En los últimos días, Arnaldo Otegi ha hablado mucho. En una manifestación de la izquierda abertzale, en ETB, en Gara... Nos ha dado una inmejorable oportunidad de contrastar sus propias palabras y de analizar qué dice y cómo lo dice. Todos los entrecomillados que incluyo a continuación forman parte de esas intervenciones, todas entre los días 11 y 13 de este mes.
Sobre las últimas acciones de kale borroka, y aunque al principio se mostró dispuesto a ir "pueblo a pueblo" para pedir el fin de estos atentados, Otegi dijo después que la izquierda abertzale "no tiene previsto hacer ningún tipo de llamamiento en este sentido porque en primer lugar sería absolutamente manipulado". Cualquier palabra que cualquier actor de esta situación diga va a ser manipulada por quien no esté de acuerdo con ella. Esa es una máxima inevitable no ya en este proceso, sino en cualquiera tan complejo como éste.
Dice Otegi más. "Cada vez que la izquierda abertzale hace un pronunciamiento en una determinada dirección sus palabras son malintencionadamente sacadas de contexto", afirma. Y se equivoca, puesto que precisamente quien defiende el proceso de paz se está empeñando en leer entre líneas para sacar algo positivo del discurso de Otegi, aún a riesgo de recibir palos. Por ejemplo: "La izquierda abertzale sigue con la rama de olivo en la mano". Qué pronunciamiento tan maravilloso, ¿verdad? Batasuna, el partido ilegalizado por ser parte de ETA, habla de paz, de ramas de olivo y del fin del conflicto. Ojalá fuera así. Pero los hechos contradicen esas palabras, porque a Otegi sólo se le ha pedido públicamente un paso, la condena de la violencia, y no está dispuesto a darlo. Y todo ello a pesar de que dice el líder de la ilegalizada Batasuna que "hay que arriesgar políticamente" y que "la izquierda abertzale lo viene haciendo desde hace años". Poco riesgo corre quien no asume la única petición que los demócratas le han lanzado. Poco riesgo asume quien ya no tiene nada que perder, porque su partido es ilegal y está fuera de todas las instituciones.
Afirma Otegi que "éste es un momento muy delicado" y que "a nadie se le escapa que las cosas están realmente mal, que hay ciertas condiciones en el entorno que no permiten augurar que se pueda construir en condiciones un proceso de diálogo multilateral". Al mismo tiempo dice que "los dos carriles se han puesto ya en marcha". Eso querría decir que el Gobierno está hablando con ETA y que los partidos vascos están poniendo ya en marcha su ansiada mesa de partidos, las dos condiciones que piden la banda terrorista y la formación ilegal. Entonces me pregunto yo por qué pasa el proceso de paz por un momento delicado. ¿Será porque "el debate sobre la violencia trata de ocultar el debate de verdad", es decir, y siempre según los planteamientos de Otegi, la territorialidad y la capacidad de decisión del pueblo vasco? ¿Pero no acaba de decir que ese carril ya está abierto?
Entonces será por las decisiones judiciales contra ETA y su entorno, en especial la condena a De Juana Chaos. Según Otegi, "hay que mantenerse firme en la denuncia de estos bloqueos y en señalar quiénes son sus responsables, en este caso el Gobierno español". Si el Gobierno español fuera responsable de la condena a De Juana (que digo yo que el juez habrá tenido algo que ver), ¿no lo habría tenido también en que se redujera la petición de la condena de 96 a 13 años? Un poco de gratitud, siempre desde la óptica de Otegi, no vendría entonces mal, ¿no?. Sobre todo teniendo en cuenta que Otegi afirma sin paliativos que la amplia mayoría de los últimos actos de violencia "están ligados a la situación de los presos y de Iñaki de Juana". Si Otegi, como dice, quiere que "todas las expresiones de violencia desaparezcan de este país" va a tener que dar algún paso más.
"ETA ha dejado muy claro que comparte el esquema de Anoeta y que, por tanto, el acuerdo político es el que se tiene que discutir y acordar entre las fuerzas políticas de este país. No hay ningún intento por parte de ETA de tutelar eso", añade Otegi. Pefecto. Si eso es así, se cierra un acuerdo entre el Gobierno y la banda terrorista, que se disuelve y deja las armas para siempre y el Ejecutivo puede adoptar decisiones que mientras no se produzca ese abandono de la violencia no se van a tomar. Además, hay vía libre para negociar el acuerdo político. Parece fácil, ¿no? Porque, dice el líder abertzale, "para poner en marcha el diálogo en este país sólo hace falta voluntad política". Claro. Voluntad por parte de todos. Y eso incluye a la ilegalizada Batasuna y a la denominada izquierda abertzale. Pero, gran problema, Batasuna es ilegal. Sus miembros pueden crear un nuevo partido cuando quieran, cumpliendo la Ley, y podrán hacer política. "Lo que comprobamos con decepción es que en otros sectores imperan más los cálculos electorales y a corto plazo", asevera. Y tan a corto plazo. Batasuna se está quedando ya sin alternativas para poder presentarse a las elecciones municipales del año que viene, porque no quiere cumplir la Ley, y ese requisito es imprescindible. Por eso toda esa presión, porque Batasuna NECESITA ser legal ya. No puede esperar seis meses a ver qué tal funciona el diálogo entre ETA y el Gobierno.
Dicho todo esto, ¿alguien sigue creyendo a Otegi? ¿Por qué empiezo a tener la sensación de que ETA parece dispuesta a sacrificar a Batasuna en este proceso? La respuesta probablemente vendrá en los próximos meses, porque la formación ilegal no puede permitirse el lujo de pasarse otra legislatura fuera de los ayuntamientos vascos si quiere subsistir. La anterior pudo hacerlo porque mantuvo su presencia en el Parlamento vasco, pero ahora tampoco está ya en la Cámara autonómica. Y una reflexión final: ¿porque algunos parecen empeñados en dar más credibilidad a Otegi que al Gobierno legítimo de este país? Eso me molesta, porque, al menos hasta que Jaime Mayor Oreja dijo aquello de que "ETA mata pero nunca miente", un demócrata, del partido que fuera, siempre tuvo más credibilidad que alguien a quien se considera terrorista.
1 comentario:
Me parece sensacional todo tu análisis. No tengo nada que objetar. Otegi debería leerlo para intentar comprenderse a sí mismo.
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