Marvel Comics nunca dejará de sorprendernos. Para bien o para mal. La última ocurrencia de la conocida como Casa de las Ideas ha sido matar al hombre que desde 1941 ha vestido el traje del Capitán América, Steve Rogers. Para los que no seáis lectores de cómics, os pongo en antecedentes históricos, tanto en la vida real como en el mundo de la historieta. El Capitán América es uno de los superhéroes más antiguos del mundo del cómic, que Marvel Comics, cuando nació en los años 60, escogió como bandera (nunca mejor dicho) junto a personajes de nueva creación como Spiderman, los 4 Fantásticos, Hulk o los X-Men (que aquí en España y por lo menos para mí, siempre serán conocidos como la Patrulla-X).
Dentro de la historieta, el tema es de lo más complejo. Resulta que el Gobierno de Estados Unidos ha decidido poner en marchar un acta de registro de superpoderes, con lo que todos los héroes deben revelar su identidad a una agencia gubernamental. Vamos, que tienen que ser fichados para poder seguir vistiendo mallas y salvando el mundo. Eso genera una guerra civil entre dos bandos enfrentados de superhéroes. Por un lado, Iron Man defiende este acta. Por el otro, el Capitán América sigue creyendo en sus ideales de justicia y libertad.
La Guerra Civil de Marvel, cuyo preludio ya se está publicando en España (el meollo de la saga no tardará mucho) ha dejado consecuencias de enorme calado en este universo superheróico. Spiderman reveló al mundo que su verdadera identidad era la de Peter Parker. Los 4 Fantásticos se partieron por la mitad y de raíz. Mister Fantástico y la Mujer Invisible, matrimonio además de miembros del cuarteto, se fueron cada uno por su lado y en el grupo les sustituyeron Pantera Negra y Tormenta. Y ahora el Capitán América muere.
Marvel ha anunciado que seguirá publicando el título del Capitán América por el momento para mostrar las reacciones a su asesinato, a manos de un francotirador cuando estaba a punto de presentarse en el juicio por negarse a inscribirse en el acta de registro. Aunque en el mundo del cómic todo es posible, esta muerte parece muy definitiva. Y más cuando Marvel lo que ha dicho es que el que muere es Steve Rogers, no el Capitán América, que es un símbolo y un traje que pueden llevar otras personas. Así que habrá que esperar que en breve haya otro tipo dentro del traje cuando pasen unos meses y se dé por explotado comercialmente el fenómeno del asesianto...
Ya sé que la muerte del Capitán América no es la primera ni será la última de un gran personaje de cómic, pero no acabo de comprender esta estrategia de las editoriales. Vale, seguro que venden una barbaridad los números de la muerte y los posteriores, y que Marvel es una compañía que tiene que lograr beneficios, pero como lector no me gusta. Sus colegas de DC hicieron cosas parecidas ya con Superman (¿os acordáis, en los 90, cuando nos afirmaban los medios de comunicación que el Hombre de Acero era asesinado? ¿Que lo decían como si no fuera a resucitar?) y con Batman (como este personaje tiene una base más realista, se limitaron a partirle la espalda para darle el traje del murciélago a un psicópata; luego una curandera con poderes se la arregló como si tal cosa). Marvel lo hizo con Spiderman (las muertes y resurrecciones están a la orden del día, empezando por la de la inmortal Tía May; además, nos hicieron creer durante un tiempo que Peter Parker era un clon y dejaba su lugar de Spiderman al supuestamente auténtico, un tal Ben Reilly). Pero casi siempre sabíamos que no eran definitivas. Ahora sí parece definitiva.
Me pregunto si no es una estrategia política más que comercial. Si es que en realidad estamos ya en un mundo en el que el concepto del Capitán América puede generar más odio que otra cosa, gracias a las acciones del ínclito George W. Bush. Y me lo pregunto a tenor de unas declaraciones que he leído al productor cinematográfico Lorenzo di Bonaventura, y que enlazo con esa idea que ha surgido en mi cabeza. Veréis, en mi blog de cine publicaba esta semana que quiere hacer una película sobre los G. I. Joe, esos muñecos que después fueron serie de dibujos animados sobre un grupo de élite antiterrorista. Pues G. I. Joe es, antes que una franquicia de entretenimiento, la denominación que se da a los soldados norteamericanos. Pues Di Bonaventura ha declarado que va a juntar esta franquicia con la de Action Man, que a su juicio es algo parecido a los Joes pero a la europea, porque teme que una película sólo titulada G. I. Joe no recaude dinero en el mercado internacional.
En cualquier caso, lo que está claro es que Steve Rogers ha muerto. El Capitán América, por mucho que metan a otro tipo en el traje, ha muerto. ¡Viva el Capitán América!
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