Cuando alguien me deja un comentario inteligente, me hace reflexionar y profundizar en mis ideas. Por eso los agradezco tanto, aunque a veces se me pase hacerlo de forma directa en los comentarios del blog. Este post surge, de hecho, de dos comentarios de una de mis últimas entradas, la de Curso de ética periodística. Concretamente, los de El Impenitente y Al-Duende. El primero me anima a que siga con la labor de denunciar los desmanes de los medios de comunicación, esos que hacen que muchos periodistas nos veamos obligados a criticar a nuestro propio gremio. Sí, yo desde luego pienso seguir, a pesar de lo que me recuerda el segundo (que las críticas parecen aseguradas por parte de aquellos que parecen vivir más cómodos en el corporativismo propio... que para el ajeno ya tendremos críticas, claro), aunque no sea el único palo que toque en este humilde blog. Y si antes me animo a proclamar que continúa mi cruzada, antes encuentro un nuevo caso que comentar.
Telecinco está ya anunciando una entrevista con Julián Muñoz, el ex alcalde de Marbella, que, por supuesto, se hará a cambio del pago de una ingente cantidad de dinero que según algunos han llegado a decir coincide incluso con la fianza que le impuso el juez del caso Malaya. A mí me da igual la cantidad, la verdad, la paga una televisión privada con sus ingresos por publicidad. Si nadie lo viera, no habría publicidad ni tampoco dinero para pagar estas exclusivas Allá cada cual. Y aunque podría cebarme con la calidad de los entrevistados de Telecinco (que en breve recibirá a Luis Roldán y que hace ya tiempo, por ejemplo, invitó a Mario Conde, ya en unas cuantas ocasiones a la mujer del tipo ese que está en la cárcel porque dejó en coma a Neira, y a quien, que nadie lo dude, entrevistarán en cuanto salga de prisión) o la poca ética de costear las fianzas judiciales de tipos así, no es ése el tema que me interesa con respecto a este caso.
Resulta que ayer vi un fragmento de un programa de Antena 3 en el que se critica abiertamente a Telecinco por haber comprado esa entrevista, dudando de su calidad e incluso pidiendo públicamente que se abra un debate sobre los contenidos de los medios de comunicación audiovisuales. Y aunque ya hemos visto muchos, éste es un ejercicio de hipocresía de tal envergadura que no se puede dejar pasar. Si Julián Muñoz va a Telecinco es porque la oferta económica es superior a la Antena 3. En Internet hay decenas de noticias que hablan de una "subasta" por esa entrevista a Julián Muñoz. El clásico quién da más. Y como ha sido Telecinco y Antena 3 no la ha conseguido (insisto, no me parece un mérito periodístico), ahora recurre al pataleo, a la crítica y al desprestigio de la cadena rival. Impresionante.
Esto entronca con el comentario que me dejó el amigo Al-Duende. Resulta que todo el mundo habla de regenerar los medios de comunicación cuando está abajo, pero cuando llega arriba, cuando alcanza los puestos de responsabilidad hace exactamente lo mismo que sus predecesores, esos a los que tanto censuró desde su puesto de base. La pescadilla que se muerte la cola: ¿pide el espectador lo que le damos o le damos lo que pide sin posibilidad de elección? Sigo creyendo que otra televisión, que forme y entretenga, es perfectamente posible, pero con comportamientos así jamás superaremos esta fase. Es más, sin duda empeorará. Ya hemos visto casi de todo en televisión, y la reciente polémica en la BBC inglesa demuestra que encima nos regodeamos con la superación de las cotas de cutrez.
La anécdota que cuenta Al-Duende me ha hecho recordar también aquello que pensaba con cierta inocencia en mis años de estudiante (hasta primero de carrera, que ahí creo que ya desperté del todo). Siempre me preguntaba cómo era posible que los profesores fueran a veces tan injustos y además a propósito al juzgar o evaluar a sus estudiantes. Me preguntaba si ya se habían olvidado de cuando ellos mismos eran estudiantes y sufrían el maltrato de sus propios profesores. Si habían aparcado los buenos deseos que, seguro, habían formulado aquellos días, aquellas promesas de no comportarse igual cuando ellos tuvieran el poder sobre el alumnado que da formar parte del profesorado. Y, por desgracia, es así en demasiados casos de demasiados ámbitos de la vida. Quien llega a jefe, se convierte en un tirano. ¿Por qué? No tengo ni la más remota idea. A mí no me ha pasado. ¿Me pasará? Hoy afirmo que no con rotundidad.
6 comentarios:
Cachuli entrevistado? Igual ponen de fondo música de Isabel Pantoja para dotar de ambiente al programa.
Una vez más la televisión ejerce el papel de "tribunal". Más allá de la vía judicial estándar, primero se establecen los puntos para que la gente juzgue (por llamarlo de alguna manera) a los personajes públicos detenidos
a través de imágenes espectaculares de telediarios y reportajes variados (una "exposición de los hechos") y luego se les otorga la oportunidad de prestar su particular versión de los hechos. De esta manera, el espectador puede ejercer el papel de jurado (o de juez) sin requisitos previos. Televisión interactiva.
yo espero no ser tirana nunca...
Lo de Antena 3 como tu dices es porque no le dio la pasta para pujar, de todas maneras a mi el tema de Julian muñoz ya me huele a pasado... pero como dice reverendo pohr seria un puntazo lo de la musica de la pantoja por detras xDD
No se si nos dan lo que pedimos o no nos dejan elegir...
Yo creo que una prueba es se lo que hicisteis... que tendra sus cosas pero a mi me gusta, porque critica lo que yo pienso, y lo dice sin tapujos. Y eso que yo de la sexta veo unicamente padre de familia, futurama y se lo que hicisteis, (cuando puedo porque claro una trabaja y tiene que levantar el pais)
Ante eso estoy bastante segura de que no nos dan la televisión que pedimos, y vemos los que echan por el tubo catodico, que eso es igualmente criticable que lo que nos dan.
Mas que nada porque los que deberiamos hacer criba somos nosotros, al fin y al cabo la televisión se basa en audiencias, y esa es la realidad, y en un mundo perfecto iria ligada a la calidad. Pero como no vivimos en un mundo perfecto...
un besiño!!!
A veces la hipocresía es tan descarada que uno hace que piense lo que decía el otro día: ¿se creen que somos imbéciles o qué? Es como esos programas en los que pagan a los entrevistados y luego, los propios entrevistadores, les recriminan por cobrar dinero...
Al hilo de la labor crítica de la que hablabas el otro día, y en conexión con esta entrada, en Barcelona TV hay un programa realmente insólito: un programa de crítica televisiva. Se llama "Telemonegal", su presentador es el crítico Ferran Monegal y puede verse por internet. Es anterior a "Sé lo que hicisteis" y aunque su formato es similar, no es un programa de humor. Eso sí, es en catalán.
Por último, y respecto a si vemos todo lo que nos echan o lo que verdaderamente queremos ver, creo que en parte es una cosa y en parte otra, pero que en última instancia la responsabilidad la tiene el público, que es quien puede cambiar de canal o (acto de heroísmo) apagar la televisión. El ejemplo más claro es el de los telediarios, que más o menos empiezan a la misma hora. ¿Cuáles son los más vistos? Pues los de Piqueras y Matías Prats, aquellos en los que el morbo, la crónica de sucesos y los vídeos caseros impactantes sustituyen a las noticias de verdad.
O sí te pasará, Juan, o sí te pasará. Lamentablemente, lo que he tenido que descubrir en los últimos dos años es que a la gente le va que le den caña. Si abres la mano, pides compromiso profesional, dirección abierta, diálogo en la toma de decisiones y consenso multidisciplinar en la elaboración del producto, te toman por el pito del sereno y te arrinconan. En cambio, si das órdenes precisas, se cumple tu voluntad a rajatabla.
Yo cometí el error de ir de bueno, y como bien sabes mes las han dado todas cruzadas en la cara. A cambio, eso sí, tengo un respeto de las fuentes informativas que los cuatro mequetrefes que han buscado expulsarme de Albacete ni se imaginan. El tiempo pone a cada cual en su sitio, y eso es lo que te sirve para saber si cambiaste en esencia... o sólo a modo de estrategia. Lo escribí un día y no pasa una hora sin que lo confirme: este oficio está lleno de grandísimos profesionales, pero mucho más de enormes sabandijas dispuestas a sablearte la moral. Inclino mi cabeza ante los primeros, y ante las segundas el mayor de mis desprecios (aunque no se me ocurrirá volver a mostrarlo en público, bastante es haber sobrevivido a un intento general de linchamiento: hoy, como algunos me avisaron y entonces no supe ver, me parto de risa de aquella mala imitación de operación de la camorra).
Un abrazo.
Reverendo, me encanta la óptica que ofreces. ¿Por qué se da en televisión ese derecho de defensa a tantos expoliadores y quebrantadores de la ley...?
Mon, a mí Sé lo que hicísteis no me engancha, pero es innegable que suelta algunas verdades (y esconde otras, claro...). Camufladas como chascarrillos, pero verdades.
C.C.Buxter, yo también atribuyo buena parte de culpa al espectador. Pero no deja de ser su libertad. El trabajo de los medios sí puede cambiarse. Pero nadie con poder parece querer.
Al-Duende, por eso digo que "hoy" afirmo que no me va a pasar. En el fondo, me resisto a que sea imposible un trabajo bien llevado sin necesidad de dar latigazos o puñaladas traperas. La experiencia dice lo contrario, pero sin esa ilusión, la verdad es que se me haría difícil trabajar.
Nunca se sabe. En el mundo laboral uno hace cosas que jamás pensó ser capaz de hacer. Y me refiero en el trato con los demás. Si hubieses sido jefe, ¿qué no habrías hecho con ese ex compañero tuyo al que creo llamas M.?
Gracias por la cita.
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