En La joven del agua, una muy bonita e incomprendida fábula, el realizador M. Night Shyamalan incluyó un personaje de lo más atípico en una película: un crítico de cine. Lo interpretó Bob Balaban, en la parte izquierda de la foto. Sin revelar nada sobre la película, digamos que es un personaje que se haga querer y que no tiene un final muy feliz. Era la irónica venganza de Shyamalan hacia los críticos que han masacrado todas sus películas desde El sexto sentido, película que sí alabaron, aunque hace ya ocho años.
Cuento esto porque hoy más que nunca he entendido a Shyamalan. Me encanta el cine. Me gusta actuar como crítico. Pero hoy he comprobado que hay quien entiende lo de ser crítico de cine de una forma muy distinta. Hoy he estado en el pase de prensa de Spider-Man 3 (para saber lo que opino de esa película, os invito a pasar por otro de mis blogs, La sala de cine, tenéis el enlace en la columna de la derecha). Y he encontrado a un tipo con el que me he reído mucho. Ya sé que no se deben escuchar conversaciones ajenas, pero en una sala de cine ¿qué es privado y qué es público...?
El caso es que he pillado la conversación ya iniciada. El tipo en cuestión estaba diciendo que estaba en una muy mala racha de cine, que se estaba tragando muchos bodrios últimamente (confesó que había pagado por El número 23, la de Joel Schumacher con Jim Carrey, y la calificó de "infumable") y que no esperaba mucho de lo que estábamos a punto de ver. El siguiente comentario que le escuché (es que coincidí con una amiga y antigua compañera y no pude oír todo lo que dijo) fue el siguiente: "Es que después de 2001, a ver quién ve ciencia ficción". Sí señor, nos acabamos de cargar 40 años de cine de ciencia ficción.
Seguro que muchos habéis pensando en esa maravilla que es Blade Runner, ¿verdad? Pues como el tipo en cuestión tenía para todos, dejó claro que Ridley Scott "es otro fiasco" (¿otro? ¿con quién más se metería en el tiempo que me perdí...?). ¿Habéis pensado en la trilogía de El Señor de los Anillos? "Vaya cagada", es lo que piensa este señor... Eso sí, luego se puso a alabar el cine fantástico oriental y aseguró que "Shutter no estaba mal" (comentario dedicado a mi amigo Roi). Creo que en toda la conversación, de unos quince minutos, sólo ha hablado bien de una película, Cartas desde Iwo Jima (y que conste que ahí coincido con él, es una obra maestra impresionante).
Luego se empezó a quejar de que ya no se hace cine como antes, y eso le llevó al mundo de la televisión. Por descontado, este tipo se hace traer las series en DVD desde Estados Unidos porque en España, dice, no se editan las series de verdad. Series que, en un alarde de modernidad, pueden llegar hasta finales de los 70. De hecho, no le ha gustado que se comercialice MacGyver y no Jim West. No sé si alguien lo dudaba, pero al final de Spider-Man 3, su concertulio de los minutos previos se ha girado para conocer su veredicto y ha mostrado su pulgar señalando hacia abajo. Eso sí, lo ha hecho mientras cumplía con ese ritual casi olvidado de quedarse sentado en su butaca durante todos los títulos de crédito (yo también lo hago; ¿estaré en peligro de convertirme en un crítico?).
Siempre he tenido la sensación de que los críticos creen que sus comentarios y creencias deben ser, ante todo, trascendentes. Una película que sólo entretiene (como si eso fuera poco) no puede ser buena según sus ideales. Cualquier tiempo pasado siempre fue mejor. Antes se hacía cine, ahora porquerías. El blanco y negro, mucho mejor que el color. ¿Efectos especiales? Puaj, que asco... Algo así es lo que parece que debe pensar el buen crítico de cine. Vamos, que para que una película sea buena parece que hay que sufrir en el cine. Y tampoco es eso, ¿no...?
3 comentarios:
Después de todo, un crítico de cine, como individuo, no deja de dar una visión particular. A la hora de valorar una película se puede hacer hincapié en los aspectos objetivos, pero, al igual que toda obra artística, es el factor subjetivo el más tendente a influir. En la elaboración del vino, el Lambrusco es técnicamente un mal ejemplar, pero eso no significa que le guste menos a la gente.De hecho, hay quien lo disfruta mucho más que un Gran Reserva de 12 años. Y la experta opinión de ningún enólogo podrá cambiar ni los gustos ni las compras.
En "La Joven del Agua", el crítico plantea una relación lógica de los personajes, pero peca de ignorante ante la realidad que le rodea. Y, aunque el planteamiento tenía mucho sentido, seguirlo casi llevó al desatre.
La crítica que vale es la del boca-oreja, afortunadamente. Por culpa de esa "crítica" aún no he visto La joven del agua... por cierto. Quiero ver la de "El número 23", la última vez que fui al cine fue para ver "300" y he escuchado de todo pero a mí me encantó, me lo pasé bien y eso es lo que cuenta. Bueno, quizás no, porque lo pasé fatal viendo "Salvador" pero me encantó... no te la pierdas si no la has visto todavía.
Es que algunos críticos creen que sólo deben hablar mal de las películas, a no ser que las haya dirigido un sueco o, como ahora está de moda, un oriental. Woody Allen satiriza muy bien a esta clase de críticos (y por extensión, "intelectuales") en muchas de sus películas.
Ahora bien, tampoco debe caerse en el extremo contrario y pensar que sólo porque una película sea alabada por la crítica ha de ser aburrida, pesada o (¡cómo odio este adjetivo!) lenta. También puede haber películas, por lo demás, que sean buenas aunque no tengan escenas de sexo, efectos especiales o los personajes articulen más de tres palabras seguidas de forma coherente.
PD: A mí Ridley Scott me parece bastante decepcionante, porque junto a películas muy buenas (como "Blade runner", exacto), tiene otras totalmente prescindibles. Le pasa un poco como a Coppola, pero claro: después de "El padrino" y de "Apocalypse now", ¿quién hace algo mejor?
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