martes, marzo 18, 2008

Anotaciones

Cuando hago un viaje largo en tren, me llevo una buena provisión de libros. Si la película que ponen no me llama la atención, me zambullo en la lectura y puedo pasar así prácticamente todo el viaje. Ir a San Sebastián en tren es, para eso, una gozada. Fueron seis horas y media de ida y cinco de vuelta. Me llevé conmigo tres libros: El portero, de Reinaldo Arenas; La noche del cazador, de Davis Grubb; y Algún amor que no mate, de Dulce Chacón. Muchas horas leyendo, sólo interrumpidas a las horas de las comidas y para ver una película que tampoco me entusiasmó demasiado, Un corazón invencible. Y es que no acabo de soportar mucho a Angelina Jolie, pero me apetece ver la historia de aquel periodista asesinado en Pakistán, Daniel Pearl.

No soy un comprador habitual de libros. Cuando leo es, normalmente, porque me prestan ejemplares o, la mayoría de las veces, porque recurro a las bibliotecas públicas. Eso quiere decir que hay amplias posibilidades de encontrar en los libros prestados anotaciones de las personas que los han leído antes. Y es una experiencia curiosa. Muchas veces encuentras comentarios que te ayudan en la lectura, que te la enriquecen. Yo no hago anotaciones, no soy capaz de concentrarme tanto en la lectura de un libro como para anotar mis impresiones. Pero le doy mucho valor a la gente que sabe hacerlo (si se pasan por cierto Devezencuandario que tengo enlazado a la derecha, encontrarán -de vez en cuando, claro- brillantes comentarios sobre libros que nacen en forma de anotación).

El caso es que cuando empecé a leer Algún amor que no mate, vi que uno de los lectores que había cogido prestado ese libro con anterioridad dejó sus anotaciones en las páginas del volumen. Pero no fueron nada brillantes, me temo que no. La primera anotación la encuentro en la frase que abre la novela. "Hace años que no hago el amor". Y el preocupado lector escribe al lado: "Sin sexo". Parecía evidente, sí... La segunda anotación llega seis páginas después. ..."porque es un insustancial". Recuadro en la palabra "insustancial", una flecha y la anotación del lector: "sin sustancia, sin nada".

Después de esas dos anotaciones, el preocupado lector decidió que, para anotar eso, casi mejor era no anotar nada. Y no hay más anotaciones en todo el libro. Afortunadamente...

4 comentarios:

Patricia dijo...

mmmm se me ocurre una explicación a tales anotaciones.. quizá descabellada, pero no sé por qué fué lo primero que pensé: ¿y si el lector no fuera de habla hispana? No se... si fuera alguien de habla inglesa por ejemplo, que ha decidido que para practicar y/o mejorar su castellano es bueno leer un libro en nuestro idioma, quizá esas anotaciones no fueran tan "tontas" no? En fin, paranoias mías.

El tema es que yo, al contrario que tu, si soy compradora. Serán manías, pero no me gusta que me presten libros, prefiero tenerlos y que sean mios... son pequeños tesoros. Y nunca escribo en ellos... pero sí marco las hojas en aquellas partes que me gustaría volver a leer.
Manías de lector oiga, a gusto del consumidor jajajaja

Salud!

Silvia dijo...

Pues yo siento que las únicas cosas que hay en mi casa y que son realmente mías, son los libros y los cds, y es lo que siempre me llevo, aunque me mude a un lado y a otro.

Bss.

ALMA dijo...

Juan, yo también soy compradora de libros... tengo en mi casa unos cuantos... vamos, que ya no se donde meter más... como ha dicho Silvia, siento que son realmente mios. Y cuando me mude de casa (cuando lo haga,claro) muchos de ellos se vendrán conmigo... Hay alguno del que no me pondría desprender bajo ningún concepto: La sombra del viento.

Y en cuanto a las anotaciones... puff, no te cuento como están los de la universidad de subrayados de mil colores, y anotaciones de todo tipo... algunas sirven de ayuda y de otras, mejor no hacer casoo

Un saludo

Anónimo dijo...

Juan, qué entrada más divertida. No hago eso en los libros, pero si en los apuntes de la facultad señalando alguna idea principal. Pero eso de "sin sexo" es que me tronchaba. No se que pasaría por su cabeza. Por pensar, puede ser lo que dice la sonrisa que no fuera de habla hispana, no sé, aunque las notas aparecerían en su idioma. A saber... besitos.