miércoles, marzo 19, 2008

Cinco años y varios miles de muertos después

José María Aznar, ex presidente del Gobierno español: "No todos los problemas están resueltos, pero la vida de los iraquís es más fácil que con Sadam. Pueden participar en elecciones, hablar libremente... Existe libertad, la posibilidad de establecer una democracia, mayor seguridad. No es una situación idílica, pero sí una situación muy positiva".

George W. Bush, presidente de los Estados Unidos: "El éxito que estamos viendo en Irak es innegable. Expulsar a Sadam Hussein del poder fue una buena decisión, y este es un combate que América puede y debe ganar".

Esto es lo que estos grandes líderes del mundo libre tienen que decir cinco años después de la infame foto de las Azores. Después de cinco años. Después de varios miles de muertos (como a nadie le importa contar los muertos civiles iraquíes, las cifras oscilan entre los 82.000 y los 600.000; los soldados americanos y de otras nacionalidades sí se cuentan y ya van más de 4.000 fallecidos). Después de varios miles de millones despilfarrados en una guerra ilegal y absurda (entre uno y cuatro billones de dólares, gastados sólo por el Gobierno norteamericano). Después. Porque antes nadie quiso pensar en las fatales consecuencias que tenía dar la orden de atacar.

¿Eso es todo lo que tienen que decirnos después de cinco años? Mejor podrían haberse callado. Lo que dicen provoca la nausea cada vez que echamos un vistazo a un país que, día tras día, se levanta con las noticias de un atentado que se ha llevado la vida de decenas de personas. Ni Bush ni Aznar se arrepienten de nada. En sus castillos, en las alturas de sus reinos, viven muy bien. Será que tan arriba no les llegan las noticias de los miles de muertos. De las miles de vidas sesgadas. ¿Libertad? ¿Es libertad mirar siempre a todos lados buscando a un terrorista que pueda acabar con tu vida? ¿Esa es la libertad que Bush y Aznar ven en Irak? ¿Esa es la situación "muy positiva", el "triunfo innegable"?

Aznar vinculó para siempre el nombre de España a esa vergonzosa foto de las Azores, que los libros de historia pondrán en su sitio dentro de unas décadas. Digan lo que digan, Zapatero devolvió a este país parte de su dignidad al sacarnos de allí, al centrar la ayuda española en el desarrollo de Irak, no en su invasión, nunca en la colaboración con una guerra que no contó con el apoyo de Naciones Unidas, sino que fue un invento unilateral de Bush.

Escuchar ahora a Aznar proclamarse orgulloso de lo que hizo sólo tiene dos explicaciones. O es tan inconsciente y tan poco inteligente que sigue engañado por unas pruebas que ya todo el mundo sabe que se falsearon, o es un cara dura insensible e indeseable que buscaba "salir del rincón de la historia" sin importarle las consecuencias. En ambos casos, un tipo realmente peligroso, alguien que, afortunadamente, ya no ocupa cargo alguno en representación de España. Alguien a quien, por desgracia, seguiré oyendo de vez en cuando, pero al que ya nunca escucharé. Nunca jamás.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo lo definiría más sencillamente: huída hacia adelante.
...En fin... también está aquella expresión tan castiza del "erre que erre".

Anónimo dijo...

Pobre Ansar jejeje... que mono con su acento tejano y sus falsos pelitos de progre...
Hacer hizo historia. Levantó a un país entero en contra de una guerra injusta (todas lo son) e ilegal, al menos no apoyada por Naciones Unidas. Si en el expediente democrático de este país hay algún borrón lleva su sello, por suerte no el de la mayoría de los españoles que conseguimos hacer cuenta nueva. Vamos, ni ganando el mundial (si algun dia) brindaremos como brinde yo aquella noche mientras veía a Urdaci que, haciendo pucheros, se le traía un aire a Arias Navarro. Besitos Juan¡¡¡

Anónimo dijo...

Que pena que me lo hayas recordado porque parece que empezaba a olvidarme de esa cara de idiota. No obstante cada bigote será afeitado a su debido tiempo.

Saluditos!