércoles, marzo 28, 2007

Zapatero y la oratoria

En el mismo momento en que un ciudadano le preguntó a Zapatero cuánto valía un café y éste se lanzó a contestar, sabía que esa respuesta ("80 céntimos") iba a ser lo que más interesaría a la cada vez más sensacionalista prensa española. Abre hoy uno los periódicos y el titular de casi todos ellos hace alusión al precio del café. Apasionante análisis de la entrevista de anoche en TVE. Y como todo el mundo se ha lanzado a este aspecto del programa, yo voy a tocar otros.

Lo primero de todo es lo que da título a esta entrada. La oratoria de Zapatero. No sé si muchos se acordarán del primer Debate sobre el estado de la Nación en el que participó el entonces líder de la oposición. Fue una revolución porque subió a la tribuna sin papeles que leer. No leyó un discurso, hizo un discurso. Sabía lo que iba a decir y cómo decirlo. Y a mí me impresionó. La prensa le dio cera aquel día por todas partes, y todo el mundo se tuvo que envainar las críticas cuando apareció la encuesta sobre aquel Debate publicada por el CIS. Zapatero había ganado por goleada a Aznar, la gente le había dado la victoria. Pocos meses antes hizo un discurso fabuloso en el Congreso del PSOE en el que fue elegido líder socialista. Además de por los movimientos detrás de la escena, Zapatero fue elegido por ese discurso. Fue el único de los candidatos que supo mirar al futuro con optimismo.

Pues de aquel Zapatero ya no queda mucho. Aquel líder socialista hablaba suelto. Sabía perfectamente lo que estaba diciendo y cómo defenderlo. No divagaba. Sabía defenderse cuando algún contrincante político le salía por algún sitio inesperado (y de eso Aznar sabía un rato...). Pero el Zapatero que salió anoche ha perdido esas cualidades y lo demostró, más que en la famosa pregunta del café, cuando no supo qué decir al ser preguntado por los juzgados para víctimas menores de edad. No sé si tendrá que ver con los numerosos asesores que seguro que tiene ahora mismo Zapatero y que no debía tener en sus comienzos en la primera línea política. No sé si será por el afán de no ofender a nadie o porque le han inculcado que antes que nada hay que buscar un titular. Desconozco las causas, pero Zapatero ha perdido algo por el camino. Ojalá lo recupere.

Dicen que la faltó cercanía con la calle. No conozco a ningún presidente del Gobierno que la tenga en el sentido más estricto del término. Quiero decir que el presidente del Gobierno pocos cafés pagará. Pocos desempleados tendrá en su familia. Se lo reprocharon durante la entrevista y no les faltó razón a quienes lo hicieron. Cuando se le dijo aquello de "no nos falles" no era sólo por Irak (promesa cumplida, por mucho que se intente olvidar), no era sólo por las mentiras del Gobierno (creo que éste miente bastante menos que el anterior, por mucho que se intente tergiversar), era también por cosas como ésta. El pulso de la calle si está cogido en reivindicaciones que se han plasmado en leyes como la de igualdad, la de dependencia o la de lucha contra la violencia de género, pero empieza a estar de más el triunfalismo en cuestiones como el empleo (cierto, crece, pero los sueldos no suben al mismo ritmo que la vida) o la vivienda (se han hecho cosas y hay que alabarlas pero hoy por hoy todos sabemos que, por el momento, son insuficientes).

Si bien es cierto que Zapatero esquivó algunas respuestas, quizá las que más preocupan al ciudadano de la calle, lo cierto es que dejó algunos titulares contundentes de la política que sale en los medios para quien los quisiera escuchar. Garantizó que Batasuna no tendrá sucesores en las próximas elecciones. Negó rotundamente que el futuro de Navarra esté en cuestión. Se mostró contrario a que José María Aznar sea procesado por su implicación en el inicio de la guerra de Irak. Pero todo eso caerá en saco roto, porque Batasuna y Navarra seguirán siendo ejes de la oposición del PP y seguro que alguien, en un futuro no demasiado lejano, afirma sin rubor que el Gobierno quiere que se procese a Aznar. Y si no, al tiempo.

En cuanto al formato de este espacio, reconozco que me genera dudas. Por un lado, creo que es bueno que sean los ciudadanos (yo no hubiera escogido cien, era obvio que no iba a dar tiempo a tantas preguntas) quienes interroguen al presidente del Gobierno. Supone ampliar el abanico de temas que se tratan y elimina la mediación de periodistas y jefes de prensa, todos ellos con demasiados intereses en juego en el mundo actual. Pero por otro lado, me pregunto si no será el fracaso de la profesión. Me pregunto si los periodistas ya hemos perdido definitivamente presencia, credibilidad y profesionalidad para hacer ese trabajo de mediación entre el mundo de la política y la sociedad. Y mi respuesta, ahora mismo, no es muy optimista...

sábado, marzo 24, 2007

Intolerable boicot


Boicot. Hemos llegado al paso definitivo del PP en materia de libertad de prensa. Todos vimos lo que hizo con TVE en la nefasta etapa de Alfredo Urdaci (no está de más recordar que en aquellos días se condenó por primera vez al canal público a leer una rectificación pública de una información, la famosa ocasión en la que el ínclito Urdaci, hoy conocido humorista, dijo aquello de "Ce, Ce, O, O" para referirse a Comisiones Obreras). Todos recordamos la guerra que José María Aznar encabezó contra el Grupo Prisa cuando estaba en el Gobierno, con Telefónica de por medio y los derechos del fútbol televisado (no se me olvidará nunca ver a un ministro, Álvarez-Cascos, hablando del partido de los lunes en Antena 3 como "una conquista social"). Ahora los populares han dado un paso más y han anunciado un boicot al Grupo Prisa.

Boicot de hecho. Que nadie se engañe, que la actual declaración del PP lo único que hace es poner por escrito una situación que ya se parecía mucho a ese boicot. Como explica hoy en sus páginas El País, el PP ya ha rechazado numerosas peticiones de Prisa. José María Aznar se enorgulleció incluso de no atender a estos medios de comunicación, en especial a Iñaki Gabilondo cuando estaba en la SER, y no tuvo el valor de dar la cara cuando Luis del Olmo actuó con una profesionalidad intachable y le preguntó desde los micrófonos de Onda Cero por qué no le concedía una entrevista a Gabilondo. Acebes se niega a ser entrevistado por El País, Zaplana no ha contestado a una invitación vigente desde agosto del año pasado y Rajoy lleva tres semanas sin responder a una petición de entrevista. Y no olvidemos el boicot que, por ejemplo, han hecho los populares al programa de TVE 59 segundos.

Ofensas. Se siente el PP ofendido por las declaraciones de Jesús de Polanco, presidente de Prisa, en las que afirmaba que "hay quien desea volver a la Guerra Civil" y que la manifestación contra las medidas adoptadas por el Gobierno con el etarra De Juana Chaos "es el franquismo puro y duro puesto en imágenes de televisión". Exigen una rectificación inmediata y se equivocan. Si se sienten injuriados, que acudan a los tribunales, que es el camino previsto en ese Estado de Derecho con el que tanto se llenan la boca. Lo dicho por Polanco, por muy duro que suene, no deja de ser una opinión. A mí me parece excesiva alguna de las declaraciones de Polanco, pero también debe quedar claro que, por lo visto a través de este y otros blogs, tengo claro que el pensamiento de Polanco coincide con el de mucha gente.

Manipulación. Es la historia de siempre con el PP, una historia que ya me tiene bastante harto, como ciudadano y como periodista. Ellos pueden decir lo que quieran, pero si lo dicen los demás la ofensa es inaudita, histórica y sin precedentes en la democracia española. El PP convoca manifestaciones en las que se puede cantar alegremente "Zapatero terrorista", en las que se acusa al Gobierno de actuar a las órdenes de ETA, pero si alguien se atreve a dirigirles una ofensa, del calibre que sea, es que intentamos callar al Partido Popular. Ellos pueden torcer la historia a su gusto, hablar de la "entrega de Navarra", de la "excarcelación de De Juana", de la "legalización de Batasuna", todo eso como si fueran hechos consumados y probados. Pero los demás no tienen ese derecho. Algún día me pondré a recorrer hemerotecas en busca de los greatest hits de los dirigentes populares...

Libertad. Lo curioso es que todo ésto lo desata la opinión de Polanco. Insisto, la opinión. No es lo mismo la opinión que la información, por mucho que gente como Isabel San Sebastián o Federico Jiménez Losantos la mezclen continuamente para sus fines. No, son cosas distintas. Las opiniones son libres y su límite está en los derechos de los demás. Las informaciones, los hechos, tienen que ajustarse a la verdad y a los hechos. Y todos sabemos que el PP va propugnando cosas que después los hechos o incluso los tribunales desmienten. ¿O es que alguien cree que el silencio mediático de los portavoces populares con respecto al 11-M se debe a otra causa que no sea que en el juicio se está desmontando todo atisbo de la conspiración que han defendido desde marzo de 2004?

Respeto. El PP ha salido en repetidas ocasiones en defensa de algunos medios de comunicación. Repito, de algunos, sólo de algunos, porque para el PP hay profesionales de primera y profesionales de segunda, igual que hay manifestaciones de primera y de segunda. La Cope o El Mundo son, para los populares, medios muy dignos que siempre dicen la verdad. Los de Prisa son, como se decía en otra época, el Imperio con el que hay que acabar. Eso, y su gestión de los medios públicos cuando gobierna (ya sea desde Moncloa o desde las administraciones regionales, que en Madrid tenemos el placer de sufrir Telemadrid), demuestra que el PP no cree en la libertad de prensa. Cree que los medios son una forma de difundir su propaganda. Y sólo los periodistas afines son dignos de reconocimiento.

Cobardía. Mariano Rajoy no da la cara en situaciones importantes de verdad, y si entiende que lo de Prisa es tan grave tendría que haber sido él quien lo dijera. Mucho pedir a Zapatero que dé la cara, que comparezca en el Congreso por todo, que si no valen las explicaciones de un ministro o de la vicepresidenta, y luego nos encontramos ésto. Tuvo un mitin para censurar a Polanco y no lo hizo. Dejó que Gabriel Elorriaga leyera el comunicado en el que PP anuncia su boicot a Prisa. La mayor decepción de esta legislatura, desde todos los puntos de vista, es Rajoy. Quienes no entendimos a Aznar pensábamos que él podría ser capaz de otra cosa. Nos equivocamos.
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Derechos. El PP tiene la costumbre de hacer suya la verdad absoluta. Sólo ellos tienen derecho a convocar manifestaciones. Si lo hacen los demás son pancarteros. Sólo ellos pueden utilizar símbolos de todos como el lazo azul o la bandera de España. Si lo hacen los demás, los están pervirtiendo. Sólo ellos tienen derecho a impulsar una reforma de los estatutos de autonomía o de la Constitución. Si lo hacen los demás, es que quieren cargarse España. Sólo ellos tienen derecho a enviar tropas al extranjero. Si lo hacen los demás es que nos están mintiendo sobre esas misiones. Sólo ellos tienen derecho a criticar a instancias judiciales. Si lo hacen los demás, es que no respetan las sentencias. Sólo ellos pueden hacer muchas cosas. Si las hacemos los demás es que queremos acabar con el PP. Y ahora parece que sólo ellos pueden opinar. Los demás se supone que debemos callarnos. Ni hablar. Eso no lo van a conseguir.
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Unidad. Parece poco probable que esto suceda, pero todos los periodistas españoles deberíamos unirnos contra cualquier boicot. Y digo cualquiera, porque si el PSOE boicoteara a la Cope o a El Mundo mi opinión sería exactamente la misma (y por ejemplo discrepo de la decisión de los socialistas de rechazar invitaciones de Telemadrid). A mí no me basta con declaraciones o comunicados bienintencionados. Si el PP se dirige a "accionistas, anunciantes y clientes" de Prisa para comunicarles que no va a atender las convocatorias de este grupo de comunicación, lo que deberían hacer todos los periodistas es sumarse a Prisa. Si Prisa no puede solicitar entrevistas al PP, ningún medio debería publicarlas. Pero ya sé que es imposible, tranquilos, no me he vuelto loco.

jueves, marzo 22, 2007

El papel del periodista

No es la primera vez que se me ocurre algo sobre lo que escribir viendo ese interesantísimo programa de TVE que es 59 segundos (al que hay que felicitar por llegar a los cien programas y del que no me cansaré de decir que magnígicamente conducido por Ana Pastor). Anoche, viendo la entrevista con el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el posterior debate se me pasaban muchas cosas por la cabeza sobre la labor del periodista. Cada vez tengo más claro que el cuarto poder no está cumpliendo con sus obligaciones, y anoche encontré algunos ejemplos.

Mis cabilaciones comenzaron cuando Blanco aseguró que el papel de los medios de comunicación a la hora de centrar la atención mediática en uno u otro asunto era tan importante como el de los políticos. Y explicó que él mismo ha protagonizado ruedas de prensa para hablar de medidas sociales o económicas en las que los periodistas estaban cruzados de brazos, esperando que llegara el turno de preguntas para hablar de otras cuestiones. Y es verdad. Me acuerdo de uno de los primeros actos que cubrí en Ferraz, la sede del PSOE. Era una rueda de prensa de Jordi Sevilla para presentar una propuesta para reformar la financiación autonómica. Claro, yo fui de periodista joven y pardillo y apuntaba de todo en mi libreta, escuchando con atención lo que decía. Y nadie escribía nada, para mi asombro. Las preguntas que se hicieron depués al ahora ministro no tenían nada que ver con esa materia, sobre la que nadie publico nada.

Poco después, me llamó muchísimo la atención un comentario que hizo Margarita Sánez-Díez, de El Periódico de Catalunya. Dijo que los periodistas debían evitar seguir la agenda que les marquen los partidos políticos afines. Lo dijo a raíz de un comentario que Isabel San Sebastián había hecho sobre el Sáhara (cuestión que sacó para rebatir un comentario de Blanco sobre Irak), con el mismo argumento que horas antes habían llevado a los medios algunos portavoces del PP. E Isabel San Sebastián saltó muy indignada, sintiéndose claramente aludida y defendiendo su independencia. No entro a valorar este caso concreto, pero sí es cierto, y así lo denuncio, que los periodistas se ven continuamente dirigidos por los políticos. ¿Que toca hablar de De Juana Chaos? Pues medio telediario con De Juana Chaos. ¿Que ahora nos interesa volver a hablar del 11-M? Exclusivas y más exclusivas sobre los atentados de Madrid. ¿Que la guerra de Irak conviene? Pues hagamos un especial de media hora.

Y eso nos lleva a llenar los medios de comunicación con asuntos que realmente no tienen la relevancia que se les da. Por ejemplo, el juicio ayer a Arnaldo Otegi, portavoz de la ilegalizada Batasuna, como apuntó el casi siempre acertado José María Calleja con cierta ironía. Yo no digo que se esquive este asunto, ni mucho menos, pero ¿merece en serio conexiones en directo, un empleo de recursos técnicos y humanos como el que se ha visto para cubrirlo? Mi respuesta es que no y añado que, si se le da, es porque interesa a un poder superior o ajeno al mundo periodístico. Ni al periodista, ni al medio de comunicación, ni al espectador. De eso estoy bastante seguro. Y creo que muchos coincidirán conmigo.

Lo mismo pasa, por ejemplo, con la cuestión sobre De Juana Chaos, del que me he prometido a mí mismo no hablar más en este blog a menos que cambie la situación de forma radical. Es que no hay más que fijarse en los temas de cortísimo recorrido que durante algunas semanas llenan páginas y páginas de periódicos, minutos y minutos de emisión de televisiones y radios. Ahora se habla de Navarra, pero ¿os acordáis cuando eran Ceuta y Melilla las plazas cuya españolidad no garantizaba el Gobierno de Zapatero? Ahora se habla del etarra De Juana Chaos, pero ¿os acordáis cuando el mayor problema de la democracia, según Rajoy, era la inmigración? Ahora se habla del Sáhara, pero ¿os acordáis cuando la alianza con Venezuela nos iba a llevar poco menos que a los confines del infierno? Ahora España se va al garete porque se la estamos dando a ETA, pero ¿os acordáis cuando eran los catalanes con su Estatut (¿dónde habrá quedado esta polémica...?) los que se iban a apoderar del país? Y ahora el mayor problema territorial parece estar centrado en la política sobre el agua, pero ¿os acordáis de ese Plan Ibarretxe que los socialistas estaban poco menos que apoyando?

Todo esto nos está llevando a una situación en la que el periodista tiene que tener un partido. Si no, no es periodista. Y pongo un ejemplo muy gráfico. Entrevista a José Blanco en este mismo programa que me ha servido de excusa para empezar mi reflexión. Isabel San Sebastián (perdón por la insistencia en ella, todo el mundo sabe que no es santo de mi devoción) se niega a hacer preguntas al portavoz socialista porque dice que no el formato no le garantiza el derecho de réplica (lo que rápidamente le desmiente Ana Pastor y queda además claro viendo la entrevista) y se limita a lanzar una proclama contra el Gobierno, que por supuesto está en su derecho de hacer pero que firmaría cualquier portavoz del PP (si es casualidad o no, lo dejo a la elección del lector). Pero después, cuando llega el turno de entrevistar a un obispo y periodista, no tiene ningún inconveniente en lanzar dos preguntas a este segundo entrevistado, a pesar de que aquí no contó con turno de réplica. No es bueno, ni mucho menos justo, hacer una entrevista con esa animadversión que se está haciendo tan común entre los periodistas y de la que seguramente habrá que dar gracias a personas como Federico Jiménez Losantos.

Y llegamos a otra parte curiosa del periodismo actual. Decía Fernando Ónega que él debía vivir en otro país, porque no tenía constancia de muchas de las cosas que se dieron como hechos absolutos y probados en la tertulia. Y tiene razón. El periodista ya puede decir lo que quiera sin asumir responsabilidad alguna y sin probar lo que dice. En la mesa de debate de anoche se llegó a afirmar con rotundidad, como hechos probados, que el Gobierno ha negociado con ETA sobre Navarra (¿Quién lo dice y en base a qué? ¿Dónde están las pruebas? Que alguien saque el documento con la firma de los enviados del Gobierno o que se admita de una vez que eso forma parte de la especulación hasta que no quede probado), que el Gobierno ha adquirido el compromiso de que Otegi no vaya a prisión y el de liberar a De Juana Chaos (por Dios, critiquemos los beneficios que pueda tener, pero dejemos de lanzar esa falsedad de que está libre, porque no lo está; está cumpliendo condena y por un proceso impulsado por el actual Fiscal General del Estado).

Llegado el punto de que alguien desmienta y pruebe todas estas afirmaciones, ¿dónde queda la responsabilidad del peridista? ¿Van a pedir disculpas si se demuestra su equivocación? ¿Se van a retractar de todo lo que han dicho? Obviamente no. Porque todo forma parte de una perversa dinámica en la que el periodista de partido toma el protagonismo. Seamos serios, todos los medios de comunicación están ya encasillados en una ideología o en la contraria. Y algunos periodistas se les ve enormemente felices en ese papel. Son más o menos de derechas, son más o menos del PP y más o menos del PSOE. No pondremos freno nunca a esta situación mientras no consigamos que la libertad de prensa sea total. No hay censura, no. Hay ideología necesaria. Y me parece casi peor.

martes, marzo 20, 2007

Cuatro años después, alguno se ha dado cuenta...



Cuatro años han pasado desde el comienzo de la guerra de Irak, y algunos ahora parece que se dan cuenta de lo que pasó. Han necesitado unos cuantos miles de muertos, un conflicto enquistado, un aumento del terrorismo sin precedentes y que los ciudadanos de otros países que apoyaron al principio la guerra se hayan dado cuenta de su equivocación, pero al menos ya van saliendo más voces que se dan cuenta de la catástrofe que se ha provocado. Pero como no todo es blanco o negro, creo que es necesario dedicar unas líneas de análisis a este reconocimiento de algunos miembros del PP de que la guerra de Irak fue un error.

Jaime Ignacio del Burgo, diputado popular de la foto, hasta ahora se había señalado por difundir el peligro en el que se encuentra Navarra ante la supuesta pretensión del Gobierno de Zapatero de entregarla a ETA (para ese es miembro de UPN, la rama del PP en Navarra) y por apostar constantemente por la teoría de la conspiración sobre el 11-M, poniendo en duda la investigación judicial. Pero ahora ha hablado sobre Irak. No sólo ha calificado el conflicto como "un error", sino que ha dicho que la foto de las Azores fue una "decisión personal" de José María Aznar que no se debatió en los órganos de dirección del PP.

No ha sido Del Burgo el único en salir a la palestra estos días. Jesús López Medel, también diputado del PP, ha dicho coincidiendo con este aniversario que la guerra fue "desproporcionada, injusta y gravemente errónea". Él mismo recuerda, y le doy la razón porque yo escribí aquellas informaciones, que hace cuatro años dijo exactamente lo mismo. Pero fue el único diputado en hacerlo. Por eso ahora dice, tras escuchar a Del Burgo, que "hubiera sido positivo para el PP que hubiera habido más voces que hubieran expresado sus dudas o sus ideas" cuando Aznar adoptó la decisión de hacerse la foto de las Azores.

Y es que en esto hay algo de cobardía en Del Burgo. De acuerdo, admite ahora que fue un error y eso es digno de alabanza. Pero, ¿por qué no dijo entonces todo lo que ha dicho ahora? Dice ahora que no se debatió en el seno del PP la guerra de Irak, y es obvio que no debía debatirse. ¿Desde cuando un partido político toma esas decisiones? Esas corresponden al presidente y si el partido no está de acuerdo para eso tiene el Parlamento, donde se votó sobre Irak y donde ningún diputado del PP asumió públicamente el rechazo al conflicto, a pesar de que la votación fue secreta. Ejemplos hay en otros países de primeros ministros que tienen que dimitir por no tener en el Parlamento el respaldo de su propio partido, y si no que se lo pregunten a Romano Prodi ¿Por qué habla ahora? ¿Es que Aznar ejercía un control más ferreo sobre sus diputados que Rajoy?

Eso sí, es importante reconocer lo importante que es que un diputado del PP, ese partido que de forma numantina defendió la participación española en la guerra de Irak, admita ahora que es un error. También fue un paso importante que el propio Aznar dijera públicamente que ya sabe que no había armas de destrucción masiva, a pesar de que hace cuatro años nos imploro que le creyéramos. Sin embargo, cuando Aznar hizo su reconocimiento, el auditorio le aplaudió, cosa que no entendí. Cuando Del Burgo ha hecho el suyo, ha sentado fatal en el PP, cuyos portavoces tratan de esquivar la cuestión cuando se les pregunta. ¿Por qué a Aznar se le vitorea y a Del Burgo se le censura?

Creen los populares que esto de Irak forma parte del pasado (Rajoy dijo hace pocos días que los que se manifestaban en contra de esta guerra era como si lo hicieron por algo que sucedió en el reinado de Felipe V o en el gobierno de Felipe González; qué hipócrita es usted, señor Rajoy, que permite a su portavoz en el Congreso seguir hablando de los GAL y dice al mismo tiempo estas palabras), pero es lisa y llanamente mentira. Decenas de personas mueren todos los días en este país. No es el único conflicto que hay en el mundo, seguramente no el peor. Pero en él tienen responsabilidad tres mandatarios internacionales que tienen nombres y apellidos. Son George W. Bush, Tony Blair y José María Aznar. Le pese a quien le pese.

Todos contra el canon

Queda poco, aunque ahora parece que se va a retrasar algo más de lo previsto, para que el Gobierno fije qué aparatos y qué cantidades estarán dentro de la "remuneración compensatoria por copia privada", o lo que es lo mismo, el nuevo canon digital que se va a aplicar, dicen, como medida contra la piratería y como conpensación por las pérdidas que sufren los autores por las copias. Estoy abiertamente en contra de este nuevo canon. Y lo estoy, en primer lugar, porque supone condenar a justos por pecadores. Que hay piratería lo sabemos todos, pero que CDs, DVDs, escáners, fotocopiadoras, memorias portátiles y discos duros externos se utilizan para muchas más cosas que para piratear debería estar fuera de toda duda. ¿Por qué hay que pagar por adelantado por la posibilidad de que se utilice un soporte o un aparato para piratear si al final no se hace? Y aún más importante, ¿por qué tengo que pagar un canon por ejercer mi derecho legal a hacer una copia privada?
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No es que España vaya a ser un país pionero en la implantación de un canon, ya que son 20 los países que lo aplican, pero Gran Bretaña, Irlanda, Luxeumburgo, Chipre y Malta no tiene en su ordenamiento legal esta medida sancionadora para los consumidores. Luego existe vida para los autores (y por ejemplo en países con gran industria en este campo como Gran Bretaña). Por un CD se paga entre 0,07 euros (en Alemania) y 0,35 (Francia). Por un DVD, entre 0,14 euros (Portugal) y 1,34 (Dinamarca). Son catorce los países que cobran canon por un reproductor MP3 y 12 los que graban los discos duros y las grabadoras de DVD. España es ahora mismo, antes de la aplicación del nuevo canon, el cuarto país europeo que más dinero recauda por estas partidas, casi 60 millones de euros.
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Creo que España debería tener una especial sensibilidad en este terreno. Creo que a nadie se le escapa que nuestro país está bastante atrasado en el uso de las nuevas tecnologías con respecto a otros países de nuestro entorno. Las comunicaciones no tienen ni la calidad ni los precios de otros territorios. Muchas veces se ha hablado del necesario impulso al uso de Internet, y el Gobierno suele impulsar campañas de vez en cuando con este fin. Pero si no hacemos más que dificultar y gravar todavía más su uso, ¿cómo vamos a universalizar el uso del ordenador y de la Red?
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El tema de la piratería es espinoso, sí, pero los consumidores llevamos mucho tiempo aportando la idea definitiva para mitigar en parte sus efectos (acabar con la piratería supongo que es imposible): una reducción de precios. Es imposible pagar 20 euros por un disco recién salido al mercado o 24 euros por un DVD de la película de éxito de turno. La experiencia que se ha hecho con los cines en la Comunidad de Madrid (entradas a un euro los martes para los mayores de 65 años, con un espectacular aumento del número de espectadores) demuestra que si la cultura fuera más accesible económicamente, la gente no tiene motivos para recurrir al mercado del pirateo. Además, tengo la sensación de que muchos autores han encontrado en este asunto una excusa para exprimir la gallina de los huevos de oro sin ofrecer novedades a los consumidores. Y eos me da rabia.
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La plataforma Todos contra el Canon (http://www.todoscontraelcanon.es/index2.php?body=suscribe_firmas) ha entregado más de un millón de firmas contra esta "compensación" al nuevo ministro de Industria, Joan Clos. Cionsideran que el canon es "pan para unos pocos", esos vividores de los que hablo, "y hambre para todos", sobre todo para los consumidores, "en pocos años tal como ha sucedido con el mercado de los CD y DVD, que antes generaban impuestos y negocio y hoy sólo generan mercado negro y venta ilegal". Y antes de que nadie piense que todos los artistas están todos a favor del canon, hay que citar a Plácido Domingo, quien ha asegurado que si el Gobierno no atendiera a estas firmas, habría que seguir luchando por los derechos de los consumidores.
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Son las asociaciones de autores las que creen que no se debe fijar un límite a este canon y seguir exprimiendo al consumidor muy por encima de los costes del producto cultural, porque, argumentan, el daño que se les hace va en aumento. La industria de la electrónica piden que el canon no supere el 5 por ciento del precio de los productos, porque, de lo contrario, se produciría una enorme distorsión en el mercado (hablando claro, una espectacular subida de precios de todos los aparatos). Hay estudios como el de la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España (AETIC), que hablan incluso de que los consumidores españoles tendremos que pagar unos "2.000 millones anuales de ultra-canon".
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La Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones (Asimelec) ha publicado un informe que, según explica este colectivo, demuestra que las reivindicaciones de los autores son desproporcionadas, atendiendo a los hábitos de los españoles. Según sus datos, sólo el 20 por ciento de los CDs vírgenes vendidos en España se utilizan para copiar música y el 99 por ciento de las memorias fotográficas se destina a imágenes propias. Ahora, y a pesar de que desde 2003 ya se paga un canon que asciende al 60 por ciento del precio de CDs y DVDs, se van a grabar todos los aparatos de copia y reproducción. Para mí, es insensato y desproporcionado. La solución la tiene que dar el Gobierno antes del día 27 de este mes. Veremos que ocurre.

lunes, marzo 19, 2007

Votemos todos por la Alhambra

Seguro que todos, o casi todos, estáis al tanto de la votación que se está haciendo para elegir a las nuevas siete maravillas del mundo, unas que estén accesibles para que las podamos ver, organizada por la Fundación New7wonders. También sabréis que la Alhambra de Granada es uno de los monumentos por los que se puede votar, el único de España que figura en la lista. Quedan poco más de 100 días para que se cierre la votación, y ya es hora de que entre todos le demos a la Alhambra el impulso que necesita para colarse entre estas siete maravillas del mundo.

Por lo visto, en el último mes y medio la Alhambra ha recibido un impulso importante y ahora mismo está en novena posición. El primer puesto de la votación lo ocupa Chichen Itza, y le siguen, por orden, el Coliseo de Roma, la Gran Muralla China, Machu Picchu, Petra, las pirámides de Gizeh, el Taj Mahal y la Acrópolis de Atenas. Así que, desde aquí, os pido a todos que difundáis esta votación (por mail, de viva voz, en vuestros blogs, como sea...) y pidáis que la Alhambra recabe muchos más apoyos que los que ya tiene.

Para votar, tenéis que entrar en la página http://www.new7wonders.com/. Sólo hay que poner el mail y elegir siete de las 21 maravillas escogidas. Entonces nos mandan un e-mail para que confirmemos el voto. Las maravillas ganadoras se darán a conocer el día 7 de julio de este año (el 07-07-07) y ojalá la Alhambra sea una de ellas. ¡Seguro que entre todos lo conseguimos!

domingo, marzo 18, 2007

Energúmenos contra la prensa


"Ayer, dos compañeros de la prensa de Cádiz (un cámara de Canal Sur y el fotógrafo Miguel Gómez, de La Voz) fueron agredidos en la puerta de los juzgados de San José, en Cádiz. Uno de los detenidos acusados de quemar decenas de vehículos y asaltar una tienda de informática salió del coche y se lió a patadas con los periodistas. Pero no estaba sólo. Le acompañaban decenas de amigos que sujetaron a Miguel por la espalda, le zarandearon, golpearon y amenazaron con matarlo a navajazos si el periódico publicaba una sola fotografía de ellos (la imagen fue la portada de La Voz).En solidaridad con los compañeros, y en repulsa de las amenazas este blog publica bien clara la imagen del agresor en plena acción y os invita a que hagáis lo mismo. Es necesario que circule para que no se ceda a los chantajes de matones de esta calaña. ¡Pásalo!
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Foto de Miguel Gómez, uno de los fotógrafos agredidos".
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Leo esta historia en Lo que se tercie (El blog de Betialai) y por supuesto que me apunto a difundirla. Los energúmenos tienen cara, nombres y apellidos. De este sólo tenemos la cara y tiene que quedar bien a la vista de todo el mundo. Las agresiones a la prensa se están convirtiendo en algo habitual, no ya en casos como éste, sino en las manifestaciones del signo que sean y protesten por lo que protesten y hay que ponerles freno en lugar de encontrar razones en el comportamiento de los energúmenos.
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Publico además esta fotografía como denuncia de la estupidez que ronda a la juventud de nuestro país (supongo que a la de todos, no creo que España sea tan especial...), y que vi de cerca el viernes. Estaba tomando algo con un amigo cuando entraron en el bar cuatro niñatos que no llegarían ni a la mayoría de edad, dos chicos y dos chicas. Una de las individuas se encendió tranquilamente un porro y se cachondeó de la camarera que había acudido a pedirle que lo apagara o que se fueran (además de ser china y no hablar bien el castellano estaba sola atendiendo el bar). Por supuesto no apagó el porro y tampoco se marcharon del bar, en el que seguían por lo menos un cuarto de hora después de que nosotros nos fuéramos. Imagino que se quedaría muy feliz con su actitud chulesca. Algún día la vida les pegará una bofetada de realidad a todos estos niñatos que se creen los reyes del mundo. Se la merecen, desde luego. Una cosa es ser joven y otra muy distinta es ser imbécil.

jueves, marzo 15, 2007

Aprobado para tres años de gobierno socialista


Ya han pasado tres años de la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones generales. Anoche, en 59 segundos, hicieron balance de esta etapa y pidieron a los contertulios que dieran su nota al Gobierno socialista. Desde el "muy deficiente" que le otorgó Isabel San Sebastián hasta el notable que le dio Luis Aizpeolea, todos dieron sus argumentos. ¿Mi nota? Un aprobado que no sólo se debe a la gestión del Gobierno, sino también a los problemas con los que ha tenido que lidiar.
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Lo mejor. La retirada de nuestras tropas de Irak. La promesa era compleja de cumplir y se cumplió sin complejos. España no debía estar presente en Irak, no de esa manera, en base a mentiras y pruebas falsificadas, y salimos en cuanto pudimos. No me importa el precio que hubo que pagar en las ahora ya totalmente restablecidas relaciones con Estados Unidos. Digan lo que digan, el único problema que hay ya con Washington es que Bush no traga a Zapatero. Y es recíproco, seguro.
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Lo peor. Pues yo diría, aunque parezca paradójico después de lo anterior, las relaciones internacionales. La verdad es que nos hemos buscado problemas en muchos sitios, dentro y fuera de la Unión Europea, en parte por la poca afición que tiene el presidente del Gobierno a dejarse ver fuera de España. Creo que Zapatero debería viajar más y crear menos conflictos con países amigos. El último ha sido con Argelia, por tratar de quedar bien con Marruecos. Aquí hay que mejorar bastante. Reconozco que Moratinos ha sido una de las decepciones de este Gobierno. Con un ministro de Asuntos Exteriores más fuerte, las cosas irían mejor. ¿Manuel Marín en la próxima legislatura si hay una nueva victoria socialista...?
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Política social. Los puntos más fuertes del Gobierno han estado aquí. Han ampliado derechos (matrimonio homosexual), han creado normas de gran trascendencia (Ley de Dependencia, y si no, al tiempo) y han abordado asuntos bastante complejos (ley de igualdad, ley contra el tabaco, reformas para evitar la sangría en las carreteras). Bien es verdad que no se han atrevido a dar pasos en la lucha contra el alcoholismo juvenil, seguramente por las presiones de los empresarios del sector, pero aún así en este punto la nota es alta.
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ETA. Un error muy grande, el de De Juana Chaos (voy a intentar no volver a escribir más sobre este individuo; la publicidad que le estamos dando es el mejor favor que se le puede hacer a este etarra). Un intento obligado, el de conseguir la paz. Todos los gobiernos han dado pasos en este sentido y éste no podía, no debía ser una excepción. Hubo fallos durante el proceso de diálogo, pero, como dijo Duran Lleida antes de que se iniciara ese diálogo, nadie puede culpar al Gobierno por intentarlo. Digan lo que digan, no hay pactos ocultos, no hay concesiones a ETA y Navarra sigue siendo parte de España.
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Las reformas estatutarias. Tanta crítica que se ha oído cuando convenía a algunos, y resulta que España sigue en pie. Las reformas de los estatutos de autonomía, en lugar de verse como pasos lógicos en la evolución del Estado de las autonomías, se han utilizado como arma política. Los estatutos pueden y deben reformarse, y estos mismos textos contemplan sus mecanismos de reforma. Otra cosa es que no estemos de acuerdo con los contenidos, pero criticar las reformas es ridículo. ¿Os acordáis de que Cataluña se iba poco más o menos que separar de España con el Estatut? Ya nadie habla de Cataluña y nadie ve problemas. Curioso, cuando menos.
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El problema a solucionar. Sin duda, la inmigración. Empieza otra vez el buen tiempo y seguro que volvemos a vivir en breve avalanchas de pateras y cayucos. Hay que acabar con eso como sea, o al menos mitigarlo. No sé si el Gobierno ha propiciado un efecto llamado como dicen, pero lo que sí está claro es que no ha sido capaz de poner freno a este complicadísimo asunto. También hay que poner el acento en cuestiones como la violencia contra las mujeres (es intolerable lo que está pasando; las medidas políticas no consiguen frenar esta sangría), los muertos en accidente de trabajo (¿por qué ningún Gobierno tiene el valor de acometer una reforma valiente que impida tantas muertes en el tajo?) o los accidentes en carretera.
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PP. Es curioso que tengamos que analizar la actuación del PP para comprender la del Gobierno, cuando normalmente debería ser al revés, pero España es así. El PP ha conseguido que esta legislatura se quede a media. Ha boicoteado proyectos (como la reforma de la Constitución en cuatro puntos muy concretos a la que aspiraba el PSOE, y que, entre otras cosas, blindaría la situación del País Vasco y Navarra como comunidades autónomas en la Carta Magna; han dicho que no por decir no por sistema), se ha negado a formar parte de políticas de Estado, ha crispado la vida política, ha sacado a la gente a la calle (está en su derecho) por cuestiones cuando menos dudosas y ha instrumentalizado símbolos y colectivos sólo por su interés partidario. Ojalá los populares se libren de una vez por todas de Rajoy, Acebes, Zaplana... y Aznar. España lo necesita.
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Vida parlamentaria. A pesar de toda esa crispación, que ha tenido su reflejo evidente en Congreso y Senado, es indudable que ha mejorado la labor de las instituciones parlamentarias. Poco, muy poco, pero ha mejorado. Hay que valorar los pasos, aunque sean pequeños. El control al Gobierno ha sido mayor (más respuestas por escrito, más preguntas de control incluso en el Senado, que Aznar apenas pisó, más comparecencias de ministros y del presidente que en anteriores legislaturas), se ha institucionalizado una cita como la Conferencia de Presidentes y el diálogo entre los grupos ha crecido. El Gobierno es hoy capaz de llegar a acuerdos con todos los grupos minoritarios, cosa que antes no sucedía. Falta el escollo del PP, pero ya se sabe que dos no bailan si uno no quiere.
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Política económica. Tengo con la política económica de este Gobierno el mismo problema que con la de los anteriores ejecutivos del PP. Me cuentan que las cifras macroeconómicas van de perlas, que España es un país próspero, que se genera riqueza y empleo. Pero yo no percibo que todo eso llegue a los ciudadanos. A las grandes empresas sí, que todas, año tras año, anuncian beneficios multimillonarios, pero a la gente no. Es necesario que todo eso cambie. Conste, en todo caso, que yo no tengo ni idea de economía, pero esta percepción encaja con que casi todo el mundo considere continuista la política económica de este Gobierno.
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Fracaso femenino. Que nadie piense que soy machista porque no lo soy, pero la paridad que Zapatero se impuso en su Gobierno (que no ha sido tal en los altos cargos, sólo en los ministros) ha sido uno de los fracasos de su política. La mayoría de las ministras no ha dado la talla (salvo por descontado a la vicepresidenta De la Vega, aunque en la legislatura parece que ha ido de más a menos) y, como reflejan las encuestas del CIS, son las menos conocidas y menos valoradas por los españoles. Caso aparte es el de la titular de Vivienda, María Antonia Trujillo, que anda desaparecida seguramente porque cada vez que ha hablado ha armado algún lío.
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Buenos ministros. Los ha habido esta legislatura. Me gusta José Antonio Alonso, primero en Interior y luego en Defensa. Bono, pese a que es Bono, con todo lo que eso conlleva, hizo una labor muy digna. Me gustó Juan Fernando López Aguilar como titular de Justicia. Y Caldera me sorprendió. No le esperaba tan a gusto en el papel de ministro, después de haber sido el agitador del grupo de Zapatero en la oposición (un papel que ha heredado, y con fuerza, José Blanco).

miércoles, marzo 14, 2007

Sanciones ejemplares de la UEFA


Dejemos al margen lo que pueda suceder en las gradas de un campo de fútbol o en los aledaños de los estadios, que es materia de otro análisis más amplio. Aún así, el fútbol tiene un serio problema de violencia. Las tanganas suelen ser habituales, aunque bien es verdad que se ven pocas como la que se vivió al final del partido de Champions del pasado día 6 entre el Valencia y el Inter de Milán.

La UEFA ha impuesto ya las sanciones por aquellos hechos. Podremos discutir que en ocasiones anteriores no se ha demostrado la misma severidad. Podremos poner en duda si la cuantía a unos y otros jugadores es la adecuada. Podremos llevarnos las manos a la cabeza por la comparación con las sanciones de chiste que se imponen en nuestro país para hechos más o menos similares. Pero creo que pocos podrán decir que estas sanciones no son justas.

A David Navarro, que no es otro que ese jugador del Valencia que en la imagen aparece a la derecha rompiendo la nariz (literalmente) de Burdisso, le han echado una sanción de siete meses, que no partidos, que nadie se equivoque. Burdisso tendrá que cumplir seis partidos (a partir de aquí sí son partidos) de sanción, lo mismo que su compañero de equipo Maicon. Para Marchena, con quien Burdisso empezó los incidentes, serán cuatro los partidos que tendrá que ver desde su casa o desde la grada. Tres cumplirá Iván Córdoba y dos Julio Cruz. Y ambos equipos, Valencia e Inter, tendrán que pagar respectivamente una multa de 155.772 euros por el comportamiento de sus jugadores.

Ya va siendo hora de que nos acostumbremos a sanciones de este estilo ante hechos bochornosos como el que se vivió en aquel partido. ¿De qué sirven las pegatinas de "Fair Play", el saludo inicial de los dos equipos, que los dos onces salten juntos al campo y demás actos hipócritas y poco creíbles si luego no se sancionan los comportamientos antideportivos? Ojalá que la UEFA mantenga esa mano dura para todos estos hechos de esta índole que se produzcan en el futuro. Y ojalá que los comités españoles, la Liga de Fútbol Profesional y la Federación Española tomaran nota. Ya está bien de soportar a los auténticos macarras que en ocasiones se ven dentro de un campo de fútbol.

También tengo que alegrarme de la sanción de un partido a Van Bommel, del Bayer Munich, por este corte de mangas de la imagen, que iba dedicado a la afición del Santiago Bernabéu al marcar un gol, el 3-2 del partido de ida. Lo que no he entendido de esta sanción es por qué se impone después de que Van Bommel pudiera jugar el partido de vuelta contra el Real Madrid. Ese es un punto a mejorar, y además de forma urgente. Quien la hace, la paga, pero que la pague inmediatamente, porque ahora el beneficiado del comportamiento de Van Bommel no es el Madrid, como hubiera correspondido en buena lógica, sino el próximo rival de los alemanes en la Champions, el Milán.

martes, marzo 13, 2007

El sueño de un periodista

Con la muerte del Capitán América, que ya he tratado en este blog, me he acordado de otras muertes de superhéroes. Y rebuscando en el enorme archivo de cómics que tengo, he encontrado esta portada del Daily Planet que recoge la muerte con mayúsculas, la de Superman (que luego, claro, revivió...; no se puede matar así como así al superhéroe más popular de todos los tiempos, por muchos que las ventas de su cómic no sean las mejores...). Supongo que la pongo aquí porque recoge dos partes muy importantes de mí mismo. Mi yo periodista y mi yo friki.

Mi yo periodista siempre ha soñado con cubrir grandes eventos, con firmar noticias en la portada de mi periódico (siempre quise trabajar para un periódico, me apasiona la idea de la hora de cierre; me conformé con una agencia, no es lo mismo, pero sí colmó mis sueños algún que otro día). He vivido algún que otro día histórico en los más de seis años que he trabajado como periodista, y ahora que lo dejo (digamos que parcialmente; siempre me quedará la sensación de ser un periodista, estos blogs y alguna que otra colaboración) me acuerdo de muchos de ellos.

La muerte de Superman, aunque nunca ha sido uno de mis héroes favoritos (rincón reservado para Batman y los 4 Fantásticos), fue un shock para el friki que llevo dentro. Fue casi como si alguien de verdad se hubiera muerto (eso es lo que muchos fans de Spiderman dijeron sentir en los años 70, cuando Marvel decidió matar a Gwen Stacy, la primera novia de Peter Parker, una conmovedora historia que recomiendo leer a todo el mundo). Y es verdad. Llegas a querer tanto a estos personajes, que los hechos que suceden en sus vidas te llegan muy dentro. Superman, insisto, no es de mis favoritos. Pero es un icono. Todo el mundo conoce a Superman. ¿Os imagináis lo que sería si realmente existiera y muriera? Yo no soy capaz...

lunes, marzo 12, 2007

De manifestaciones y ecos

No quería escribir sobre la manifestación del pasado sábado, pero al final he claudicado y me pongo a ello. La culpa la ha tenido uno de mis adorados periodistas (¿periodistas...? Ja, qué más quisiera...), Julio Somoano. Ver su informativo en Telemadrid (casa en la que me consta que hay grandes profesionales pese a todo) se ha convertido en mi momento masoquista del día. Hoy, además de decir que Al Qaeda "amenaza al Gobierno de Zapatero" (digo yo que amenazará a España, pero en fin...), nos ha dado muchas más perlas sobre la manifestación del PP. Entre otras cosas, me ha hecho mucha gracia la propaganda que ha hecho a la cadena que le paga. Según ha explicado, más de 1.300.000 madrileños vieron la retransmisión que Telemadrid hizo del evento, según ha explicado una de cada cuatro personas que en ese momento veían la televisión. Ya me parece complicado entonces que fueran a la manifestación los más de dos millones de personas que fueron según su jefa, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre... A mí las cuentas no me salen, pero es que nunca me han salido cuando la manifestación la ha organizado la derecha.

Ha dicho hoy el presidente del PP, Mariano Rajoy, que la manifestación fue "serena, tranquila, pacífica y hermosa", "uno de los días más bonitos" de su vida política y "un ejercicio de libertad" que "unió a la mayoría por encima de los partidos políticos". Sí, claro. Serena y pacífica porque sólo fueron los de un lado, porque nadie se asombró de pancartas y carteles como los de estas fotos, en los que se pueden leer cosas como "11-M golpe de Estado", "Esto es España y al que no le guste que se vaya" o "También estoy a dieta. ¿Puedo matar gratis?" (qué fácil es tergiversar; De Juana Chaos, insisto, no está cumpliendo ya condena por sus asesinatos, sino por un delito de amenazas por el que se le procesó con el PSOE ya en el Gobierno y para evitar que saliera a la calle). Eso es pacifismo y lo demás son tonterías, sí señor...
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Y en cuanto a la unión de la mayoría por encima de los partidos, tiene gracia que lo diga precisamente el presidente de un partido político que es, oh casualidad, el que ha convocado la manifestación. ¿Hubo banderas del PSOE en la manifestación? Porque no se me ocurre mejor manera de reivindicar la presencia de un socialista allí. Hombre, me acuerdo de la última vez que un socialista intentó acudir a una manifestación de víctimas del terrorismo. Fue José Bono. Como poco, salió entre insultos. ¿Qué hubiera pasado si a mí se me ocurre salir el sábado pasado a la calle con una bandera del PSOE? ¿O con una pancarta en defensa del Gobierno o de Zapatero, aunque sea crítico con él por lo de De Juana Chaos? Seguro que habría habido incidentes, ¿verdad?

No podía faltar en esta convocatoria el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Francisco José Alcaraz, que aprovechó para pedir al Gobierno que vuelva al Pacto Antiterrorista. Señor Alcaraz, no me cansaré de recordarle que ese Pacto señala de forma muy clara que la política antiterrorista la dicta el Gobierno. Y aunque le pese, el Gobierno está ahora en manos del PSOE. Otra asidua en estas citas es la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que justificó la manifestación en su orgullo de ser española. Me parece genial. Yo también soy español, pero ¿qué pasa si no estoy orgulloso de serlo? ¿Qué pasa si para mí ser español es otra cosa distinta de lo que es para usted? Parece que estar orgulloso de ser español se está convirtiendo en una obligación y no en un derecho, y por ahí no paso. Por muy español que me pueda sentir.
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Pero, en todo caso, mi enhorabuena al PP. Ya ha asumido que la ultraderecha se manifesta con ellos y por eso Nuevas Generaciones, las juventudes de los populares, anunciaron que cambiarían las banderas franquistas por lazos azules. Alguna banderita hubo, para qué engañarse... Mi enhorabuena también por mostrarse ahora convencido de que el Gobierno tiene que hacer caso a los ciudadanos que salen a la calle. Le podía haber dicho lo mismo al presidente de aquel Gobierno en el que él era el vicepresidente, un tal José María Aznar, sobre las armas de destrucción masiva y la guerra de Irak, o su querido compañero de partido y paisano, Manuel Fraga, sobre el Prestige. Qué cara hay que tener para pedir que se escuche a los ciudadanos sólo cuando opinan lo mismo que uno. Qué mediocridad de políticos. Pero, claro, qué se puede esperar de alguien que no puede conseguir ni un solo acuerdo con partido alguno en el Parlamento.
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Por lo que no puedo dar la enhorabuena al PP es por la continua perversión de símbolos. Ya no se conforman con la bandera española, ni con el himno nacional, ni con el lazo azul... Ahora se apropian de una de las canciones emblemáticas de la lucha contra la dictadura. Qué pena que algunos ya no podamos cantar aquello de "libertad, libertad, sin ira, libertad" sin pensar en esta manifestación partidista, falsa y absurda. Ya van ocho manifestaciones (y lo dicen ellos mismos, asumiendo que las de la AVT eran suyas; han tardado, pero lo han reconocido aunque al principio lo negaran...) y seguro que nos quedan algunas más antes de que termine la legislatura. El sábado tenemos otra en Pamplona, a la que también irá Rajoy, porque dicen que Navarra está en peligro y que el presidente del Gobierno tiene que decir todos los días que Navarra no está en venta. ¿No se cansarán de hacer el ridículo...?

sábado, marzo 10, 2007

Tres años del 11-M

Ya han pasado tres años del 11-M. No voy a hacer un análisis del proceso judicial en marcha. No voy a hablar del enfrentamiento político que abrió aquella masacre y que todavía hoy continúa (aunque algo más silenciado y olvidado últimamente; ¿por qué será?). No. Hoy voy a hablar de cómo viví yo el 11-M. Porque aquel día trágico descubrí muchas cosas, viví muchas cosas, sentí muchas cosas.

Profesionalmente, fue uno de los días más duros que he vivido nunca. No, miento. Fue el día más duro que he vivido nunca. Es uno de esos días en que uno siente como una maldición ser un redactor de política en una agencia chiquitita de un gran grupo de comunicación. Había que hacer el mejor trabajo posible. Y se hizo un trabajo increíble. Ya lo tenía claro de antes, pero aquel día confirmé que algunos de mis compañeros eran los mejores que una persona puede tener nunca. De cinco redactores, tres nos quedamos todo el día en la redacción, comimos una hamburguesa mientras nos peleábamos con los teletipos. Esas dos compañeras trabajaron conmigo a un nivel espectacular, aunque nadie que tuviera un cargo por encima de nosotros nos diera siquiera una palmada en la espalda para animarnos aquel día.

Una de esas cinco personas era mi entonces jefa. No sólo se marchó a comer tranquilamente, como si fuera el día más normal, sino que estuvo dos horas fuera de la redacción y con el móvil fuera de cobertura. Nunca me ha interesado saber qué estaba haciendo. Me bastó con saber que en el 11-M, el día con mayor volumen de trabajo que me tocó vivir en la redacción de aquella agencia, ella por lo visto tenía mejores cosas que hacer. Como casi siempre, por otra parte. Esta persona me demostró que es fácil cobrar, y mucho, por un trabajo que no hacía. A los de arriba tampoco les importaba, y de eso se aprovechó.

Una llamada de teléfono me despertó aquel día. Era mi padre, para avisarme de lo que había pasado. Debían ser poco más de las ocho y yo apenas había dormido cuatro horas. El día anterior había salido de trabajar casi a medianoche. Inconvenientes de cubrir una campaña electoral, mítines nocturnos incluídos. Cuando vi que el lehendakari salía a condenar el atentado, y aunque no tenía que ir a trabajar hasta la hora de comer, decidí darme una ducha y salir pitando para la redacción. Esto era algo gordísimo y nada más me importaba. Debían ser las once. Me esperaban más de doce horas de trabajo continuo. Por fortuna, el atentado no me pilló personalmente ni siquiera de cerca aquel día. Tengo un amigo en Santa Eugenia, pero ni él ni su familia estaban por allí aquel día.

Aquel 11 de marzo fue el día en que mi ingenuidad política terminó de quebrarse. Nosotros poníamos siempre un tema a nuestras informaciones. Y cuando eran de un atentado de ETA llevaban la etiqueta de "ETA". Todavía me recuerdo debatiendo con mis compañeras (con las dos compañeras de verdad, con las dos con las que compartí aquel día de trabajo, una amistad de muchos años que todavía está viva y por mucho tiempo, y un cariño inmenso) si poníamos ETA o no. Yo decía que si el ministro del Interior me había asegurado "sin ninguna duda" que era ETA, había que poner ETA. No gané aquella conversación. Pusimos "Atentados". Como me alegro de haberme equivocado aquel día.

Ese día también me quedó claro que los medios de comunicación, los grandes, ya no hacen el trabajo que les corresponde. Y sólo hablo del ejemplo que viví en primera persona. Cuando Acebes salió por la tarde en su segunda rueda de prensa y anunció que se había encontrado una cinta de audio con versículos del Corán, a mí se me cayó el mundo encima. En un segundo se me pasó por la cabeza la barbaridad de ese mismo ministro horas antes asegurando sin margen de duda quién había cometido el atentado. Y también lo que significaba eso. Que podía haber más atentados islamistas. Que éramos objetivo preferente. Que por qué no iba a haber atentados suicidas en España (cómo lamenté equivocarme de esta premonición sólo unas semanas después, cuando siete de estos miserables se inmolaron en Leganés). Y mientras todo esto pasaba por mi cabeza, mi ex jefa estaba dando botes de alegría y diciendo: "¡Ya hemos ganado las elecciones!". En la votación del 14-M yo no pensé ni una sola vez aquel día.

Mentiría si dijera que fui consciente en todo momento del alcance humano que tuvo aquella masacre. No. Durante el 11-M, estuve tan desbordado de trabajo, tan concentrado en salir adelante en aquel día tan difícil, que no fui consciente de que casi 200 personas se habían quedado por el camino. De eso no me di cuenta hasta cerca de las siete de la tarde, en el primer parón que hice a lo largo del día, justo antes de que hablara el Rey y de que Acebes diera su segunda rueda de prensa de la jornada. Me acerqué a saludar a una compañera de redacción, una amiga a la que tengo un cariño muy especial, y estaba hecha polvo. Había estado en uno de los hospitales a los que se trasladaron decenas de heridos. Y ahí me di cuenta de lo que realmente había pasado.

A aquel día le siguieron otros dos días de durísimo trabajo. Al día siguiente cubrimos la manifestación, la de Madrid y las de todas las ciudades de España, desde la redacción, por la radio, por televisión y por Internet. Llegamos a todas partes y llegamos antes que medios de comunicación mucho más grandes. El sábado afortundamente no me tocó trabajar. El domingo eran las elecciones generales. Y ante la precariedad en la que estábamos sumidos gracias a la innacción de mi ex jefa y a la pasividad de sus superiores, yo estuvo todo el día en la redacción acompañando al becario de turno. Llegué a la una de la tarde y me fui a la una de la madrugada.

Ya han pasado tres años de aquello y todavía lo tengo en la memoria como si fuera ayer. Profesionalmente, no he tenido un día como aquel, ni espero volver a tenerlo. Humanamente fue un palo difícil de olvidar. Por mucho que se empeñen algunos en utilizarlo en su propio beneficio. Mi recuerdo para todos los que sufrieron aquel día y para los que siguen sufriendo, para los que se fueron y para los que se quedaron con dolor. Para todos los que verdaderamente sentimos el 11-M como un atentado a nosotros mismos.

viernes, marzo 09, 2007

El Capitán América ha muerto. ¡Viva el Capitán América!

Marvel Comics nunca dejará de sorprendernos. Para bien o para mal. La última ocurrencia de la conocida como Casa de las Ideas ha sido matar al hombre que desde 1941 ha vestido el traje del Capitán América, Steve Rogers. Para los que no seáis lectores de cómics, os pongo en antecedentes históricos, tanto en la vida real como en el mundo de la historieta. El Capitán América es uno de los superhéroes más antiguos del mundo del cómic, que Marvel Comics, cuando nació en los años 60, escogió como bandera (nunca mejor dicho) junto a personajes de nueva creación como Spiderman, los 4 Fantásticos, Hulk o los X-Men (que aquí en España y por lo menos para mí, siempre serán conocidos como la Patrulla-X).

Dentro de la historieta, el tema es de lo más complejo. Resulta que el Gobierno de Estados Unidos ha decidido poner en marchar un acta de registro de superpoderes, con lo que todos los héroes deben revelar su identidad a una agencia gubernamental. Vamos, que tienen que ser fichados para poder seguir vistiendo mallas y salvando el mundo. Eso genera una guerra civil entre dos bandos enfrentados de superhéroes. Por un lado, Iron Man defiende este acta. Por el otro, el Capitán América sigue creyendo en sus ideales de justicia y libertad.

La Guerra Civil de Marvel, cuyo preludio ya se está publicando en España (el meollo de la saga no tardará mucho) ha dejado consecuencias de enorme calado en este universo superheróico. Spiderman reveló al mundo que su verdadera identidad era la de Peter Parker. Los 4 Fantásticos se partieron por la mitad y de raíz. Mister Fantástico y la Mujer Invisible, matrimonio además de miembros del cuarteto, se fueron cada uno por su lado y en el grupo les sustituyeron Pantera Negra y Tormenta. Y ahora el Capitán América muere.

Marvel ha anunciado que seguirá publicando el título del Capitán América por el momento para mostrar las reacciones a su asesinato, a manos de un francotirador cuando estaba a punto de presentarse en el juicio por negarse a inscribirse en el acta de registro. Aunque en el mundo del cómic todo es posible, esta muerte parece muy definitiva. Y más cuando Marvel lo que ha dicho es que el que muere es Steve Rogers, no el Capitán América, que es un símbolo y un traje que pueden llevar otras personas. Así que habrá que esperar que en breve haya otro tipo dentro del traje cuando pasen unos meses y se dé por explotado comercialmente el fenómeno del asesianto...

Ya sé que la muerte del Capitán América no es la primera ni será la última de un gran personaje de cómic, pero no acabo de comprender esta estrategia de las editoriales. Vale, seguro que venden una barbaridad los números de la muerte y los posteriores, y que Marvel es una compañía que tiene que lograr beneficios, pero como lector no me gusta. Sus colegas de DC hicieron cosas parecidas ya con Superman (¿os acordáis, en los 90, cuando nos afirmaban los medios de comunicación que el Hombre de Acero era asesinado? ¿Que lo decían como si no fuera a resucitar?) y con Batman (como este personaje tiene una base más realista, se limitaron a partirle la espalda para darle el traje del murciélago a un psicópata; luego una curandera con poderes se la arregló como si tal cosa). Marvel lo hizo con Spiderman (las muertes y resurrecciones están a la orden del día, empezando por la de la inmortal Tía May; además, nos hicieron creer durante un tiempo que Peter Parker era un clon y dejaba su lugar de Spiderman al supuestamente auténtico, un tal Ben Reilly). Pero casi siempre sabíamos que no eran definitivas. Ahora sí parece definitiva.

Me pregunto si no es una estrategia política más que comercial. Si es que en realidad estamos ya en un mundo en el que el concepto del Capitán América puede generar más odio que otra cosa, gracias a las acciones del ínclito George W. Bush. Y me lo pregunto a tenor de unas declaraciones que he leído al productor cinematográfico Lorenzo di Bonaventura, y que enlazo con esa idea que ha surgido en mi cabeza. Veréis, en mi blog de cine publicaba esta semana que quiere hacer una película sobre los G. I. Joe, esos muñecos que después fueron serie de dibujos animados sobre un grupo de élite antiterrorista. Pues G. I. Joe es, antes que una franquicia de entretenimiento, la denominación que se da a los soldados norteamericanos. Pues Di Bonaventura ha declarado que va a juntar esta franquicia con la de Action Man, que a su juicio es algo parecido a los Joes pero a la europea, porque teme que una película sólo titulada G. I. Joe no recaude dinero en el mercado internacional.

En cualquier caso, lo que está claro es que Steve Rogers ha muerto. El Capitán América, por mucho que metan a otro tipo en el traje, ha muerto. ¡Viva el Capitán América!

miércoles, marzo 07, 2007

Los tiempos de la política, los tiempos de la vida real

La política va a un ritmo diferente de la vida. La política ya no tiene como objetivo solucionar los problemas de los ciudadanos. La política tiene ahora otros objetivos. La vida sigue su curso y, en un mundo normal, la política tendría que ir al mismo ritmo, por el mismo camino. Adaptarse a sus problemas, anticiparse incluso a ellos. Todo con el objetivo de que la vida de las personas fuera mucho mejor. Pero no es así. La política tiene un ritmo, la vida otra. Y el Parlamento español tiene la interesante costumbre de corroborar día tras día la falta de atención que presta a los problemas diarios de las personas. Hoy leo en la prensa dos ejemplos.

Primer ejemplo. "El permiso de paternidad será de un mes a partir de 2013". Lo más gracioso de la noticia es que lo que se está anunciando un acuerdo entre PSOE e IU para adelantar en dos años la aplicación de la medida. Vamos, que nuestros ilustres diputados ya tenían previsto que para 2015 (¡¡¡2015 nada menos!!!) los padres puedan disfrutar de un mes junto a su familia. Bueno, ahora mismo estoy soltero y sin compromiso, así que, con poco de suerte, consigo beneficiarme de la medida. Me encanta hacer planes a tan largo plazo... Y quien tenga hijos antes de 2013, pues que apechugue con ello... Si es que la gente tienen una prisas. Si para entonces ni siquiera se habrán celebrado los Juegos Olímpicos que quiere Madrid...

Segundo ejemplo. "El Congreso prorroga otra semana más el plazo de enmiendas a la Ley contra la Violencia en el Deporte". Lo de otra semana más es casi un eufemismo. Son ya 20 las veces que se ha retrasado esta plazo. Y mientras tanto, la violencia sigue siendo un hecho cotidiano en el fútbol, como demuestran ejemplos recientes como los destrozos en el exterior del Vicente Calderon antes del Atlético - Real Madrid, todo lo que envolvió al derbi sevillano entre Betis y Sevilla o incluso el nefasto final de la eliminatoria de Champions entre el Valencia y el Inter (un inciso obligado: soy del Manchester, pero Anfield, el campo del Liverpool, me devuelve la ilusión por el fútbol, por el deporte y por la vida cada vez que veo un partido que se juega allí; es increíble ver cómo animó Anfield a su equipo en el partido ante el Barça).

Pues nada, que sus señorías sigan en ello, que su trabajo cada vez es más importante y tiene un efecto aún más profundo si cabe en la vida de los ciudadanos. ¿No habrán pensando subirse el sueldo como recompensa? Anda, no, espera, que me he equivocado... Que la subida de sueldo fue el primer acuerdo unánime de esta legislatura... Si es que uno tiene una cabeza...

Apropiaciones indebidas

Primero lo hicieron con la Ley de Partidos. No la propusieron ellos. Al principio la despreciaron, la calificaron de "conejo sacado de una chistera". Pero la acabaron firmando y defendiendo como a un hijo. Hasta el punto de acusar a quien sí la propuso de haberla abandonado, como si fuera un mal padre.

Luego se hicieron dueños de la verdad absoluta. No había armas de destrucción masiva y ETA no había tenido nada que ver con el 11-M, pero la verdad absoluta seguía siendo su patrimonio. Los que no estábamos de acuerdo podíamos elegir entre ser unos antipatriotas que deseaban el regreso en ataudes de los soldados españoles en Irak o unos miserables, como nos proclamó el entonces ministro del Interior.

Después fue la Constitución. No importó que su único ex presidente del Gobierno escribiera artículos en su contra durante sus años mozos. Era suya. Sólo ellos sabían interpretarla y defenderla. Y quien no estaba de acuerdo con ellos, como poco, merecía ser recusado.

Luego fueron la bandera española y el himno nacional. Sólo ellos podían ser españoles. Los demás no teníamos derecho a utilizar las enseñas, aunque ellos mismos promulgaron que su uso se limitara a actos oficiales. Pero ellos son los patriotas y nosotros, los demás, sin ninguna otra distinción ideológica, política o racial, los traidores.

Y ahora es el lazo azul. Aquel que todos nos pusimos para exigir a ETA el fin de sus secuestros, el fin de su extorsión, el fin de su violencia. Será que ahora nosotros, los demás, no estamos a favor de la libertad y en contra del terrorismo. Sólo ellos tienen derecho a utilizar ese símbolo. Y han abierto una nueva guerra en la que sus adversarios políticos se han lanzado también a utilizar el símbolo. ¿Respuesta justificada? Puede que sí, pero no deja de ser triste.

Los dirigentes del PP demuestran día tras día que tiene una visión limitada y estrecha de la sociedad y de la historia. El uso (el abuso) del lazo azul es sólo un peldaño más en la escalada de división que están promoviendo. Han pervertido un emblema de la unidad en la lucha contra el terrorismo. Me recuerdo en mis años de instituto pintando un pin que tenía con la forma de un lazo rojo para poder así demostrar mi rechazo a ETA. Nunca más lo volveré a utilizar. Por cierto, ¿de qué se ríe el señor Rajoy al mostrar su lazo azul? En su día, era un símbolo de lucha contra el terror. Por lo visto, hoy es una chirigota sin sentido.

lunes, marzo 05, 2007

Salvajes y poco inteligentes


No sé muy bien qué clase de problemas tienen los vándalos con las obras de arte que están al aire libre, a la vista de todos para su disfrute. Hace no muchas semanas, unos borregos de Barcelona encontraron un objeto de diversión en una enorme barra de hierro que utilizaron para destrozar el dragón que preside la entrada del Parque Güell de la Ciudad Condal. Hace un par de días, la famosa Sirenita de Copenhague aparecía de esta guisa tras los enfrentamiento callejeros que se han producido en Dinamarca. Y estos dos hechos me han traido a la memoria aquella vez que unos tipejos que celebraban una victoria de la selección española de fútbol se llevaron un brazo de la Cibeles de Madrid.

Siempre me ha parecido curioso que los distintos monumentos de las ciudades corran el mismo peligro ante fenómenos tan dispares. ¿Que un par de chavales quieren pasarlo bien? Destrozan algo. ¿Que se trata de una multitud reivindicando algo o protestando por algo? Destrozan algo. ¿Que son unos hinchas de un equipo de fútbol celebrando un título? Destrozan algo. Da igual el motivo por el que estén en la calle, el destrozar algo se ha convertido en deporte universal. Parece matemático que rodarán cabezas artísticas ante cualquiera de estos significativos hechos en la vida de estos salvajes, aunque a veces demuestran un comportamiento más civilizado y se conforman con hacer las pintaditas de turno...

¿De dónde vendrá esa manía destructiva? Siempre me lo he preguntado, porque es algo que no entra en mi cabeza. ¿No se puede protestar pacíficamente? ¿No se puede celebrar algo sin necesidad de hacer algo añicos? Y ya puestos a entrar en la mente de estos salvajes sin inteligencia: ¿no se conforman con romper mobiliario urbano sin valor artístico como una papelera o una marquesina? Que ya es duro que tengan que romper algo, pero puestos a romper, amigos salvajes, no rompáis una obra de arte, que digo yo que por lo menos de pequeños os habrán llevado a algún museo y podéis llegar a comprender el valor de, por ejemplo, una escultura... Sin duda, la educación es un grave problema, no sólo ya de este país, sino del mundo entero...

viernes, marzo 02, 2007

Impuntualidad



El Gobierno de Perú cree que uno de los problemas que aquejan al país es... la impuntualidad. Creo que es el primer gobierno del mundo que se toma en serio esta costumbre tan aceptada socialmente y que tan poco me gusta, lo de llegar tarde a todas partes. Así que, desde este modesto rincón de Internet y aunque haya quien crea que esto es una tontería en la que no deberían detenerse unos gobernantes, mi aplauso para el Gobierno peruano.

El problema allí parece que es bastante más grave que en otros lugares del mundo. Sirva como ejemplo de lo arraigado que está la impuntualidad el hecho de que el ex presidente Guillermo Toledo se permitió el lujo de llegar una hora tarde al acto de toma de posesión de su sucesor, Alan García.

Me encantaría poder decir que este problema es exclusivo de Perú, siquiera de Latinoamérica como he leído en alguna información sobre la decisión del Gobierno peruano. Pero hay que asumir que el problema es global y que España está totalmente implicado en él, seguro además que como uno de los países más afectados, me atrevo a decir... El retraso y la impuntualidad están a la orden del día. La gente llega tarde a las citas (me pasa mucho con casi todos mis amigos; yo soy puntual y siempre tengo que esperar pacientemente...), los actos comienzan tarde en todas partes (desde ruedas de prensa a partidos de fútbol), los horarios laborales es como si no existieran (cómo me acuerdo de las costumbres que arraigó mi ex jefa en mi anterior trabajo, que se permitía el lujo de llegar hasta dos horas tarde y marcharse como poco media hora antes del final de su jornada) y no se tiene ningún respeto por el tiempo de los demás.

Como dice Max Hernández, el secretario general del Acuerdo Nacional que se ha firmado en Perú para luchar contra la impuntualidad, "el tiempo es un recurso no renovable". No se puede recuperar el tiempo que se nos hace perder por la impuntualidad. Así que ya sabéis. El tiempo es oro. No se lo hagáis perder a la gente a la ligera. El mundo no se va a acabar por la impuntualidad, pero cuesta tan poco colaborar en este sentido...

jueves, marzo 01, 2007

El peor error del Gobierno Zapatero

La decisión que ha adoptado el Gobierno con respecto al etarra De Juana Chaos es la peor que ha adoptado en los tres años que han trascurrido desde que ganó las elecciones. Sentencio esto convencido de ello, pero con muchos matices que merece la pena analizar. Y voy a ello, aún a sabiendas que es difícil de explicar y que mucha gente no estará de acuerdo conmigo en diversas partes de mi argumentación.

Cuando he oído la noticia esta mañana de que el Ministerio del Interior había decidido trasladar al etarra a un hospital de San Sebastián y después, cuando reciba el alta, a su casa para terminar de cumplir su condena, no tenía muy clara mi opinión. Por un lado, comparto el argumento que ha dado el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba de que la humanidad es lo que nos diferencia de los terroristas, de que lo correcto es velar por la vida de todos los reclusos, aunque sean terroristas, aunque hayan matado a 25 personas y aunque nos asquee salvarles la vida. Por otro, se me hace duro que un etarra como él consiga beneficio penitenciario alguno.

Pero entonces veo las imágenes de su llegada al hospital donostiarra. Entra por su propio pie. ¿Ese es el mismo preso del que me decían que estaba a punto de morir? ¿Del que hay informes que dicen que incluso aunque vuelva a comer su vida está en peligro porque puede haber sufrido daños irreversibles? ¿Del que Gara titula hoy que está a punto de entrar en coma? Y una duda surge, y se acrecienta incluso con las informaciones (que realmente ya no sé si creerme, tal es el grado de desconfianza que han generado los medios de comunicación y sus intereses) de que ha pasado cierto tiempo con su novia, no jugando al ajedrez precisamente. Si no se le ha trasladado por un problema real de salud, ¿cuál es el motivo?

Crece en mí la impresión de que el Gobierno ha estado y está, efectivamente, concediendo privilegios a De Juana Chaos y eso es duro. Muy duro. Y no ya por el supuesto problema político, no. Lo digo porque sé que si por algún azar de la vida algún conocido mío, familiar o amigo, o incluso yo mismo, acabara en la cárcel, no tendría esos mismos beneficios. Ya no es una cuestión de privilegios, es una cuestión de igualdad. Si todos somos iguales ante la Ley, como pregona una Constitución a la que ya nadie parece hacer caso, supongo que todos seremos igual en el cumplimiento de sus sentencias, ¿no? Perdonad mi ingenuidad en este punto...

Pero entonces ocurre algo que, por lo visto, es inevitable en la España actual, ya hablemos de terrorismo, de educación, de religión, de la familia, o incluso del Betis - Sevilla. La derecha política, social y mediática se lanza a la yugular de Zapatero. Ha roto España, ha entregado a ETA el Estado de Derecho, se ha rendido, ha claudicado y ha dado más importancia a la vida de De Juana Chaos que a la de Miguel Ángel Blanco o de cualquier otra víctima del terrorismo etarra (todo eso lo he oído durante el día de hoy, ya sea de boca de un político o de un supuesto periodista). Incluso se ha producido una (¿espontánea?) concentración de protesta ante el Ministerio del Interior.

A toda esta derecha se le olvidan siempre muchas cosas, y me tanta rabia esto como la decisión del Gobierno de Zapatero. La manipulación es tan evidente que se intenta ligar este cambio en la situación penitenciaria de De Juana Chaos con sus 25 asesinatos, por los que, nos guste o no, ya ha rendido cuentas ante la Justicia. Se olvida que cuando De Juana Chaos aseguró, entre otras muchas barbaridades, que las lágrimas de las víctimas del terrorismo le daban fuerzas para seguir adelante el entonces fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, no tuvo la brillante idea de procesarle. Se olvida que fue el actual fiscal general, ya con el PSOE en el Gobierno, el que inició el actual proceso, seguro que más rebuscado con sus artículos en Gara que con algunas de sus precedentes frases. Se olvida que sin este proceso, De Juana estaría ya en la calle desde hace más de un año. Y se olvida que éste fue uno de los etarras que el Gobierno de José María Aznar trasladó de prisión cuando ETA decretó la tregua de 1998.

Y si el Gobierno de Zapatero recibe palos (no los justificados, que se los merece) demagógicos, interesados y sectarios desde la derecha, lo mismo sucede desde el mundo abertzale, que acusa al Ejecutivo de no dar pasos, de querer acabar con la vida de De Juana y de no sé cuántas cosas más. Claro, uno ve al Gobierno vilipendiado por los dos extremos y se pregunta si todo eso es justo. Soy el primero dispuesto a criticar la decisión del Ejecutivo (y de hecho la critico; he perdido la confianza en Rubalcaba como ministro del Interior, y espero a que Zapatero se pronuncie sobre este asunto). Pero no con mentiras, no con insultos, no con demagogia. Y hay tanta en todo este asunto, que realmente se me hace difícil la crítica al Gobierno.

Incidentes previsibles

Era previsible. Todos lo veíamos venir, todos menos los que mandan en el fútbol español, ese que se cree privilegiado, por lo visto tocado por la mano de Dios para evitar todos los problemas que se reproducen en el fútbol del resto de los países. Se veía venir que en el Betis - Sevilla que se jugaba ayer, Día de Andalucía para más inri, se iba a montar una importante. Pero nadie ha hecho nada antes. Y veremos si se hace algo después, porque yo estoy casi seguro de que esto se quedará en un cierre del estadio bético por un par de partidos que el Comité de Apelación dejará en sólo uno. Y eso si hay suerte. Por supuesto, la próxima vez que jueguen estos dos equipos, volverá a haber declaraciones estúpidas y algún que otro incidente.

Lo vivido ayer en Sevilla fue indignante, conclusión perfecta de una historia de odio entre dos clubes cuya convivencia en la misma ciudad y en la misma categoría, visto lo visto, es peligrosa. Tienen unos dirigentes impresentables, que se dedican a fomentar odio, a armar follón, a creerse habitualmente por encima de los demás. Ellos son los auténticos responsables de todo lo que pasó ayer. De lo que ordenaron y de lo que provocaron. Ayer, desde luego, ganaron por goleada los dirigentes del Betis: ordenaron no dar entradas a los seguidores del Sevilla; ordenaron a los empleados del club que utilizaran productos más o menos tóxicos (por lo menos molestos) para limpiar el vestuario visitante; colocaron el busto del ínclito Lopera justo detrás del presidente del Sevilla, que hace pocos días, en el anterior partido liguero, no quiso salir fotografiado junto a él; y negaron la acreditación al director deportivo del Sevilla, Monchi.

No es que la directiva del Sevilla se haya portado mucho mejor. El pasado día 10, cuando ambos equipos se enfrentaron en partido de Liga en el Ruiz de Lopez, José María del Nido demostró su escasa talla como presidente y su nulo sentido de la deportividad. Se negó a recoger un obsequio del Betis con motivo de su centenario y el motivo que argumentó fue no salir retratado junto al busto de Lopera. Aquí es donde las informaciones son más confusas, pero se ha llegado a decir que hubo algún que otro empujón entre miembros de ambas directivas. Luego, aunque se veía venir, decidió acudir al palco del Ruiz de Lopera en el partido de anoche para incendiar un poquito más los ánimos de los energúmenos. Como si lo necesitaran...

¿Y cuál es el resultado de tanta estupidez? Primero, incidentes en las calles. Los seguidores del Sevilla a los que se negó la entrada realizaron diversos destrozos en el mobiliario urbano. Y dentro del campo, además de un más que desagradable recibimiento a toda la expedición del Sevilla (empezando por Del Nido), el botellazo al entrenador Juande Ramos. Partido suspendido y la decisión en manos de los comités, que sin duda contribuirán a que este desaguisado sea todavía mayor.

Hace no demasiado me contaban una, llamémoslo anécdota, que ilustra a la perfección la relación entre los dos clubes sevillanos. Según me relataron, y aunque no puedo confirmar la veracidad de la historia creo a la fuente que me la contó, un ex jugador del Betis bastante conocido, del que no voy a citar el nombre, se compró un piso justo enfrente del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán. En sus ratos libres, por lo visto le entretenía coger su escopeta de perdigones y disparar al escudo del Sevilla.

Digo que se veía venir, y lo peor de todo es que tuvimos un adelanto el pasado fin de semana del que apenas se ha hablado. Antes del derbi madrileño que se disputó en el Vicente Calderón, los indeseables de siempre provocaron destrozos en unidades móviles de diversos medios de comunicación. Y dentro del campo, cuando marcó el Atlético, algunos aficionados llegaron a romper una valla de protección. A eso hay que añadir los constantes lanzamientos de objetos en casi todos los campos, la violencia y odio con que se suele recibir a equipos rivales, incluso a aquellos con los que no hay querella ninguna y la todavía no remediada presencia de grupos ultra en los campos de fútbol (un ejemplo: ¿os acordáis de que los Riazor Blues se iban a disolver cuando se asesinó a un seguidor del Depor? Pues que alguien explique por qué todavía hay una inmensa pancarta con el nombre del grupo en uno de los fondos de Riazor).

El fútbol español está tan expuesto como el italiano a la violencia de los fanáticos y radicales. Algún día volverá a pasar algo mucho más grave que lo vivido ayer en Sevilla (ejemplos tenemos en España, desde el chaval muerto en Riazor por una bengala al asesinato de Aitor Zabaleta junto al Vicente Calderón) y la gente se rasgará las vestiduras. Prácticamente nadie ayuda a que el fútbol no sea el nido de estos energúmenos. Ni los jugadores, ni los entrenadores, ni los presidentes, ni los comités. Nadie. Basta ya de tonterías y volvamos a lo que nos gusta a todos, el fútbol. Si es que nos dejan...