Y día tras día seguiremos teniendo evidencias de que España se rompe... pero por donde no hay que adelantar, por la derecha. Después de los dos casos de ayer, más o menos anecdóticos y triviales, ahora toca ponerse serios. Porque los autores de las dos felonías que toca denunciar hoy son importantes, tienen medios suficientes como para manipular a mucha gente y ningún escrúpulo a la hora de llevar a cabo esa manipulación. Y, se esté o no de acuerdo con sus ideas, se compartan o no sus objetivos, hay que denunciarlo. España ganaría mucho si sobre casos como éstos hubiera unidad. Pero las posiciones están ya demasiado enrocadas. España está demasiado rota para ser arreglada tan fácilmente.
José María Aznar, ex presidente del Gobierno, participó ayer en el IV Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo, según dijo no como político sino como víctima que fue de un atentado de ETA. Sobra decir que aprovechó esa tribuna para arremeter contra el PSOE y contra el Gobierno. Era lo esperado. Pero hay una cosa que supera bastantes de los niveles de ruindad que ya ha alcanzado con anterioridad el anterior inquilino de La Moncloa, al que nunca le agradeceré lo bastante que prometiera estar sólo ocho años en el Gobierno. Aprovechó este cónclave de víctimas del terrorismo para pedir el voto para el PP. "Deben pensar bien si quieren dar su voto a alguien que les ha engañado en un asunto tan básico como es el terrorismo", dijo.
Habrá por ahí personas mucho más cualificadas que yo, sin duda, pero imbécil, lo que se dice imbécil, no me considero. Creo que soy lo suficientemente inteligente como para juntar dos ideas que aparecen separadas. Y recuerdo ese Pacto Antiterrorista que tanto decían defender Aznar, su sucesor designado a dedo y los dirigentes del partido que todavía preside (presidencia de honor, dicen), y que ese mismo Aznar firmó siendo presidente del Gobierno. Cuántas veces le habrán achacado a Zapatero su ruptura... El pacto comprometía a los firmantes a "eliminar del ámbito de la legítima confrontación política o electoral entre nuestros dos partidos las políticas para acabar con el terrorismo". Y tenía un punto especialmente dedicado a las víctimas.
¿Pedir el voto para el PP desde un Congreso de este colectivo es "preservar su memoria", como obliga ese pacto a hacer? ¿Cómo puede un presidente del Gobierno que llamó personalmente a todos los directores de medios de España para decirles el 11-M que el atentado lo cometió ETA, acusar a otro presidente del Gobierno de mentir con el terrorismo de telón de fondo? ¿Cómo puede mirar a nadie a los ojos y decir algo así? Yo tengo claro que Zapatero mintió, y lo he dicho aquí. Pero qué sectarismo, qué demagogia, qué manipulación... No espero de Aznar más que ataques e insultos como los de ayer a Zapatero o a quienes le votamos en su día o pensamos hacerlo en el futuro, pero pedir el voto para Mariano Rajoy en ese foro es simplemente rastrero. Es algo que está fuera de las reglas del juego democrático. Es algo indigno de alguien que ocupó la máxima responsabilidad ejecutiva del Estado. Y quien no lo quiera ver, allá él.
La segunda cuestión nace de esa cadena pública que ha superado ya los registros alcanzados por Alfredo Urdaci en TVE, donde se convirtió en el primer director de informativos del Ente Público en ser condenado por manipulación. Y aquí me toca la ifbra sensible porque estamos hablando, una vez más, de una descarada y vergonzante manipulación informativa. Es el manual de cómo fabricar una exclusiva. ¿Os suena eso de que no hay que dejar que la realidad estropee un buen titular? Pues eso es lo que hizo Telemadrid. Con descaro y sin pudor. Con un evidente objetivo de manipular a la opinión pública y ponerla en contra del Gobierno central. Por si alguien no lo sabe o tiene alguna duda, Telemadrid depende del Gobierno de la Comunidad de Madrid, el que preside Esperanza Aguirre.
El País relata los acontecimientos así. El pasado día 14, Telemadrid (en el informativo presentado por mi adorado Julio Somoano) emite un reportaje sobre "el coladero de inmigrantes ilegales", una puerta de servicio del aeropuerto madrileño de Barajas, en la T-4. En él, una periodista simulaba colarse por esa puerta con una cámara oculta. Lo que se les olvida decir en el reportaje (un olvido, sin duda, sin duda...) es que la periodista fue escoltada por un policía afiliado a la Confederación Española de Policía y por el portavoz de dicho sindicato, Roberto Gavilán, habitual colaborador de la COPE desde que se sumó sin dudarlo a la teoría de la conspiración sobre el 11-M. No creo que los inmigrantes ilegales gocen de tan excelsas compañías al cruzar ese "coladero".
También omite el reportaje que en julio del año pasado se desarticuló una red para colar inmigrantes ilegalmente en España, qué casualidad, con el método que, según Telemadrid, se está utilizando todavía (el tiempo verbal se modificó en las siguientes ediciones de los informativos; por si acaso...). Se detuvo a tres colombianos que pagaban a tres limpiadoras del aeropuerto madrileño, también arrestadas en la operación, que abrían esas puertas con sus tarjetas de AENA. El Gobierno de Madrid, el de Esperanza Aguirre, atacó por este reportaje al Gobierno central, al Ministerio del Interior y a AENA, organismo al que amenazó con denunciar ante los tribunales por su pasividad. Miente, que algo queda. Como ciudadano, como madrileño y como periodista, siento repugnancia ante casos así.
Sigan rompiendo España, sigan... Y echen la culpa a los demás, que eso lo saben hacer de maravilla...
3 comentarios:
Repugnante, si. Y para mi, que sigo viviendo a veces en los Mundos de Yupi, no se explica como esta gente puede dormir por las noches después de haber llevado hasta el extremo la política.
Una penita de país, este.
Todo vale para esta gente, todo vale para mantenerse en el poder.
Uffffffff, que grimilla da en la foto....
Bss.
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