Se cumplen 30 años de las primeras elecciones democráticas, después de la dictadura franquista. Yo nací ya en democracia y de la dictadura sé lo que me han contado quienes la vivieron y lo que he leído. Sin embargo, a pesar de esa falta de experiencia directa, valoro y mucho cada convocatoria electoral que tenemos. Ahora bien, parece que no todo el mundo lo hace.
Duele especialmente que haber sido presidente del Gobierno de este país no haya servido para que las personas que ocupado ese cargo se den cuenta de todo lo que eso supone. Tanto Felipe González como José María Aznar no acudieron a la celebración en el Congreso de esta emblemática fecha. Y lo peor es que ni siquiera sabemos por qué. Hace cinco años, en el25º aniversario, estuvieron todos los ex presidentes de la democracia. Entonces Aznar era presidente. Ayer sólo se vio a Leopoldo Calvo Sotelo.
Por descontado, la ausencia de Adolfo Suárez está justificada por motivos de salud (aunque me hayan contado que hay un impresentable, viejo compañero de trabajo, que tenga la desfachatez de decir que le podían haber llevado y sentarle allí un ratito; lo mismo le parece gracioso...) Por lo visto, Aznar ya tenía comprometido un viaje al Reino Unido, según informaron desde la FAES, esa fundación del PP que preside. González no parece tener excusa clara. "No fui, sencillamente", es lo que ha dicho el ex presidente socialista.
Horas antes de la celebración se quejaba Manuel Marín, presidente del Congreso, de que en este país los invitados más importantes no suelen acudir a los actos oficiales. Y tiene razón. En el caso de Aznar, lo entiendo como una muestra más de su manifiesta irresponsabilidad desde que salió de La Moncloa. En el caso de González, como un escalón más en su pasotismo más absoluto desde que dejó la Presidencia del Gobierno. Ambos casos me parecen muy criticables. Los motivos que expongo no son con ánimo de exculpar a nadie, por si alguien lo ha entendido así.
La única duda que le puede quedar a uno es que las invitaciones del Congreso llegaran tarde, pero González ha dicho que no tiene ninguna queja en ese sentido. Entonces, ¿por qué un ex presidente del Gobierno fija agenda para una fecha como ésta sabiendo que se va a hacer un acto en el Congreso, como ya se hizo hace cinco años? De Aznar me lo esperaba. Seguro que está tan feliz de haber hecho un nuevo desplante, interpretará él, al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. De González, pese a todo, no me lo esperaba. Tenía que haber estado. Pero ser ex presidente ya no es un valor en este país. A casi todos ellos les falta un sentido de Estado necesario y exigible.
2 comentarios:
Qué razón tienes en todo lo que has expuesto, Juan.
Yo si he vivido la dictadura y valoro de una manera especial el derecho a votar y a manifestarse en libertad.
Lo valoro porque mujeres y hombres sacrificaron sus vidas para que ahora podamos hacerlo y es una deuda que no podemos olvidar nunca. Ese sacrificio es impagable.
La falta de respeto de los dos ex presidentes, Aznar y González es incalificable. Pero a mi lo que haga Aznar nunca podrá extrañarme. Sin embargo, si me he llevado una gran decepción con González.
Quien me conoce sabe que siento por esta persona una gran admiración pero eso no quita para que reconozca sus errores. Este ha sido garrafal. Debería pensarlo.
Creo que ambos están demasiado ocupados en ganar dinero fácil con sus conferencias y les importa un bledo todo lo demás.
Una pena y un desaire para todos los que, en algún momento, dimos nuestro voto a uno o a otro.
Sí, es fraro que no se haya hablado más de este tema, teniendo en cuenta la de vueltas que se le dan a algunas tonterías.
Publicar un comentario