
Para lograr su propósito de crear un Luis Aragonés amable y afable, su estrategia fue simple: eludir las respuestas que demandaban las preguntas que le hicieron. No se mojó en nada y, por tanto, aburrió a todo el mundo. A los entrevistadores por un día y, sobre todo, a los telespectadores (es el programa de Tengo una pregunta para usted que menos audiencia ha logrado. Con todo el respeto del mundo al líder de IU, pero con los pies en el suelo... ¡hasta Llamazares reunió a más gente delante de la tele!). Las preguntas, además, fueron en general muy flojas. Casi ninguno de los invitados quiso hurgar en la herida y se sintió en ocasiones un peloteo que no tuvieron los políticos que previamente habían acudido al estudio.
Como dijeron después algunos de los asistentes después del programa, no vieron al Luis real. Vieron a un actor. A un técnico que quiere caer bien, entre otras razones porque busca trabajo después de la Eurocopa. Desde mi punto de vista, no consiguió su objetivo. Para caer bien, tienes que sonar sincero (no lo pareció al hablar de Rául), cercano (trató de ponerse por encima del aficionado común con supuestos conocimientos que le dan la razón a la hora de convocar a un futbolista u otro; Luis, nosotros también somos capaces de sacar una media de goles marcados y minutos jugados, no te creas que eso es tan avanzado...) y, sobre todo, confiado en sus posiblidades (dejó tantas frases sin acabar y preguntas sin contestar que todo sonó a prefabricado).
Luis es un profesional que restó importancia a su palabra, comparando una actividad diaria que no se puede al final hacer con su decisión de no cumplir una promesa de marcharse tras el Mundial si no superábamos los cuartos de final. Dijo que la imagen que se ve de él en los medios es falsa, que él no es "tan ogro" como le pintan los periodistas. Será que era otro Luis Aragonés el que se negó por un tiempo a dar ruedas de prensa o el que ninguneó la trayectoria de Rául, que tanto alaba ahora al hablar, con unos chavales y pensando que no había cámaras delante. Y dijo que no le molesta la crítica, sólo "el insulto". Y, claro, me he acordado del siguiente vídeo, emitido en su momento por El día después, aquel magnífico programa de fútbol que tenía Canal +.
3 comentarios:
¿Le preguntaron algo sobre el juego? ¿Le preguntaron su opinión sobre lo que siempre le cantaba el Frente Atlético: Luis Aragonés, qué borracho es? ¿Por qué siempre Raúl?
Y otra duda: ¿existen las pesetas modernas? Entonces, ¿por qué todo el mundo dice las antiguas pesetas? Que una moneda no esté en curso no significa que sea antigua.
Asumo que he caído en la trampa de las antiguas pesetas, amigo Impertinente, je, je... Prometo vigilarme más en futuras ocasiones.
En cuanto a los cánticos, nunca me han gustado referidos a nadie (y menos del Frente Atlético, grupo al que no guardo precisamente mucho cariño...), pero Luis se refiere a la imagen que da de él la prensa, no las críticas de la gente.
A mí lo de Raul me da igual, de verdad, pero que sea valiente y diga que no lo quiere llevar. Clemente lo hizo con Michel y después hicimos un muy buen Mundial, reconocido por casi todos...
Luis Aragonés está más pasao que Berlusconi... ¡Y la guerra que seguirán dando! Yo creo que haremos un buen mundial porque tenemos a muchos buenos jugadores que se han hecho magníficos en el exilio. Eso sí, de llegar lejos será a pesar de Luis. Y tal. Y Luis y tal y tal. ¡¡Luis Superstar!! Luis Aragonés, Jesús Gil, Telecinco, Berlusconi... Está claro.
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