Es obvio que no todo el mundo se merece recibir regalos en Navidad, pero no está mal recordar de vez en cuando los nombres de quienes han hecho méritos negativos. Para todos estos individuos, destacados por la prensa en los últimos días (como tuviera que hacer un repaso de todo el año, este post sería tremendamente largo...), mi más sincero deseo: ojalá Papá Noel y los Reyes Magos sólo os traigan carbón.
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Carbón para el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, por decir que hay menores que provocan que se abuse sexualmente de ellos, por afirmar que la homosexualidad es poco más o menos que una enfermedad patológica y una lacra social. En realidad, yo no le relegalaría carbón, sino una querella criminal. ¿Para qué existen la Fiscalía General del Estado y el Defensor del Pueblo? ¿Sólo para hablar de ETA? ¿Por qué hay que andar con tanta cautela (véase la reacción del presidente del Gobierno cuando se le preguntó por este asunto, para mí acertada para no echar más leña al fuego, pero indicadora de cómo están las cosas) cuando se habla de cualquier religión y sus administradores?
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Carbón para los imbéciles que aprovechan una huelga para provocar destrozos y hacer daño a las personas. Esto va, obviamente, por el paro de los servicios de limpieza de Metro de Madrid, lugar que por fortuna he conseguido evitar, hasta ahora, desde que comenzó la huelga hace ya dos semanas. El derecho a la huelga es legítimo, pero hay descerebrados que se creen que eso les da derecho a vaciar extintores en las estaciones, a volcar bolsas de basura en los andenes o incluso rociar con aceita los tornos para que la gente se resbale y se caiga. Qué graciosos son estos tipejos. No es que sea esta la única huelga en que se hayan vivido estos casos, por desgracia en España nos creemos con demasiada frecuencia que una reivindicación legítima da derecho a todo, incluso a jorobar a la gente que no tiene culpa.
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Carbón para los políticos que incumplen sus promesas electorales. Me vienen a la cabeza ahora mismo el alcalde de Salamanca, que ha decidido subidas brutales de impuestos (entre otras cosas, el abono transporte casi subirá un 100 por 100) medio año después de ser reelegido como alcalde o los responsables del Gobierno central que se permiten el lujo de hablar de la buena situación económica (Zapatero el primero, que el tirón de orejas también va para él) pero después aprueba subidas del agua, la luz y los transportes por encima de lo que ha subido el IPC. No es el camino, no.
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Carbón para los artistas que sólo aben sobrevivir por medio de la subvención y el canon, y no por su esfuerzo y su dedicación a la profesión. Me niego a ser criminalizado por copiar un DVD o bajarme un disco de Internet. ¿Por qué nadie se escandaliza de que una película de 1987, amortizada ya en todos los mercados y editada sin ningún extra que le dé un valor añadido, cueste 27 euros en estos nuevos formatos llamados HD DVD y Blu-Ray? Me sale más barato regalar carbón, eso seguro... Es un escándalo que me cobren un canon por un DVD que vaya a utilizar para guardar, por ejemplo, estos textos que escribo en mi blog. El Defensor del Pueblo tampoco sirve para esto. En lugar de defender al pueblo, prefiere defender a los artistas y ya lo ha dicho públicamente.
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Mejor no sigo, porque lo mismo me doy cuenta de que hay demasiada gente que sólo merecería carbón, a veces ni siquiera eso, y hay que mantener algo de espíritu navideño, ¿no...?
2 comentarios:
Completamente de acuerdo con todos tus destinatarios del carbón. Elegiría alguno más, pero ahora no tengo ganas de mosquearme.
Feliz Año y muchos besos.
Yo también estoy de acuerdo con todos a los que les enviarías carbón, sobre todo a los piltrafillas que organizan destrozos en las huelgas...(están desvirtuando un derecho adquirido)y algunos más por ahí que has nombrado y que has dejado de nombrar.
Pero como tu bien dices, habrá que intentar conservar el espíritu navideño.
Besos
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