Las retransmisiones deportivas tienen un serio problema. La de Antena 3 en el partido Barcelona-Chelsea de Champions lo demostró. El invitado estrella en la cabina de comentaristas fue Samuel Eto'o, jugador del Barça que, como la mayoría sabrá, está lesionado y no podía jugar. Como los culés marcaron pronto, no hubo que esperar mucho para comprobar qué podíamos esperar de su presencia en la retransmisión. Eto'o pegó un chillido como el que pegó cualquier otro aficionado del Barça cuando Deco marcó el 1-0. Antena 3 incluso dispuso una cámara para recrearse en ese momento y en otros muchos del partido. Hubo otro momento de esos que asusta, cuando Eto'o dijo tranquilamente que no entendía como Cole no era titular en el Chelsea, a lo que Michael Laudrup (oírle a él sí merece la pena) replicó que salía de una larga lesión (qué poco saben los futbolistas de fútbol, qué poco conocen a sus rivales, qué mal hacen esa parte de su trabajo). Y lo que a la cadena privada, y seguro que a muchos espectadores, le hizo gracia, a mí me pareció una muestra de la escasa calidad de las retransmisiones. ¿Qué aporta Eto'o pegando gritos y animando a sus compañeros? No creo que la culpa la tenga el camerunés. Yo soy seguidor de la Real Sociedad y sé que me costaría una barbaridad tratar de narrar con objetividad un partido de mi equipo o contenerme cuando uno de mis jugadores sufra una entrada o marque un gol. Eto'o reacciona a todo esto como una persona normal, pero lo que no entiendo es qué pensaban conseguir los responsables de Antena 3 con su presencia. Y con la condescendencia con la que le trataron los periodistas allí presentes. Hubo una jugada en la que Eto'o interrumpió un comentario por una jugada de peligro. "¿Qué estabas contándonos, Samuel?", le preguntó uno de ellos. Y como el camerunés no sabía que decir, el mismo periodista añadió: "Ya ni te acuerdas, claro, es normal".
Lo de anoche es una muestra más de comportamientos que se están instalando en nuestras televisiones. Ni siquiera voy a valorar el trabajo de Andrés Montes, paradigma para mí de lo que no debe ser una retransmisión deportiva en televisión (y asumo que habrá mucha gente que no esté de acuerdo conmigo), sino que prefiero centrarme en esos ex futbolistas que pueblan la pequeña pantalla. Los hay que saben lo que dicen, pero otros no saben ni siquiera hablar en condiciones. Me acuerdo de un partido que televisó Telemadrid entre el Atlético de Madrid y la Real hace ya muchos años, en el que Adelardo (ex jugador del Atlético) llegó a decir que a jugadores como Sa Pinto, de la Real, "había que darles en la cabeza, para que no cojeen", comentario que sus compañeros recibieron con risas. Uno espera que las personas que retransmiten un partido tengan algo mejor que decir que las obviedades que ya vemos todos por la pantalla o que las forofadas que les pasan por la cabeza. Pero está visto que no es así. Hay ex futbolistas que han encontrado en la televisión un reducto en el que seguir ganando mucho dinero por un trabajo que no merece la pena. Lástima.
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