miércoles, septiembre 01, 2010

Políticos en los palcos deportivos

El pasado viernes, el Atlético de Madrid ganó en Mónaco la Supercopa de Europa de fútbol. Al día siguiente, algunos medios de comunicación destacaron y criticaron la ausencia en el palco de autoridades del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y que el Consistorio de la capital sólo mandara un edil como representación. Que al mismo tiempo se alabara a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, por estar allí presente junto con sus dos vicepresidentes, da una idea de que tanto la crítica como el elogio es por el "quién" y no por el "qué" de esta noticia. Pero yo me voy a quedar con el "qué". Y es que, al margen de lo cansino que es leer siempre críticas a alguien (si va porque va, si no va porque no va), yo ya empiezo a estar bastante harto de la presencia de dirigentes políticos en los palcos de recintos deportivos.

En el pasado Mundial de fútbol, celebrado en Sudáfrica, trascendieron las críticas que recibió en su país la canciller alemana, Angela Merkel, por plantarse en el país africano para ver el partido que jugó su selección en cuartos de final. Se hablaba de despilfarro, y con toda la razón del mundo. Y es que las cosas son así: si un político está presente en el palco de un recinto deportivo el viaje se lo han pagado los ciudadanos. Yo añadiría más. Creo que es un capricho que nada tiene que ver con el ejercicio de las funciones públicas de un cargo electo. De ahí que, con ese necesario y leve toque de ironía, siempre haya dicho que Jaime Lissavetzky tiene el mejor trabajo del mundo: ser secretario de Estado para el Deporte. Viajas por todo el mundo viendo acontecimientos deportivos de primer orden para los cuales siempre es dificilísimo (y carísimo) conseguir entradas, te haces fotos con los mejores deportistas del mundo, y todo ello a gastos pagados.

Como resulta que el deporte español está en su momento de oro y es un escaparate espléndido para esta deleznable política de fotos que se practica hoy en día, no hay acontecimiento deportivo que no ofrezca una cuantiosa presencia de cargos electos en los palcos. ¿Tienen alguna utilidad allí? Pues en la mayoría de las ocasiones, y desde mi punto de vista, no. Se podrá hablar de una labor de representación, pero no creo, por seguir con el ejemplo inicial, que a Madrid le sirva de mucho que en el palco monegasco estén la presidenta y los dos vicepresidentes del Gobierno autonómico. Y más si tenemos en cuenta que era el Atlético de Madrid, una entidad privada, la que estaba disputando la contienda deportiva sobre el terreno de juego. La cosa podría tener cierto pase si estamos hablando de una selección nacional, ¿pero entonces para qué sirven las federaciones y sus presidentes si no es precisamente para esa labor de representación?

Ojalá llegue el día en que conozcamos cuánto dinero se gastan nuestros políticos en estos viajes, porque para mí no son más que una forma encubierta de turismo a gastos pagados (¿también de dejación de sus responsabilidades diarias?) y una manifestación más de, como decía, la política de fotos que se ha impuesto ya definitivamente a la política de hechos. Y ya que estamos, ojalá llegue el día en que también en España, donde dicen que criticar es deporte nacional, se censure con fuerza este gasto supérfluo y por desgracia socialmente admitido de nuestros políticos.

12 comentarios:

Claire dijo...

¡¡Hola!! Encantada de leerte de nuevo. Supongo que el hecho de que vayan los políticos, da más importancia al partido, ó hace sentir más importantes a los jugadores. ó no suman importancia alguna, sino que es la costumbre. Y estamos tan acostumbrados a las fotos de rigor, que ni nos planteámos el coste que ha tenido la presencia de tal ó cuál político.
Un abrazo.
P.d.: Al final sí fuí por Segovia y estuve pasando un día estupendo en la Granja. La pena, es que las fuentes estaban apagadas, pero aún así, era todo precioso.

AdP dijo...

Verás tú cómo no los cogerán nunca en una conferencia sobre física cuántica. Es publicidad gratuíta que les pagamos entre todos. Si algún espectáculo tiene gran difusión en los medios, allá estarán los políticos.

Puestos a hacer cuentas, habría que sumar también lo que cuesta la escolta de seguridad que todos ellos llevan.

Y en cuanto a las federaciones... si todas son como la española de fútbol, creo que realmente barata la presencia de los políticos.

Saludos.

El Impenitente dijo...

Y el bonito espectáculo de los políticos entregando medallas en los campeonatos de atletismo y natación, como si pagasen ellos.

Y esos partidos de baloncesto y de tens con palcos vips y la cámara más pendiente de los palcos que del partido. No creo que ningún político en su palco vip haya pagado su entrada.

De acuerdo contigo en todo. Absolutamente.

Anónimo dijo...

A mi no me parece mal que en el palco de personalidades de un evento deportivo, haya una representacion de mi pais...por supuesto en acontecimientos puntuales y destacados por ejemplo en las finales de futbol, de tenis, de formula 1, etc...
Cuestionarse el coste que conlleva estos desplazamientos seria amargarse de nuevo con una cosa más de las tantas cosas que ya nos amargan, al menos a mi, la politica y sus politicos....

Anónimo dijo...

No podría estar más de acuerdo con lo que expones, Juan. Seguramente para Madrid o para España, el beneficio de la presencia de los políticos en los palcos donde se producen acontecimientos deportivos es nula, pero para algunos como Lissavetzky si que es altamente rentable Me indigne seriamente cuando me enteré que este Sr. se presentaba como candidato para la alcaldía de Madrid, con el único curriculum de haber sido Secretario de Estado de Deporte en una época dorada del deporte español. ¿Cómo se atreve a utilizar en provecho propio el trabajo y esfuerzo de tantas personas dedicadas al deporte en España? (a lo mejor fue él quien metió el gol que hizo campeona a la selección de futbol).
Son unos jetas que sólo saben aprovecharse del trabajo ajeno. Y desde luego si viviera en Madrid te aseguro que no tendría mi voto.
Edurne

Jo Grass dijo...

Totalmente de acuerdo, Juan, me parece un auténtico despilfarro. Puedo entender que si la final de la copa del mundo la juega España, haya alguien representando al país, pero antes NO. Como bien dices, les pagamos las escapadas turísticas y ellos las utilizan para su propio beneficio o para criticar al vecino, aprovechando la presencia masiva de todos los medios.

PD. Vuelvo a tener problemas con la actualización de mis entradas, Guerrrr, ¿por qué me pasan siempre estas cosas? Castigo divino por haber estado casi un mes ausente, supongo. En fin...
Requetebesos

Unknown dijo...

Tienes toda la razón. Porque estoy segura de que estos "amiguitos" no vuelan con compañías low cost, ni se hospedan en humildes bed and breakfast... Y aquí, los paganini de a pie, pagando sus dispendios y viéndolo desde casa con cerveza de marca blanca.

La Tilde Perdida dijo...

El tema es complejo, ya que no sólo gastan dinero en estos viajes, habrá mucho dinero que se gaste sin necesidad. Estoy a favor de que haya una representación, pero en eventos deportivos importantes, como el Mundial de Fútbol,al que asistió la Familia Real. Besos.

Sonix dijo...

Pues totalmente de acuerdo contigo. Es más, como apuntan algunos en los comentarios, creo que hay muchos gastos que deberían limitarse para los políticos.
Y ya puestos, eliminar a esa gran entidad que gasta y gasta dinero sin objetivo alguno: la Casa Real. Que por cierto, también viajan a nuestra costa ¿y para qué?
En fin, un tema complicado que debería tratarse con la cabeza fría. Pero el deporte es lo que tiene, pocas cabezas frías...

C.C.Buxter dijo...

A mí me parece perfecto que Gallardón (o el político que sea) no fuese al partido. Es de todos conocido que a Gallardón el fútbol le importa un pimiento, así que, ¿por qué tiene que hacer el paripé de ser colchonero por un día? Algo parecido pasa con Montilla, que odia el fútbol pero tiene que hacer como si le importase. Lo digo porque es obvio que los políticos tratan de subirse al carro de las victorias deportivas, pero no menos cierto es que muchos de los aficionados/votantes exigen su presencia. En los medios catalanes, por ejemplo, son muchos quienes critican a Zapatero porque no suele ir al campo del Barça, pese a que es un reconocido culé.

Por cierto, lo que sí que odio de corazón es la moda de celebrar a lo hooligan los goles de la selección o de los equipos españoles. ¿No habíamos quedado en que en el palco hay que guardar las composturas? Recuerdo que siempre se ha criticado a los presidentes de fútbol que eran excesivamente vehementes (sin ir más lejos, Gaspart), así que, ¿por qué no se dice lo mismo de los políticos o los miembros de la Casa Real?

Juan Rodríguez Millán dijo...

Claire, igualmente encantado de verte de vuelta. Yo creo que al partido no le da importancia, sino que es el político el que la busca en un gran escaparate como es ese.

AdP, reconozco que lo del tema del coste puede ser un argumento un tanto demagógico por mi parte, pero aún así es lo que dices. No van a lo importante para su trabajo o para los ciudadanos, sino a lo importante para su "imagen". Y eso no es política.

Impenitente, no sabes lo asombrado que me quedé cuando fui a la Caja Mágica a ver el Masters de tenis de Madrid y vi el amplísimo espacio que había para los palcos. ¿Hay entradas para eso?

Anna, esa misma salvedad la hago yo: acontecimientos verdaderamente relevantes y a nivel de selecciones. Por vivir en Madrid no me toca un asa de las Copas de Europa que ganen equipos privados.

Arual, muchas gracias, me alegro de que coincidamos, je, je, je...

Edurne, qué dilema tengo yo con esa candidatura del secretario de Estado teniendo en cuenta quién es su rival...

Jo, lo que yo me pregunto es por qué no se cuestiona esa masiva presencia en los palcos y parece que los medios tengan más interés en quién no va en un determinado momento...

Noelia, eso está más que claro. Un viaje oficial es caro, por el medio de transporte y por el grupo de personas que lleva un político tras de sí. Por eso me parece importante que se viaje donde realmente se haga un trabajo por el ciudadano. Ver la final de la Supercopa no me parece uno de esos viajes.

Tilde, está claro que éste no es el único despilfarro que hace un político, pero sí es uno fácilmente recortable. Coincido contigo: representación en lo importante de verdad.

Sonix, lo de la Casa Real sí que da para tertulias y debates, ¿eh?, je, je, je... A mí me gusta su papel de embajador, creo que es lo que habría que potenciar. Pero con cabeza y utilidad.

C.C.Buxter, encima eso, que al político de turno no le guste el deporte que está viendo, je, je, je... Me apunto en parte a lo que dices de las celebraciones. Yo creo que dentro de la normalidad y la educación se tendría que poder celebrar un gol, pero si criticamos a uno, critiquemos a todos...

Javier dijo...

Más que una cuestión de turismo gratis - que también - yo lo veo una cuestión de oportunismo: los políticos se aprovechan de los éxitos deportivos.

Como España gana y de qué manera, y Zapatero está ahí presidiendo, ¿cómo va Zapatero a equivocarse, si está apoyando a la mejor selección del mundo?

Creo que ese es el mensaje. Si Rajoy apoya al Madrid desde el palco, y luego el Madrid lo gana todo, Rajoy se lleva un pedazo de ese triunfo. Quien dice Rajoy dice cualquiera.