
V comenzó siendo una miniserie de dos episodios de poco menos de dos horas que se emitieron en mayo de 1983 por primera vez. Su creador, guionista y director, Kenneth Johnson, quiso hacer un thirller político sobre al ascenso al poder de un movimiento fascista en Estados Unidos, pero la NBC, gracias al éxito de Star Wars, le pidió que lo hiciera en un escenario de ciencia ficción. Sobra decir que Johnson mantuvo su idea original basando a los visitantes de la serie en el movimiento nazi (y no hay más que ver esa especie de esvástica que utilizan los lagartos como símbolo). De hecho, la miniserie original se queda en la narración de la llegada de los visitantes, cómo se van haciendo con el control y en una primera batalla con la resistencia.
Tras la miniserie original, se realizó otra de tres partes titulada The final battle, y después llegó una serie semanal de 19 episodios en la que poco a poco se iba perdiendo el espíritu de la serie original. La NBC la canceló por sorpresa y, de hecho, el final de la serie queda tremendamente abierto. Durante años he pensado que debía haber algo más, que la culpa sería de los programadores españoles que nos escamotearon un soñado final. Pero no, no hay más. Kenneth Johnson, a quien nunca le gustó la serie regular (con la que no tuvo nada que ver) tiene previsto publicar en octubre un libro recuperando a los viejos personajes 20 años después y su intención es llevar el guión a la televisión. Ojalá lo haga. Por lo visto, ya ha conseguido que muchos de los actores originales se sumen al proyecto.
A la espera de que algún caritativo distribuidor nos edite la serie original en DVD (con la de packs que venderían, no sé cómo no la han sacado ya), he podido ver la primera miniserie gracias a la magia de Internet (y ya estoy en proceso de conseguir la segunda miniserie y la serie regular). Y lo mejor que se puede decir es que sigue impresionando como entonces. Quizá no impresione a esos nuevos espectadores acostumbrados a las imágenes digitales y al montaje de videoclip. Pero sí a quienes hemos crecido viendo en pantalla maquillajes de látex e imaginación desbordante por encima de los medios técnicos. Es sin duda un pedazo muy grande de la historia de la ciencia ficción y de la televisión de los años 80.
Para mí sigue siendo una gozada ver a esa perversa Diana (Jane Badler) maquinando maldades, a esa resistencia organizada por la doctora Julie Parish (Faye Grant) y el cámara de televisión Mike Donovan (Marc Singer), a la Quinta Columna liderada por Martin (Frank Ashmore) ayudando a la resistencia humana, al bonachón lagarto Willy (Robert Englund; que shock fue descubrir en su día que este actor era el que daba vida también a Freddy Kruegger), a esos largartos devorando roedores, a esas maravillosas naves nodrizas que cumplían todos los cánones de lo que debía ser un platillo volante...
Y para acabar, la imagen que todos recordamos. Esa imposible Diana comiéndose una rata inmensa...
