Ayer por la noche TVE emitió un programa especial sobre el Príncipe Felipe (¿Por qué? ¿Qué se celebraba? ¿No era el Rey el que cumplía años? ¿Está la cadena pública en una cruzada por relanzar la imagen de la Casa Real? No es que me preocupe, pero seguro que hay mejores oportunidades, dictadas por el calendario, para emitir este especial), y hacia el final del documental el narrador explicó que al Heredero se le ha relacionado siempre con un equipo de fútbol concreto pero que, "por razones obvias" no podía pronunciarse al respecto. Me quedé asombrado, de verdad.
Para empezar, porque es público y notorio que el Príncipe Felipe es seguidor del Atlético de Madrid. Fue él quien recibió a una delegación del club colchonero en Zarzuela, quien recibió una camiseta (como se ve en la foto) con el nombre de Letizia cuando anunció el compromiso con la hoy Princesa de Asturias. Además, fue presidente de honor del centenario del Atleti, y ha estado en más de una ocasión el palco del Vicente Calderón.
Pero resulta que es cierto, que el propio Príncipe de Asturias nunca ha podido decir que es seguidor de ese equipo, más allá de unas inocentes declaraciones que Felipe hizo siendo todavía un crío. El día que recibió a la delegación rojiblanca en Zarzuela, Jesús Gil aseguró que "en la entidad le exoneramos de que no pueda pronunciarse" porque "esta Casa (la Casa Real) está por encima de todo".
Aunque asumo que mucha gente no estará de acuerdo conmigo, no entiendo por qué el Heredero a la Corona española no puede manifestar sus simpatías por un equipo u otro. Me parece lo más humano del mundo animar a un equipo, y si el Príncipe Felipe es del Atlético de Madrid me parece tan bien como si fuera del Osasuna, del Getafe o del Alcoyano. ¿Por qué tiene que esconder algo tan inocente como su filiación futbolística? O dicho de otra forma más exacta todavía: ¿por qué todo el mundo sabe que es seguidor del Atlético de Madrid y sin embargo él no lo puede decir?
Y entonces me vienen a la cabeza las últimas declaraciones de Nicolas Sarkozy, un tipo que no me cae especialmente bien pero que de vez en cuando tiene razón en lo que dice. Hay mucha hipocresía. Sobre la vida personal del presidente francés pero también sobre otras muchas cosas. Y los gustos deportivos del Príncipe Felipe son una de esas cosas. A mí me gustaría oírle decir que es del Atlético de Madrid. Por lo menos, me parecería lo más normal del mundo.
4 comentarios:
Me parece perfecto que diga lo que quiera, con lo que no estoy nada de acuerdo es con tener que pagarle la vida por su "sangre real". Ni a él ni a toda la tropa.
Que si mi sangre es de un color diferente a la suya es simplemente por motivos de calidad de vida. Claro, a mi no me subvencionan las necesidades básicas y mucho menos las accesorias...
Pues el rey es un merengón de cojones que se pasa la vida en el palco del Bernabéu.
Igual, cuando le digan que si prefiere carne o pescado, no se manifestará "por razones obvias".
Lo que pasa es que no será muy del Atleti. Si lo fuese, se cagaría en todo, daría un puñetazo en la mesa y diría sí, soy del Atleti, qué pasa.
Con lo bonito que es ser del Atlético de Madrid...
Yo también creo que habría que fomentar un poquito la naturalidad en ese aspecto. No deja de ser un gusto personal, igual que el de la Reina, a la que no le gustan los toros, y es de dominio público, y tampoco pasa nada.
Yo creo que se debe a que el Príncipe, como heredero la Corona
-¿qué corona, si los reyes ya no llevan corona?- no es de naturaleza humana. Luego uno que no es de naturaleza humana, ya me dirán ustedes si debe y puede manifestarse como forofo de algo tan terrenal como es el fútbol.
La condesa de Estraza
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