martes, abril 17, 2007

Zapatero y las costumbres democráticas

Cuando se haga balance de la actual legislatura, habrá cuestiones que quedarán muy olvidadas. Y hay algo que ha impulsado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que no me gustaría que formara parte de ese olvido. Zapatero ha establecido nuevas costumbres democráticas que para muchos pasan desapercibidas pero que tienen una gran importancia.

Esta reflexión viene a cuenta de la presentación de la memoria económica de 2006 que hizo ayer Zapatero. Era la primera vez que un presidente del Gobierno español protagonizaba un acto como éste. Y me parece de lo más saludable, a pesar de que no comparto el tono triunfalista que utilizó. Espero que se mantenga en las próximas legislaturas, sea de nuevo Zapatero el presidente o lo sea otro político.

Esta presentación no es el único hito que ha marcado Zapatero en este sentido. Él ha sido el primer presidente del Gobierno en someterse a preguntas de control en el Senado (no sólo en el Congreso como ha sido costumbre siempre). Él ha sido el primero en presidir la Conferencia de presidentes autonómicos, que ya tiene un carácter anual aunque al principio todo eran críticas a esta reunión. Él ha sido el primero en comprometerse (y cumplir su promesa) a dar una rueda de prensa abierta a todas las preguntas cada seis meses (me parece poco, pero es un avance). Él ha sido el primer gobernante de este país en someterse a una entrevista con ciudadanos en la televisión pública.

Son elementos muy positivos que demuestran, digan lo que digan y por mucha crispación que nuble la vista, que la democracia española goza de buena salud. Pero hay que seguir progresando. Nunca será suficiente lo que se haya hecho hasta entonces. La democracia tiene que seguir evolucionando y creo que Zapatero es un tipo que cree firmemente en este objetivo. Estemos o no de acuerdo con él o con su Gobierno, seamos más o menos críticos con su gestión, creo que esto se lo deberíamos reconocer todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre que se acercan unas elecciones, y comienzan los “balances de legislatura” vuelve con fuerza a mi cabeza la eterna lucha entre el pragmatismo y la utopía. Y es algo que lleva acompañándome desde 1977. En estos momentos el tema está centrado (en mi cabeza) entre el “se ha hecho mucho” y el “falta mucho por hacer”. Y, en mi modesta opinión, gana la segunda opción. Aun reconociendo lo que se ha alcanzado hasta ahora, tengo la maldita sensación de que la práctica política, en estos últimos tiempos, adolece de una falta de conexión con la “vida real” muy grande. La macroeconomía va muy bien, pero los cafés siguen costando más de 0,80 en las cafeterías, Las leyes protegen a las mujeres de la violencia, pero siguen muriendo violentamente. El precio de la vivienda no sube tanto como antes, pero las hipotecas siguen siendo inalcanzables para muchos jóvenes. Las tropas volvieron de Irak pero se están metiendo en un callejón sin salida en Afganistán. Existe firmeza frente al terrorismo, pero tampoco se dan pasos para acabar con él. El presidente habla con la gente y da explicaciones, pero... ¿ya escucha?

Mientras, la lucha Pragmatismo Vs Utopía continúa. Soy de la opinión que habrá que intentar que se prolongue la situación actual porque las alternativas no son en absoluto mejores (¡Dios, que oposición tiene este país!). Seamos pragmáticos para dar una oportunidad a la utopía

Anónimo dijo...

usted es valiente con la democracia