lunes, septiembre 03, 2007

Cuando la estupidez quiere ponerse por encima de la humanidad

Después de la durísima muerte del jugador del Sevilla Antonio Puerta, estaba cantado que íbamos a vivir un fin de semana lleno de gestos emotivos, de dedicatorias al compañero que falta. Una de las más lógicas la protagonizó Sergio Ramos, ahora en el Real Madrid pero que compartió con Puerta vestuario, tanto en el Sevilla B como en el primer equipo entre 2002 y 2005. "Puerta, hermano, no te olvidaremos", decía la camiseta que enseñó después de dar un pase de gol a Van Nistelrooy, rodeado por todos sus compañeros. A falta de un gol propio que dedicar, aprovechó, como era lógico, la menor ocasión para mostrar su camiseta.

Un gesto bonito, ¿verdad? Pues la estupidez de un tipo que se pasea por los campos prentendiendo ser el protagonista de todo lo emborronó. Llegó Medina Cantalejo, el árbitro de la foto de la izquierda, y le sacó tarjeta amarilla a Ramos por quitarse la camiseta y enseñar otra con un lema. Indignante, sencillamente indignante.
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¿Cómo se puede demostrar un instante tan pequeño tanta estupidez, incompetencia e insensibilidad? Un gesto humano encontró una respuesta inhumana. ¿Cómo puede un árbitro sacar una tarjeta amarilla por una dedicatoria como ésta? No salía de mi asombro viendo el partido en directo, no salgo todavía de mi asombro viendo las fotografías y los resúmenes. No puede ser, no puede caber tanta incompetencia, tanta estupidez que quiera ponerse por encima de un gesto bonito y necesario...
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Pero sí, es verdad. Sucedió tal y como lo he contado. Medina Cantalejo, por lo visto, se ha amparado en el reglamento, un reglamento que todos los árbitros se empeñan en tergiversar cada fin de semana. Joseph Blatter, presidente nada menos que de la FIFA, dijo hace tiempo que los árbitros se equivocan claramente en la interpretación de esta norma, pensada para evitar camisetas con mensajes de tipo político o que inciten al enfrentamiento, al igual que para no permitir que un jugador pretenda disputar un partido sin su equipación completa.
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Lo demás son ganas de salir en televisión. Pero no pasa nada, porque en lugar de recibir una reprimenda pública por parte de todos los organismos que rigen el fútbol español y mundial, lo más probable es que Medina Cantalejo pite un partido en la primera jornada de la Champions, vaya de nuevo a un competición de selecciones (como el último Mundial, al que no tuvo reparos en ir después de que se echara a su compañero Mejuto González porque uno de sus asistentes no pasó las pruebas físicas; eso es solidaridad, Medina, sí señor) y, como premio final, lo mismo pita la final de la Copa del Rey. Y ganando una millonada (además de sus empleos, porque quieren ser profesionales sólo para lo que les interesa) que sigo pensando que este colectivo no se gana en el campo.
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Por cierto, que yo haya visto, ningún árbitro se sumó a los homenajes a Puerta, ninguna camiseta, ninguna pancarta, nada de nada. Sólo hicieron en estos homenajes lo único que saben hacer, tocar el silbato para iniciar y poner fin a los minutos de silencio. Qué oportunidad han perdido para mostrarse algo más humanos y cercanos al espectáculo del fútbol. Mientras no piensen de verdad en los jugadores y en los aficionados, y también mientras sigan cometiendo errores subsanables que cambian los resultados de los partidos (este fin de semana, unos cuantos partidos en Primera y Segunda se han visto alterados por sus ¿apreciaciones?, ¿decisiones?, ¿apuestas?, ¿compensaciones?) para mí seguirán siendo enemigos de este deporte.

5 comentarios:

María dijo...

se qeuivocó, claramente se equivocó al enseñarle a Ramos la targeta amarilla... pero, de ahí a decir que son enemigos de este deporte... no se...

C.C.Buxter dijo...

Lo peor no es que los árbitros se equivoquen porque, después de todo, cualquiera puede equivocarse, y yo creo en su honestidad. Ahora, lo que es intolerable es que, después de equivocarse, no sólo no se les castigue, sino que se les premie.

Hace unas semanas, hemos visto cómo en la Premier League se castigaba a un árbitro por haberse inventado un penalty a favor del Chelsea en el partido que enfrentaba a este equipo contra el Liverpool. Aquí eso es inimaginable. La pasada temporada, por ejemplo, Rodríguez Santiago se comió el gol con la mano de Messi al Español, en la penúltima jornada, que pudo haber decidido la Liga. ¿Qué hizo la Federación? Designar a Rodríguez Santiago para que pitase la final de la Copa del Rey...

C.C.Buxter dijo...

Por cierto, que antes se me ha olvidado: alguna vez has hablado de ligas amañadas y árbitros sospechosamente retirados a final de temporada... ¡Cuenta, cuenta!

Juan Rodríguez Millán dijo...

María, ya sé que suena dura la expresión, pero digo que son enemigos del deporte precisamente porque no son capaces de reconocer sus errores.

Ayer Medina Cantalejo dijo lo siguiente de la tarjeta a Ramos: "Cuando un jugador se quita la camiseta, o se cubre la cabeza o sobrepasa la zona del cuello hacia atrás con ella, no tenemos más remedio que sacarle amonestarle. Sé que la medida es impopular y me hubiera gustado que no hubiera pasado, pero nosotros no creamos las normas, las aplicamos". No tengo palabras...

C.C.Buxter, totalmente de acuerdo. Lo de la Federación Inglesa fue ejemplar y al mismo tiempo impensable en España. Y, por cierto, aquel árbitro inglés admitió su error.

En cuanto a anteriores menciones a amaños, pues tú mismo das una pista, de las muchas que nos deja la historia reciente del fútbol español (como el de otros países, pero sin que aquí nadie haga nada por remediarlo)...

¿Un árbitro comete un error de juveniles y le dan la final de la Copa del Rey como premio? ¿A Mejuto le hacen la cama para que Medina vaya al Mundial? ¿Qué pasó con García de Loza y Gracia Redondo después de las Ligas de Tenerife? ¿Qué equipos pagan a otros por ganar y por perder para conseguir ligas y permanencias...? Ay, si a la prensa le diera por investigar estas cosas...

Zar Polosco dijo...

Siguiendo con la doble moral, ¿por qué no se trata a futbolistas, tenistas, golfistas y demás deportistas superprofesionales como a los ciclistas y a los atletas? ¿Sólo existe el doping en el atletismo y en el ciclismo?

Lo peor de un árbitro es cuando tiene afán de protagonismo. Un árbitro vedette debería ir a la hoguera sin juicio previo.