viernes, abril 20, 2007

Pues a mí Rajoy no me gustó...

Tras la aparición del presidente del PP, Mariano Rajoy, en el programa Tengo una pregunta para usted en La Primera de TVE, todo han sido elogios para el líder de la oposición. No sólo de los medios de comunicación, sino incluso de la gente. El Mundo publica en Internet una encuesta según la cual el 79 por ciento considera que Rajoy estuvo mejor que en su día el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, un porcentaje que según el sondeo de El País está en el 57 por ciento. Yo creo que Zapatero no estuvo bien, que abusó del tono mitinero y de la estadística oficial, pero creo que Rajoy no supo contestar a muchas cosas, que abusó de los términos generales y que mostró poca coherencia en algunos cosas.

Si nos fijamos atentamente, en muchas de las preguntas que se le hicieron aparecía la palabra "crispación". ¿Consideran los españoles a Rajoy y a su partido culpables de esa situación? Yo creo que en buena medida lo son y que los españoles así lo creen. Pero el líder del PP no ve problema alguno. Dice que "no es para tanto" y le quitó importancia al comportamiento de sus señorías que tanto nos asombra a todos. Y me chocó bastante que no fuera capaz de recordar con precisión el momento en que el presidente del Congreso, Manuel Marín, expulsó del hemiciclo al portavoz popular de Economía en la Cámara, Vicente Martínez-Pujalte (lo ve como una anécdota y se olvida de que nunca había sucedido algo parecido en toda la democracia). Dijo que la crispación y los enfrentamientos en los debates no es "lo normal", sólo lo que se ve en los medios. No. Lo normal es un hemiciclo vergonzosamente semivacío. Cuando hay diputados es cuando se montan las broncas.

Por supuesto, el terrorismo fue uno de los temas estrella. Se preguntó si debe apoyar todo lo que haga un Gobierno en esta materia y recordó los GAL (si el PSOE habla de Irak, una guerra iniciada en 2003, es el pasado, de los tiempos de "Felipe V" dijo una vez Rajoy). Acusó a Zapatero de "romper todos los consensos" en la lucha contra el terrorismo. Y me hizo gracia. Porque uno se acuerda de que vivió una manifestación el 12 de marzo de 2004 "por la Constitución", con un lema impuesto unilateralmente por Aznar, un presidente del Gobierno que, ante el mayor atentado terrorista de la historia de nuestro país, se negó a reunir ese Pacto Antiterrorista con el que ahora los populares se llenan tanto la boca.

El líder del PP tergiversó ciertas cosas. Por ejemplo, se quejó de que el presidente quiera citarle para junio para recomponer la unidad antiterrorista. No es así y no es eso lo que dijo Zapatero. La cita de junio es la reunión con el líder de la oposición que se ha comprometido a mantener el presidente del Gobierno cada seis meses, compromiso democrático que nadie había adoptado hasta ahora. Si quiere reunirse antes con Zapatero, ¿por qué no llama a Moncloa y pide esa reunión? Obviamente, el terrorismo tendrá que estar sobre la mesa en cualquier reunión entre el líder de la oposición y el presidente del Gobierno. Si quiere tanto esa unidad, ¿por qué insiste en llevar este asunto al control en el Congreso? ¿Por qué es el tema del que más habla y sólo habla para criticar al Gobierno? Vaya forma de buscar el consenso...

También tergiversó las explicaciones de Ángel Acebes como ministro del Interior después del 11-M para constatar que él "cree" que no mintió. Rajoy dice que él, todavía hoy, no sabe si ETA está detrás del 11-M, pero al menos ya es un paso que no se atreva a decir que sí es responsable de los atentados. Pero al final es irrelevante lo que piense el líder de la oposición, o incluso el presidente del Gobierno. El caso es que ninguna prueba del sumario apunta a ETA. Yo tampoco lo puedo descartar, obviamente, pero tampoco puedo sembrar dudas sin motivo. ¿Por qué no insinuar que son los Grapo los que están detrás del 11-M? Tampoco hay pruebas que lo desmientan, ¿no...?

La vista de Rajoy se altera según quien se manifieste en la calle, por cierto. Ahora dice que "cualquiera tiene el perfecto derecho a manifestarse" pero convirtió a Zapatero en "pancartero" cuando era el líder socialista el que lo hacía. A mí me parece bien que se manifieste cualquiera si así lo considera oportuno, aunque otra cosa es que comparta los motivos de las iniciativas. Si las manifestaciones son del PP, él no ve ninguna bandera franquista y las que salen en los medios de comunicación, "una o dos", son "propaganda". Pero la vista le funcionaba perfectamente cuando en las manifestaciones contra la guerra veía las pancartas con la leyenda "asesinos" y las fotos de dirigentes del PP. No me gusta la exaltación de un régimen dictatorial ni tampoco el insulto desmedido y falaz. Yo condeno ambos. Rajoy sólo ve lo que le interesa.

Como en muchos otros asuntos, por cierto. Porque no quiso contestar a quien le recordó su gloriosa frase de los "hilillos de plastilina" que salían del Prestige, ni tampoco se atrevió a dar respuestas concretas con respecto a las actuaciones de gobiernos autonómicos de su partido (el urbanismo en Murcia o la situación del español en la educación en las Islas Baleares; con lo que le gusta este último tema para atacar a Cataluña...). Y cuando se le recordaron casos de corrupción urbanbística de su partido apeló a la presunción de inocencia y al respeto a las decisiones judiciales. Sí, el mismo que el PP ha mostrado cuando hablamos del 11-M (con continuas críticas al juez instructor) o cuando el procesado es, por ejemplo, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, que es culpable de antemano de incumplir sentencias del Supremo sobre la ilegalización de Batasuna.

Empiezo a estar un poco harto de que los responsbales de la guerra de Irak se amparen en que "las decisiones se toman con los datos que se tienen en cada momento". No todo el mundo manejaba los datos de George W. Bush antes de atacar, y no todos pensábamos que había armas de destrucción masiva. Entre las personas que no creían la versión de la Casa Blanca estaba el inspector de la ONU, Hans Blix, que pidió sólo unos meses para verificar la presencia o ausencia de armas. Y encima dice que fue un error "de toda la comunidad internacional"... Que hubiera mirado a la calle, donde millones de personas en todo el mundo le avisamos del error que se iba a cometer... No voy a meterme con Rajoy por calificar a Sadam como "el Hitler del siglo XX" y achacaré el error temporal a los nervios del directo...

Hubo dos cuestiones de sus etapas de ministro que quedaron un poco en el aire. Calificó la lucha contra la inseguridad ciudadana como un asunto "capital" y apostó por aumentar las plantillas de las fuerzas de seguridad y de colocar más agentes en las calles. Qué fácil es estar en la oposición... Cuando era el titular de Interior hizo exactamente lo contrario, sacó policías de las calles y redujo las plantillas. En la última pregunta, le cuestionaron sobre el sueldo de un funcionario. Y no supo responder. Como todo mal jefe, no sabe lo que ganan sus subordinados ni siquiera aproximadamente. Eso me parece más importante que la anécdota de que gané "mucho más" que 300 euros, la pregunta de una pensionista que me recordó a la de los 80 céntimos del café de Zapatero.

Sólo le vi valiente al hablar del matrimonio homosexual, asegurando que respaldaría a un hijo suyo si fuera gay y decidiera casarse. Sí supo defender con argumentos (que los comparta o no ya es otro cantar) el recurso de inconstitucionalidad que ha puesto su partido a esta Ley. El resto, lugares comunes, defensa de la "libertad" y los "derechos", pero pocas cuestiones concretas. A mí no me gustó Rajoy y sigo sin verle como una alternativa de gobierno. Entre otras cosas porque no es capaz de asumir los errores propios ni los aciertos ajenos, como demostró al obviar cuestiones como la Ley de Dependencia impulsada por el Gobierno socialista y apoyada, sólo a última hora y entre críticas, por el PP.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer me vi todo el programa y al acabar, la impresión que me dejó es muy parecida a la que tú expresas. Para resumirlo en pocas palabras, vi a Rajoy: Mentiroso, Demagogo y poco “patriótico”.

Mintió con respecto al 11M, a De Juana, a Irak, a las manifestaciones y a la crispación.

Fue Demagogo al arreglar los problemas (Psicólogos clínicos, pensiones, educación) “aumentando los recursos” y asegurando que bajaría los impuestos (Sr. Rajoy así a mi no me salen las cuentas).

Y “poco patriótico” al asegurar que es más importante para los niños, que sepan hablar y escribir en inglés antes que en castellano, ni hablar de las lenguas vernáculas.

Nunca se me habría ocurrido votarle, pero tras escucharle me he convencido absolutamente de que no lo haría aunque fuese el último político sobre la tierra.

Roi dijo...

Pues a mi, la verdad... me gustó más de lo que pensaba... porque directamente creía que nos lo íbamos a comer con patatas... pero NO... la derecha es fuerte en sus mentiras y nosotros en "las nuestras". Ahora... mi cara cuando a la pregunta "¿Qué opina de las banderas anticonstitucionales?"... responde... "Yo no las vi..." ... ??? ... ¿Qué se puede decir a eso? Uno se queda sin palabras... ¡Qué capacidad de transformar la realidad! Es que ni yo en mis mejores debates... espectacular!!

Todo este "exitoso programa de TVE" Me parece otro claro ejemplo de crispación social y falta absoluta de entendimiento. De engaño y mentira por todas partes, y también hablo de Zapatero. Uno ya no sabe qué creer, ahora estamos en uno de los mejores momentos económicos de la historia de España..., pero claro será para los que tengan casa, porque los demás aspiramos a poder pagarnos un máster y poco más.

Confío que de un debate Rajoy-Zapatero se puedan sacar más conclusiones. Lo que no entiendo yo tampoco es por qué a la gente le ha gustado más Rajoy, cuando hubo varios momentos ayer que se le vio inseguro, dudando, con voz temblorosa y pensando la respuesta durante más de cinco segundos... como ese maravilloso "¿eeeh?" tras la pregunta "Vd. ¿cuánto gana?" y una respuesta casi para enmarcar... "le aseguro que más que Vd..." Me quedo más tranquilo sabiendo que un proyecto de presidente tiene para pagarse la compra del mes...

Espero que no hagan nada parecido con Gallardón, porque este sí sabe, y votos no le faltan precisamente...

Margot dijo...

A mi tampoco me gustó. Pero claro, no es de extrañar, porque a mi no me gusta nunca.

Respondió como siempre, mintiendo.

También creo que la pregunta sobre el matrimonio entre personas del mismo género se debió formular de otra forma, porque al poner a un hijo en el mantel, la respuesta era previsible. Debería haberle preguntado que qué pensaba sobre los matrimonios entre homosexuales que se habían llevado a cabo dentro de las filas de su partido. Quizá ahí no habría sabido qué decir. O, por lo menos hubiera tenido que pensar un poquito más.

De todas formas, pensó demasiado las respuestas. Siempre repetia la pregunta y hacía un comentario sobre el interlocutor antes de contestar.

Me hubiera gustado que alguien le preguntara sobre el porvendir de Televisión Española si ellos llegan al poder nuevamente. Tendríamos a Urdaci?

Por último, Juan, si llego a saber que lo explicarías tan bien, me hubiera ahorrado el sacrificio de tener que verlo en la tele.

Reverendo Pohr dijo...

Han pasado algunos días, pero mi visión ni ha mejorado ni empeorado. Lo de Rajoy fue una buena puesta en escena, más destinada a quedar bien y con la lección aprendida de la anterior presencia de Zapatero. Se pretendía ser efectista, marcando la interpretación, si bien la concentración de "fuerza" en el boli de su mano delataba nerviosismo. No era para menos. De todas maneras, el lider de la oposición tiene fama de buen orador. Y debo decir que en las formas (más allá del boli), estuvo bastante bien.

De contenidos, en cambio, estuvo flojo. No es fácil para un político responder las "acometidas" ciudadanas, tan tendentes a la crítica, pero también hay que decir que algunos temas eran ya previsibles (una ventaja de intervenir en segundo lugar). Por eso, muchas respuestas estaban prefabricadas y estandarizadas. Con un toque personal, eso sí, pero poco espontáneas y con firma de asesor detrás.

Me hubiera gustado ver cómo hubiera reaccionado a preguntas al porqué desde la oposición crítica aquello que él, con sus motivos, llevó a cabo cuando estaba en el gobierno, como la política penitenciaria. Supongo que no todo se puede conseguir en tan poco tiempo. No obstante, de cara al espéctaculo televisivo, hay que reconocer que es ameno y hasta positivo que se dejen ver los lideres políticos aún cuando les puedan masacrar a preguntas. Es síntoma de que también son parte de la vida "terrestre"

Anónimo dijo...

Creo que Rajoy estuvo más cercano al público que Zapatero pero lo que no me gustó para nada es que a cada pregunta que le hacían contestaba lo que le daba la gana y contaba otra historia...