Todo este lamento viene a raíz de lo que le pasó a Igor Portu, uno de los dos detenidos hace tres días por la Guardia Civil. Está hospitalizado con una costilla rota. Y qué más necesitábamos para despertar el fantasma de las torturas... Cabe recordar que en los numerosos manuales que se han incautado a miembros de ETA viene perfectamente explicada la necesidad de declarar que han sufrido malos tratos en dependencias policiales. Con eso ni niego, ni afirmo (¿quién soy para hacerlo? No tengo datos ni a favor ni en contra...), ni justifico las torturas, aviso. Dicho ésto, me resulta particularmente curioso que el nacionalismo más moderado (hablo de PNV y EA) necesite tan poca excusa para exigir (nunca piden, siempre exigen) explicaciones por parte del Ministerio del Interior.
Por citar uno de los ejemplos más sosegados que se han oído en las últimas horas, la portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, ha dicho que "si es verdad que las graves lesiones se produjeron en el momento de la detención", el Ministerio del Interior tendrá que dar "claras" explicaciones porque el caso tiene "la suficiente gravedad como para exigir al Gobierno que los aclare con inmediatez". Me sigue pareciendo curioso que los políticos nacionalistas vascos adopten estas posiciones, sólo para no quedar mal ante una izquierda abertzale que suele criticarles, casi tanto como ETA les desprecia por cierto. Porque cuando sucede al revés, cuando es la Ertzaintza el cuerpo incriminado, salen rápidamente a defenderse esos mismos políticos que ponen en duda a la Guardia Civil y a la Policía.
Y como ejemplo, ahí va lo que ETA decía en uno de sus Zubates (boletín interno de la banda) que salió a la luz en diciembre de 2006, hace ahora dos años (lo he encontrado con una sencilla búsqueda en Google, seguro que hay declaraciones de los terroristas mucho más recientes con el mismo contenido). Decía entonces la dirección etarra que la Ertzaintza es una "amenaza grave contra el derecho de los vascos a vivir en libertad", el "brazo armado del PNV" que ha "golpeado, secuestrado, torturado y matado" durante años a los vascos "en favor de España". Y advertía: "si no se desactiva como cuerpo represivo, no se puede garantizar asegurar una situación de paz".
Y la pregunta que se le debe lanzar al Gobierno vasco y a los políticos nacionalistas en general es sencilla. ¿Debemos creer a ETA cuando dice eso de la Ertzaintza? ¿Sólo cuando lo dice de Policía Nacional y Guardia Civil? ¿Por qué en unos casos sí debemos dar credibilidad a una banda terrorista y en otros no? ¿Por qué en unos casos son necesarias explicaciones inmediatas para zanjar cualquier sombra de duda y en otros casos hay que creer a pies juntillas lo que dice el cuerpo policial? ¿Creen de verdad que la tortura es un fenómeno que sólo puede existir fuera de Euskadi y que los ertzainas son policías más incorruptibles que sus compañeros de otros cuerpos?
Vamos a empezar por la parte práctica, proclamando que estoy en contra de toda tortura en depencias policiales (que no sólo los terroristas lo denuncian, el año pasado vimos un par de casos en comisarías catalanas), no vaya a ser que se me acuse de defenderlas (ya se sabe que en estos días para ponerse a hablar de cualquier cosa es necesario casi hacer una confesión completa de ideales y posicionamientos). Una vez dicho esto, no salgo de mi asombro. Resulta que van dos terroristas armados, se les detiene... y hay que pedir explicaciones a las fuerzas de seguridad por cada rasguño que pueda sufrir uno de esos terroristas en la detención. ¿No parece más creíble, así de primeras, que las contusiones que pueda sufrir el delincuente son producto de la detención y no de una tortura? Estoy convencido de que si fuera un delincuente común en lugar de un terrorista nadie se estaría haciendo esa pregunta, y eso es lo triste.
Y aún digo más. Estoy totalmente convencido de que si los políticos nacionalistas vascos no se metieran en estos charcos, tendrían muchas más simpatías en el resto de España, o al menos no tantas antipatías como generan cuando lanzan sus discursos independentistas (por otra parte, totalmente legítimos y válidos, tanto como las demás ideas políticas que no se defiendan con bombas y metralletas). Dicen que estos terroristas pensaban poner una bomba de gran potencia en un aparcamiento del centro de Madrid. Eso quiere decir que yo mismo podría ser una víctima de este atentado, puesto que resido en Madrid. ¿Por qué eso parece precouparle menos a un político nacionalista que las heridas que sufre un terrorista?
Yo lo tengo claro. Entre terrorista y demócrata, creo al demócrata. Entre delincuente y policía, me pongo junto al policía. Entre asesino y víctima, defiendo a la víctima. Y en eso no caben ideologías. Ese debate no debiera existir. Del político hablamos cuando quieran y como quieran.
2 comentarios:
Pues yo creo que le han pegado la paliza padre y, si se demuestra, los que lo han hecho tendrían que ir a la cárcel. Ahora: lo del PNV et alii es mucho más grave, se demuestra cada día y ahí están.
Estoy completamente de acuerdo con tu último párrafo, pero lo cierto es que debería darse una explicación más creíble de lo que pasó. En cuanto empiezan a darse distintas versiones de lo sucedido por el propio Ministerio del Interior, la cosa no pinta muy bien. En cualquier caso, es un asunto que debería tratarse con discreción, si no quiere darse legitimidad gratuita a los planteamientos terroristas.
Eres muy delicado al calificar simplemente de "curioso" el comportamiento de los partidos nacionalistas vascos... aunque ¿qué se puede esperar de quienes, al hablar de "obstáculos para la paz", ponen en el mismo párrafo los atentados y las sentencias de la Audiencia Nacional?
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