martes, diciembre 18, 2007

Escribir... o no escribir

Cada día reflexiono sobre qué puedo escribir en estos blogs, la temática, la forma, la conclusión... Hay días que tengo muy claro lo que quiero escribir, hay días en los que los temas prácticamente te saltan a la cara, hay otros que los temas me aparecen de repente navegando por Internet, hay otros días que improviso porque realmente quiero escribir algo. Y también hay días que no sé qué escribir o que no estoy de humor para ponerme delante del teclado.

La escritura en los blogs tiene dos partes. Por un lado te descubres al mundo con tus ideas, con tus reflexiones, con tus imágenes, en definitiva con tu vida. Es realmente bonito poder escribir lo que uno piensa con absoluta libertad y que haya gente dispuesta a gastar parte de ese bien preciado que es su tiempo libre en leer lo que uno ha escrito. Y por otro lado, te sientas delante del ordenador a leer lo que otros han escrito. Hay quien relata emociones, quien publica cuentos, quien se queja, quien reivindica... Hay de todo y esa es la grandeza de la blogsfera. Es un tiempo muy bien empleado.

Son unos cuantos los blogs que visito casi a diario y disfruto leyéndolos. Me gusta pensar que a la gente le hace ilusión recibir visitas y comentarios porque a mí sí me hace ilusión. Pero algunos de sus autores a veces desaparecen. Algunos lo avisan, nos cuentan que van a estar muy liados personal o laboralmente y que no van a escribir en un tiempo. Otros simplemente desaparecen. Y pasan días. Después semanas. A veces incluso meses sin publicar una sola línea nueva, sin dejarte un comentario en tu blog.

Y entonces te preguntas qué les ha podido pasar. Si han dejado escribir porque no tenían tiempo, porque ya no quieren decir nada en este medio, porque tenían un motivo que les llevara a abandonar esta práctica o porque les ha pasado algo. Por descontado, no voy a dejar de escribir, porque esto es parte de mí. Pero, al mismo tiempo, yo sigo entrando en esos blogs con la esperanza de que sus autores no se hayan olvidado de quienes les leemos. Quién sabe, quizá algún día me encuentre que han vuelto, que tienen cosas muy interesantes que contarnos a todos...

7 comentarios:

SIE dijo...

Yo llevo algo más de dos años... y a todos nos dan momentos de baja inspiración... pero he seguido con él, supongo que pienso como esta viñeta de Mauro Entrialgo

Silvia dijo...

Estoy de acuerdo en lo que comentas acerca de escribir en el blog. Hay días que te sobran los temas, y sin embargo, otros... Es un rollo porque piensas que no te va a salir nada interesante, ni digno de leer. Pero bueno, hay que perseverar.

Bss.

Verónica dijo...

Mira: Llego saltando desde otro blog, sólo para ilusionarte (conste que has sido tú el que ha confesado que el hecho de que te lean te hace ilusión).

¡Luego dirán que no ocurren cosas mágicas en la Navidad!

Fuera de bromas, un placer caer por aquí, como de refilón. Si te sigue haciendo ilusión, por aquí me pasearé, de cuando en cuando. Y ... lo siento, soy de las que escriben a ratos, por falta de tiempo, por pocas ideas o, lo peor de lo peor, porque a veces la tristeza me supera. Una vez confesado, tal vez, ya no te tendrás que hacer preguntas al respecto ....

(Me ha encantado tu manera de describir esa sensación que todos sentimos cuando nos enfrentamos con el silencio de un blog en el que antes encontrabamos palabras.)

Unknown dijo...

Interesante reflexión, sí señor. Lo cierto es que, en no pocas ocasiones, el motivo para seguir dándole a la tecla es la esperanza de que alguien te lea. De que estén a tu lado, aunque sea al otro lado de la red.

Sigue ahí. Enhorabuena.

C.C.Buxter dijo...

A mí también me hace ilusión ver en la bandeja de entrada de mi correo electrónico que alguien se ha tomado la molestia de leer y comentar algo que he escrito; ¡qué le vamos a hacer!

Respecto a lo segundo, pasa, más o menos, como con todo en esta vida: como esos amigos del colegio, esos compañeros del trabajo o, en definitiva, cualquier persona que durante un tiempo ha formado parte de nuestra vida cotidiana, y que un día, sin saber muy bien cómo, han desaparecido de ella y ya no vuelves a verlos. Al menos queda el recuerdo, bueno o malo, de los días pasados junto a ellos.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Tanta ilusión como recibir comentarse me hace descubrir que tengo nuevos visitantes. Bienvenidas las dos que he descubierto gracias a este post.

Sometimes (¿o prefieres que te llame Eyes?), ya te he incorporado a mis habituales lugares de lectura. Muy buena la viñeta, algo así pensaba yo también, sí...

Verónica, yo sigo buscando magia en la Navidad y más allá de la Navidad. Espero que la tristeza no te supere demasiadas veces. Te leeré para comprobarlo...

Silvia, totalmente de acuerdo, hay que perseverar. Todos tenemos gente pendiente de lo que escribimos. Y seguro que escribimos cosas más dignas de leer de lo que seguramente pensamos nosotros mismos.

Noelia, no lo dudes, por aquí cerquita seguiré. Gracias por tu aliento.

C.C.Buxter, no sé por qué pero para muchas cosas ya no sólo me vale el recuerdo. Será la melancolía navideña, je, je... Me alegro de que compartamos esa ilusión por recibir comentarios.

Niña dijo...

Yo personalmente te agradezco tus comentarios porque siempre me hace ilusión leerlos.

Prometo no tardar tanto en escribir!!.

Besos