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Zapatero (le tocaba mitin) ha lanzado hoy una revolucionaria propuesta electoral, que, cierto es, ningún Gobierno anterior ha llevdo a la práctica en toda la historia de España. Si el PSOE gana, el Gobierno devolverá 400 euros a todos y cada uno de los 13 millones de declarantes del IRPF. Para hacer realidad esta medida, destinará la nada despreciable cantidad de 5.000 millones de euros. El objetivo es, según explicó el presidente del Gobierno, estimular la economía y ayudar a las familias con rentas más bajas y con más dificultades. En la práctica, la medida supondrá que los mileuristas, ese extensísimo grupo de españoles, jóvenes en su mayoría, no tendrán que pagar nada a Hacienda.
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Y me surge la duda sobre la medida, el punto en el que se despierta mi asombro. Si todos los contribuyentes van a recibir 400 euros, independientemente de su renta, quiere decir que Emilio Botín va a recibir lo mismo que alguien que tiene un sueldo mensual de 850 euros. Y me asombro, sí, me asombro. Si la idea es reactivar la economía y ayudar a las familias con rentas más bajas, ¿por qué no se destina íntegramente esa cantidad de 5.000 millones de euros a quien verdaderamente lo necesita con ese fin? ¿Por qué siempre los ricos consiguen los mismos benenficios que los más pobres?
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Hace muy poquito, el Gobierno escuchó muchas críticas por sus ayudas a los jóvenes con menos poder adquisitivo para poder alquilar una vivienda. Aquella medida me gustó. No porque fuera a arreglarle la vida a nadie, desde luego, pero sí porque era una ayuda para gente que la puede necesitar. Rentas bajas, gente joven. Esta medida ayuda a estos colectivos, sí, pero también da un beneficio económico a gente que NO lo necesita. Y eso me fastidia profundamente. No creo que Botín (o cualquier otro que se le acerque en renta, que alguno más hay) contribuya mucho a reactivar la economía por tener 400 euros más. No veo la necesidad de dárselos. Y me apena que alguien en el PSOE haya podido tener la idea de que comprar un voto puede costar 400 euros.
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Rajoy no se ha quedado atrás (le ha tocado entrevista en El Mundo), pero no con propuestas, sino con declaraciones. De todo lo que ha dicho, hay dos asuntos que me han encantado. La primera ha despertado al periodista que soy y me ha puesto en situación de haber querido estar en esa entrevista. Dice Rajoy que "es difícil penetrar en los pensamientos más íntimos de alguien, pero la impresión que yo he tenido es que el señor Rodríguez Zapatero muchas veces me oculta parte de la verdad". Si hubiera estado allí le habría preguntado si eso era una "convicción moral" como aquella que confesó en la jornada de reflexión, justo antes de las pasadas elecciones generales. Según aquella "convicción moral", ETA estaba detrás del 11-M. Pero no estaba allí y no se lo pude preguntar. Una pena.
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La segunda cuestión de la entrevista de Rajoy me lleva a la guerra de Irak (país en el que, por si alguien lo ha olvidado, siguen produciéndose secuelas de aquella desastrosa intervención militar). Dice Rajoy que "es evidente que se cometió un error porque si hubiéramos sabido que no había armas de destrucción masiva no habríamos apoyado la intervención". Vaya... Si es tan evidente el error, ¿porque ha tardado más de cuatro años en reconocerlo? Según el líder del PP, "toda la comunidad internacional creía que esas armas de destrucción masiva existían, entre otras razones porque Sadam las había usado en el pasado. La única discrepancia que había era si había que intervenir ya o dejar más tiempo para que las inspecciones". ¿Y los millones de personas que nos manifestamos en la calle también teníamos esa creencia? ¿Francia y Alemania tenían esa creencia? ¿Y Hans Blix, inspector de la ONU, también tenía esa creencia? ¿Quién es entonces "toda la comunidad internacional"?
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Como enseñanzas de cara al futuro tras el desastre interminable en Irak, señala "que los servicios de inteligencia deben ser mucho más eficaces y que hay que trabajar hasta la extenuación para conseguir consensos internacionales". Si la primera frase es una tomadura de pelo, la segunda puede serlo aún mayor. Cuando Bush se citó con Aznar antes ir a las Azores, ya le dijo que, con o sin acuerdo en la ONU, atacaría Irak. Y con o sin ese acuerdo, Aznar le iba a apoyar, como hizo, tratando de vender esta guerra en España como "una misión humanitaria". ¿Y ahora me habla Rajoy de "conseguir consensos internacionales"? Por favor, que intento más triste de tomarnos por estúpidos...
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Estos son los líderes que tenemos. Y los lodos que seguimos teniendo. Me aburren cada día más. Pero ¿de qué hablaríamos si no nos sorprendieron tanto y tan a menudo...?
2 comentarios:
Razón tienes. Y lo peor es que no se le ve futuro a la política por ninguna parte.
Vaya aquí mi aportación a la campaña:
Me pongo a comparar la entrevista de Zapatero con la de Rajoy (en espera de la segunda parte de mañana) y veo que no hay color. Bueno, sí lo hay, y no rojo precisamente. Con lo poco que cuesta hablar claro y lo que se resisten algunos. Y respecto a lo de Irak... Pues eso. Que es lo que les hizo perder y que quieren que vuelva a serlo.
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