No me importa lo que el etarra De Juana Chaos diga en la entrevista que publicó The Times. Lo que me preocupa es lo que supone para el mundo del periodismo. Hay una cuestión que no termino de ver clara. ¿Debe un medio de comunicación entrevistar a un personaje de dudosa moral, como es éste De Juana Chaos? ¿Las opiniones de un terrorista, o de cualquier tipo de criminal, tienen cabida en un periódico? "Se trata de una información importante sobre un personaje muy polémico. Pero el hecho de que éste sea polémico no significa que no se le deba entrevistar o fotografiar o que no se pueda escribir de él", explica el director del diario que ha publicado esta entrevista, Robert Thomson. La información, añade, "estaba bien investigada y su preparación fue enteramente profesional". "Estoy seguro de que contribuirá significativamente a un debate crucial en España y todo el mundo", culmina.
Yo tengo una opinión muy clara sobre este asunto. Yo no habría entrevistado al etarra De Juana Chaos, ni tampoco al portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, como ha proclamado que pretende hacer Sánchez Dragó en su informativo de Telemadrid (un canal que no tiene ninguna duda en decir que Batasuna es parte de ETA y, por tanto, una organización terrorista), porque no quieren entrevistarle en su faceta de político (que ya no lo es, al menos por el momento). Como tampoco hubiera entrevistado como hizo Jesús Quintero en un programa de TVE a Farruquito, por citar un caso que no tiene nada que ver con el terrorismo. Creo que los medios de comunicación deberían dar ejemplo. Entrevistar a criminales sobre sus crímenes no me parece que entre en esa categoría. Creo que encaja más en una defensa, o cuando menos una forma de sortear las críticas, del personaje en cuestión, y por eso, por lo menos yo, no estoy dispuesto a pasar.
Este caso, uno más, evidencia que el periodismo no tiene claros sus límites. Nunca los ha tenido y parece que en los últimos tiempos están más difuminados que nunca. No estoy diciendo que mi opinión dicte la norma. Digo que debe abrirse un debate de una vez por todas, al menos en el periodismo español (y seguramente muy centrado en la información sobre terrorismo), para dejar claro qué debemos y qué no debemos publicar, qué clase de informaciones son éticas y cuáles no lo son. Porque, de lo contrario, lo único que estamos haciendo es dar palos de ciego. Cada vez que suceda un caso de estas características, algunos criticaremos la publicación de estas informaciones y otros las defenderán. Y ahí acabará todo el debate, porque nadie quiere un consenso en esta materia.
Recuerdo hace años otro caso de duda en los límites de la prensa. El diario El Mundo introdujo a un fotógrafo en el juicio sobre los GAL en el que declaró el ex presidente del Gobierno Felipe González. La sesión era a puerta cerrada y, por tanto, era ilegal el acto ordenado por el diario de Pedro J. Ramírez. El Mundo publicó la fotografía de González en su portada. Me imagino, aunque no lo recuerdo bien, que sería sancionado y pagaría la multa correspondiente. Es decir, que un medio de comunicación cometió un acto ilegal, a sabiendas de que iba a ser multado o sancionado porque tenía claro que le compensaba realizar dicho acto. Dejo el caso para reflexionar sobre el mismo. No fue el primero, como el del etarra De Juana no será el último.
1 comentario:
En el caso de De Juana Chaos, creo que lo fundamental es que el diario que ha publicado la entrevista es británico; dudo que hubieran hecho lo mismo con los presos del IRA que hacían huelga de hambre en la época Thatcher. Los problemas de los demás suelen verse con más distancia y menos análisis ético (como denunciaste hace unos días, a ETA todavía algunos la llaman organización independentista, guerrilleros vascos, etc.). Si te fijas, Hollywood ha hecho películas sobre el terrorismo del IRA de dudoso gusto (especialmente aquella en la que el terrorista era... Brad Pitt). ¿Crees que harían películas semejantes sobre terroristas de Al-Qaeda?
Por lo que se refiere a los límites que deberían respetarse en el periodismo, es un tema espinoso porque siempre se relaciona con la censura. Yo en lo que estoy convencido es en que nunca hay que permitir que un medio de comunicación sea utilizado para hacer propaganda del terrorismo o exaltar el crimen (no ví la entrevista a Farruquito, pero sí los reportajes de la fiesta que dio para celebrar su primera condena, y fue realmente escandaloso).
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