El Gobierno de Perú cree que uno de los problemas que aquejan al país es... la impuntualidad. Creo que es el primer gobierno del mundo que se toma en serio esta costumbre tan aceptada socialmente y que tan poco me gusta, lo de llegar tarde a todas partes. Así que, desde este modesto rincón de Internet y aunque haya quien crea que esto es una tontería en la que no deberían detenerse unos gobernantes, mi aplauso para el Gobierno peruano.
El problema allí parece que es bastante más grave que en otros lugares del mundo. Sirva como ejemplo de lo arraigado que está la impuntualidad el hecho de que el ex presidente Guillermo Toledo se permitió el lujo de llegar una hora tarde al acto de toma de posesión de su sucesor, Alan García.
Me encantaría poder decir que este problema es exclusivo de Perú, siquiera de Latinoamérica como he leído en alguna información sobre la decisión del Gobierno peruano. Pero hay que asumir que el problema es global y que España está totalmente implicado en él, seguro además que como uno de los países más afectados, me atrevo a decir... El retraso y la impuntualidad están a la orden del día. La gente llega tarde a las citas (me pasa mucho con casi todos mis amigos; yo soy puntual y siempre tengo que esperar pacientemente...), los actos comienzan tarde en todas partes (desde ruedas de prensa a partidos de fútbol), los horarios laborales es como si no existieran (cómo me acuerdo de las costumbres que arraigó mi ex jefa en mi anterior trabajo, que se permitía el lujo de llegar hasta dos horas tarde y marcharse como poco media hora antes del final de su jornada) y no se tiene ningún respeto por el tiempo de los demás.
Como dice Max Hernández, el secretario general del Acuerdo Nacional que se ha firmado en Perú para luchar contra la impuntualidad, "el tiempo es un recurso no renovable". No se puede recuperar el tiempo que se nos hace perder por la impuntualidad. Así que ya sabéis. El tiempo es oro. No se lo hagáis perder a la gente a la ligera. El mundo no se va a acabar por la impuntualidad, pero cuesta tan poco colaborar en este sentido...
2 comentarios:
Es una cosa tremenda está, qué será lo próximo, contratar británicos para que les enseñen su célebre puntualidad?
Mi solidaridad con los afectados por la impuntualidad de los demás. A mí me pasa lo mismo, y no acabo de entender por qué si hay que estar en un sitio a una hora en concreto, siempre hay quien llega tarde (y, por lo general, ni siquiera pide disculpas...). Esto provoca que cada vez se mienta más: al final, si quieres estar en un sitio a las siete, a determinadas personas tienes que decirles que se ha quedado a las seis y media... El fin, en este caso, justifica los medios.
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