Empezamos con una esponjosa y suave tortilla de bacalao...
Seguimos con un delicioso bacalao, aderezado con pimiento y guisantes, y una salsita en la que es imposible no mojar pan...
Y culminamos con este maravilloso chuletón de buey, tierno y sabroso... Aunque, en honor a la verdad, tengo que decir que en la mesa cayeron DOS de estos magníficos ejemplares...
Damas y caballeros, este es el sabrosísimo menú de las sidrerías vascas, y eso que no estamos todavía en temporada. Me van a disculpar que no sacara foto de la sidra (abstemio que es uno) ni del postre (queso con membrillo, tejas y cigarillos -postre típico de la zona- y nueces), pero es que la gula me pudo...
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Esto es comer. Y sólo queda proclamar dos cosas: el enorme agradecimiento a quien me lleva a este fantástico sitio (segunda visita a esta sidrería en concreto) y las ganas de volver...
8 comentarios:
Tu vente pa Galicia!!! que yo siempre lo digo, como en galicia no comere nunca en ningun sitio!!!
pero yo creo que es que la tierra tira :P
Hala, qué rico todoooo!!! Si no acabara de cenar atracaba la nevera, JAJAJA!! Si es que como la buena comida no hay nada!!!
Y lo de abstemio lo dices para despistar?? ;o)
UN BESITO!!!
Aupaaaaa mi vasquito!!!¡jajjaja!
¿Qué bueno eh? vendrás para la temporada seguro. Algun que otro partido te dará ganas de chuletón.
Besos Juan!
joer, pero cómo te cuidas coleguita jajajajajja
:P
Mon, tira la tierra, sí... Pero algún día tendré que ir a Galicia a comer así de bien, eso seguro...
Bebita, pues gran postre el queso con membrillo... Qué ganas me han entrado otra vez de comerlo, je, je, je...
Casandra, no, nada de despistes. Es que no bebo nada de alcohol... Pero en lo asaltar la nevera ya es otra cosa, je, je, je...
Leyre, pues claro que volveré en temporada. Y fuera de ella... Al final va a ser que el motivo de mis viajes es el gastronómico y, de paso, veo a la Real, je, je...
Sonrisa, si no me cuido yo, ¿quién me va a cuidar...? Se hace lo que se puede, se hace lo que se puede...
En noviembre vuelvo a San Sebastián, a la Behobia. Habrá que pasarse, como siempre, por alguna sidrería.
Lo que nunca he hecho es ir en época de sidrerías. Creo que es en febrero. Mi hermano siempre me anima. Algún año tendré que ir.
Que enviadia me das¡¡¡
Impenitente, sí, por febrero o así. La diferencia está sólo en la sidra, pero ésta tenía las barricas ya abiertas, aunque mis acompañantes temían beber sidra embotellada. ¡Pero hasta eso salió bien!
Vanessa, lo sé y lo siento, pero estas cosas hay que compartirlas y preservarlas, je, je, je...
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