Aquí va un suceso más que demuestra que tenemos una clase política paupérrima, lamentable, oportunista e irresponsable. El pasado domingo se jugó en Soria el partido de fútbol de Segunda División entre el Numancia y el Alavés. Tal y como publicó este martes el diario local Heraldo de Soria, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Soria, Carlos de la Casa, en los minutos finales del partido soltó la siguiente frase: "Ahora también los árbitros pitan a favor de la ETA". Y se quedó tan ancho. Claro, el comentario provocó la indignación de todos los presentes y la reprimenda de Ángel Calvo Córdova, responsable de realizar el pertinente informe del partido. Los hechos no pasaron a mayores, aunque el tal De la Casa no pidió disculpas ni ante Calvo Cordova ni ante los directivos del Alavés presentes en el palco. Sí lo hizo el presidente del Numancia, Francisco Rubio, que incluso bajó al vestuario del árbitro para transmitir su malestar por lo sucedido. La misma información de este diario incluye las explicaciones de De la Casa. "Hice un comentario desafortunado. No quiero hablar del tema. Pido disculpas por lo que dije, fue una chorrada, un momento de calentón fuera de lugar", explica.
El ejemplo me viene que ni pintado para explicar que esas reacciones no son aisladas y habría que controlarlas. Este domingo juega en Madrid laReal Sociedad, concretamente en el Estadio Vicente Calderón. La pasada temporada, el club donostiarra llegó a presentar una denuncia ante la Liga de Fútbol Profesional por los cánticos que suelen escucharse desde el fondo que ocupa el Frente Atlético, muchos de ellos haciendo alusión a ETA y propagando esa afortundamente olvidada y simplista asociación de que todos los vascos son (somos, aunque de vasco sólo tengo el inmenso placer de haber nacido en San Sebastián) terroristas. No tengo ninguna duda de que este domingo se repetirán cánticos similares, como en años precedentes algunos incluso contra Aitor Zabaleta, el aficionado realista que murió apuñalado hace ya ocho años en las puertas del Calderón, se van a repetir. Pongamos entre todos fin a estas cosas, por favor.
1 comentario:
Difícilmente se puede poner fin a cosas como esas cuando, como en el caso del que hablas, hasta la gente de los clubs se comporta de forma impresentable. Ya sabemos que una de las cosas favoritas de los dirigentes de futbol es promocionar a sus aficionados ultras; sólo Laporta (y que conste que soy del Madrid) se ha tomado en serio la lucha contra la violencia en el futbol, y así lo ha pagado: con amenazas de muerte en el portal de su casa.
En esta como en tantas otras cosas tendríamos que tomar ejemplo de la NBA. No hace mucho, en pretemporada, Dikembe Mutombo increpó a un aficionado del equipo rival que le estaba llamando "mono". Pues bien, en una semana, los Orlando Magic, equipo del que era seguidor el sujeto en cuestión, devolvieron a éste el dinero de su abono para toda la temporada y le prohibieron la entrada en adelante en el estadio; la NBA, poco después, le sancionó impidiéndole entrar a ningún pabellón de baloncesto de la liga.
Si eso llega a pasar en España, seguiría yendo cada semana a ver el futbol.
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