miércoles, marzo 12, 2008

Barbaridades periodísticas, errores políticos

Deja muchas cosas que analizar la resaca de las elecciones del domingo. Y aunque los análisis normales nos tendrían que llevar a pensar en los partidos con los que pretende pactar Zapatero la investidura o los nombres de los ministros del segundo gobierno del líder socialista, lo cierto es que el follón montado en la derecha política y mediática da para mucho más. Y es que periodistas y políticos se han Afanado en estos dos días en cobrar protagonismo. Y, si no, vean...

El inasequible al desaliento Federico Jiménez Losantos ha arrancado la postcampaña con tanta fuerza que no me sorprendería que acabara con alguna que otra querella de la que defenderse en los tribunales. Todo empezó, precisamente, con una querella que ya arrastra, la que presentó contra él el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Un colaborador de Jiménez Losantos dijo que era una equivocación de Gallardón. La respuesta de Jiménez Losantos a ese comentario fue la siguiente: "Gallardón será un hijo de Satanás, pero de equivocarse nada. ¿El porqué lo hace? Lo hace para hacerse méritos ante los que le puedan llevar a La Moncloa".

Normalmente, sólo eso me dejaría sin palabras y sin calificativos. Pero es que dijo más. Reprochó a Gallardón que rindiera "pública pleitesía a Zapatero cruzando media provincia para saludar a Sonsoles, que cantaba, y cómo, en un corito hecho a medida de los beneficiarios de la masacre del 11-M". Pero queda lo mejor. Esto dijo del presidente (PRESIDENTE, se lo escribo en mayúsculas porque lo mismo no se ha enterado que lo era y lo seguirá siendo cuatro años más) Zapatero: "Como ha aprendido últimamente a fingir en los entierros y finge muy mal, no puedes creerle ni cuando se ríe". Cada día comprendo menos por qué la Justicia no actúa de oficio contra un profesional de la información que excede cada día y con meridiana claridad los límites de la libertad de prensa e información.

Me va a perdonar que le meta en la misma categoría, porque en el fondo no tienen nada que ver, pero lo de Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, también forma parte de las barbaridades periodísticas de estos días. El pasado viernes pedía directamente el voto para el PP de Mariano Rajoy y para la UPD de Rosa Díez. Después de las elecciones pidió la dimisión de Rajoy y consideró una gran equivocación que el líder popular quiera continuar al frente del partido al menos hasta las próximas elecciones generales. ¿Un director de un periódico pide abiertamente que se vote a alguien a quien dos días después quiere defenestrar? No me parece una posición responsable. Da la sensación de que estaba deseando que Rajoy sufriera un verdadero revés electoral pero, al mismo tiempo, pidió a sus lectores que le apoyaran.

Lo que acabo de decir de Pedro J. puede parecer una contradicción con lo que voy a decir de Rajoy, pero creo que podré explicarlo. Y es que creo que Mariano Rajoy comete un gran error continuando al frente del PP. Lo dije el lunes: el PP presentó una candidatura para ganar las elecciones. Y las ha perdido. Hace cuatro años, presentaba una candidatura para revalidar la mayoría absoluta que le legó Aznar. Y no consiguió ni siquiera ganar. Son dos golpes muy duros para alguien que se quiere presentar como alternativa de gobierno. Con el aval de una mayoría absoluta no consiguió convencer a los españoles de que debía ser el inquilino de La Moncloa. Tampoco lo ha logrado a pesar de dibujar una España destrozada a causa de Zapatero. No le valió la visión positiva en 2004, como tampoco le fue útil la negativa en 2008. ¿Qué cartas le quedan por mostrar? Ninguna en realidad. Sólo aferrarse al poder en su partido.
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Rajoy se escudó en que tanto Felipe González como José María Aznar alcanzaron el Gobierno en su tercera tentativa. Pero es que las circunstancias no tienen nada que ver. Para empezar, ninguno de los dos fue entonces candidato de un partido que estaba gobernando, como sí le sucedió a Rajoy. González llegó al poder tras tres elecciones, sí, pero las primeras fueron el comienzo de la democracia, donde era evidente que Adolfo Suárez, ya presidente del Gobierno, contaba con una enorme ventaja por partir desde el poder. Y Aznar encaró sus primeras elecciones sabiendo que era un marrón de colosales proporciones, que la victoria era imposible. Rajoy se ha presentado a dos elecciones y en las dos su objetivo era ganar, partiendo de una buena base, sobre todo en 2004. Si ahora quiere vender otra cosa, se equivoca.
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Ahora no parece probable que haya una candidatura alternativa a la de Rajoy en el Congreso de junio (¿por qué lo convierte en extraordinario adelantando su fecha si quiere seguir al frente del partido y considera que el 9-M le ha dejado un buen resultado? Algo no nos cuenta...). Esperanza Aguirre, que parecía la que más ansiaba el puesto, ha dicho que no se va a presentar. Y eso contrasta con lo que su número dos, Francisco Granados, había dicho, quizá postulando ya a Aguirre como sucesora: "Hay que tomar medidas porque cuando uno pierde por segunda vez hay algo que no está funcionando". ¿Un aitsbo de autocrítica? Enmudecido rápidamente. No hay autocrítica en el PP, todo se hace bien, tiene un gran equipo y su política es la mejor para el PP y para España. Gran error, desde mi punto de vista.
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Rajoy, en todo caso, puede tener una posibilidad de salvar la cara frente a los españoles. Tiene la misma posibilidad que tuvo en 2004. Si acaba con el aparato de partido que le dejó Aznar como herencia, puede tener una posibilidad. Si los Acebes, Zaplana, Pujalte, Astarloa y compañía, los defensores de la teoría de la conspiración del 11-M, los responsables de las mentiras de aquel atentado, los manipuladores de la cuestión etarra salen de la dirección del partido, puede tener alguna opción. Pero no creo que suceda. O, si sucede, será sólo parcialmente. Rajoy dice que no anunciará su equipo hasta el día de antes del Congreso de junio. Es decir, que tenemos cien días de incertidumbre. Una incertidumbre provocada por el propio Rajoy. Me da que él mismo no tiene nada claro lo que quiere hacer con el partido y de quiénes debe prescindir...
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Y llegamos al error que estaba temiendo (que, en realidad, daba por seguro que se iba a producir) y que caerá, por supuesto, en el olvido. Faltaba que un dirigente del PP dijera que la victoria de Zapatero tiene una de sus causas en el atentado de ETA. Pues ya ha aparecido un personaje así de indigno. El presidente popular en Orense, José Luis Baltar, comenzó hablando del 11-M, un atentado que "no era desde luego para beneficiar al PP, sino que pretendía un cambio en el Gobierno". Y continuó diciendo que el asesinato de un ex concejal socialista (SOCIALISTA, también lo pongo en mayúsculas por si no se ha enterado del partido al que pertenecía Isaías Carrasco) "algo quería decir también". "Aún así, no quiero manchar la victoria del PSOE, deberán hablar sobre esto los que tengan los datos", añadió a continuación. Da igual. El daño ya está hecho, la indignidad ya está pronunciada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Losantos es un terrorista de la palabra, y P. J. Ramírez ya tiene bastante con ser embajador de la miel de la Alcarria...
Me sorprende que un profesional de la información pueda lanzar esas sentencias tan poco razonadas. No es tratar la información y despues si se tercia opinar. Es manipular a sabiendas del poder da el estar a la cabeza de un medio de comunicación.
Con respeto a Rajoy, creo que todo lo que le pase son consecuencias de haber sido elegido a dedo. Aunque el PP intente dar una imagen de unión y equipo, la gente que le acompaña en la dirección del partido no lo estima como líder ni están interesados en el "buen hacer" de Mariano. Pertenecen a la vieja escuela y eso aún es muy evidente.


Un abrazo Juan.

Anónimo dijo...
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C.C.Buxter dijo...

Yo lo que creo es que Rajoy ha adelantado el congreso para ganar tiempo (o mejor dicho, para quitárselo a "los otros"). Se ha visto cómo en sólo dos días ya le estaban haciendo la cama dentro de su partido y en los medios afines, con la sombra de Esperanza Aguirre de fondo, así que supongo que estos cien días van a ser bastante animados en el interior del PP. Aunque todos los barones se hayan apresurado a manifestar su adhesión incondicional a Rajoy, los cuchillos se van a hacer cada vez más largos, y yo de él cuidaría muy bien la espalda...

Respecto a la continuidad de Rajoy, si cuando el PSOE parecía que iba a lograr de 170 diputados para arriba era una quimera, con el resultado actual creo que todavía puede aferrase a su puesto. En principio es loable que quiera cambiar la forma de ser del PP, más acorde con el talante moderado que algunos dicen que tiene Rajoy; pero si realmente estos cuatro años ha estado "secuestrado" por el ala dura de su propio partido y de los medios de la derecha, ciertamente dudo que merezca una segunda oportunidad: si antes no tuvo la entereza suficiente para autoafirmarse, ¿va a poder hacerlo ahora?