martes, octubre 31, 2006

¿Periodistas, grabadoras o simples instrumentos?

La Asociación de la Prensa de Madrid ha protestado por la fea costumbre de muchos políticos de no admitir preguntas en sus comparecencias. En los últimos tiempos se ha puesto de moda eso de convocar a la prensa para leer una declaración y no dejar margen a los informadores. El periodista llega, pone su grabadora, trasncribe lo que se dice y listo. Se acabó el trabajo. Este hecho, con ser negativo, no es lo más grave. Lo peor es que pone de manifiesto una situación que los medios y muchos periodistas admiten como normal. Somos simples instrumentos del poder, parece que mendigamos unas declaraciones del político de turno y que tenemos que bajarnos los pantalones para conseguirlas.
Estas ruedas de prensa sin preguntas son el ejemplo más evidente, pero no el único. ¿Qué hay de esas entrevistas en las que el periodista se ve obligado a suministrar al entrevistado todas las preguntas que tiene? En una entrevista pueden surgir nuevas preguntas al hilo de las respuestas. ¿Y los vetos a asuntos que no interesan a ese entrevistado? Parece que en vez de entrevistas independientes lo que se hace es entrar a formar parte del gabinete de prensa del político en cuestión. El trabajo del periodista no consiste en hacer quedar bien o mal a un dirigente político. Consiste en trasladar a la opinión pública, a los ciudadanos, a los votantes, las palabras de ese político. Y lo peor es que esto se extiende cada vez más. Ya no son sólo los políticos los que actúan así. 'El País' publicó la semana pasada una entrevista con Fernando Alonso en la que sucedía lo mismo. Cuestionario previo, preguntas que no quiso responder y nada de improvisación.
Normalmente es la conveniencia para el medio de comunicación lo que lleva a aceptar que el dirigente político (o personalidad de cualquier otro ámbito) marque las normas, pero los periodistas también tenemos mucho que decir en esta cuestión. Ya no interesa contar lo que está pasando. Preferimos contar lo que dicen que está pasando. No se contrastan las palabras. ¿Que un dirigente político dice una barbaridad, incluso una mentira manifiesta? Se publica tal cual, sin contraste, sin contexto, sin debate. Y así hemos conseguido que el periodismo pase a desinformar en lugar de informar y que la política se convierta en un debate de reacciones en lugar de decisiones.
La prensa española necesita una revolución. Y lo malo es que desde dentro de las grandes empresas de comunicación no se puede hacer. No nos dejan. Y si nos atrevemos a salirnos de los dictados, hay muchos más detrás de nosotros dispuestos a mostrar la docilidad que se busca.

5 comentarios:

Alfonso Piñeiro dijo...

Tienes dos posts muy buenos publicados por tu tocayo Varela, el autor de Periodistas 21, la semana pasada. Me ha resultado gratificante que hayáis coincidido en la temática, y por supuesto suscribo tus palabras una por una. Feos tiempos para el periodismo.

Te dejo los enlaces, altamente recomendables:

http://periodistas21.blogspot.com/2006/10/la-captura-del-periodismo-ciudadano.html
http://periodistas21.blogspot.com/2006/10/periodismo-figurante.html

Alfonso Piñeiro dijo...

juas!, no salen los enlaces completos. Pruebo con hipertexto:

A la captura del periodismo ciudadano

Periodismo figurante

A ver si hay suerte...

Alfonso Piñeiro dijo...

¡¡Conseguido!!

Anónimo dijo...

La diferencia es que Alonso (Fernando)puede decir lo que le apetezca, que al fin y al cabo su trabajo es correr. Que a nuestra infame clase política se le ponga en la punta contestar o no depende a quién y qué... ese es otro cantar. Y que a nuestra infame clase periodística sólo se le ocurra decir "jolín, que malos que son", para qué más.

Lo firma Edu, el que ya está un poco harto de historias

Juan Rodríguez Millán dijo...

Encantado de verte por aquí, Edu, cuando quieras...
En la política es mucho más grave, y por eso lo denuncio, pero creo que es malo que el ejemplo cunda. Tienes razón en que Fernando Alonso se dedica a correr y no tendría por qué dar explicaciones, pero ¿no te parece triste que para conseguir una entrevista con un personaje conocido e influyente como Fernando Alonso haya que darle las preguntas de antemano y esquivar temas? Me estaba acordando ahora de aquella clásica intervención televisiva de Paco Umbral y el famoso "quiero hablar de mi libro". Pienso que si eres una figura pública tienes que apechugar con lo que conlleva.