Una larga charla con un amigo. Visitar el piso todavía vacío en el que una pareja a la que adoro ya ha comenzado a construir su vida. Comer la hamburguesa más grande que he visto en mi vida tras ser desafiado a que no podría con ella. Decirle a una persona especial lo mucho que me alegro de haberla conocido. Intentar entender lo que significa cada mirada, cada sonrisa y cada palabra de una preciosa niña de tres años. Darte cuenta una vez más de que la distancia geográfica no marca el grado de amistad y de cariño que sientes por alguna gente. Escuchar el mar, olerlo, sentirlo y quedarte embobado mirándolo. Que te inviten a cenar porque quieren hacerlo, nunca por compromiso. Acordarte de un amigo que pasa por malos momentos y ver que algo, por poquito que sea, le has ayudado. Recibir un regalo que te hacen porque saben que te va a gustar y no porque toque hacerlo. Emplear tu tiempo en crear algo que sabes que hace ilusión recibir. Ver sentado en el borde de la silla y comiéndote la pantalla el final de una serie que te ha tenido años enganchado. Estar, aunque fuera sólo unas pocas horas, en la ciudad más bonita del mundo. Que toquen madera por ti. Cantar un gol de los tuyos aunque, al final, no sirva para ganar. Dar las gracias por algo que te han hecho y que te las den por algo que has hecho.
Pequeños momentos, todos ellos de las últimas semanas. Al final eso es lo que cuenta.
7 comentarios:
Juan no me vengas con mariconadas que ya eres grandecito....
Pues suena a grandes momentos, la verdad... especial envidia eso del olor del mar!
Lo mismo digo. ¿Pequeños momentos? Momentos enormes, la vida misma, el sentido de la vida.
Te veo bien Juan, jeje!!
Bebita, cuántas cosas, ¿verdad...? Me alegro de que también hayas tenido esos pequeños momentos últimamente...
Anónimo/a, iba a decirte que lo mismo por ser ya "grandecito" es por lo que empiezo a valorar estas "mariconadas", pero no sería verdad. En realidad, las he valorado siempre aunque no todo el mundo lo sepa ver...
V, sí, en el fondo son grandes momentos. Pues ya sabes, el mar está a tiro de piedra de un rato en tren, coche o avión...
Impenitente, claro que sí, éste es el sentido de la vida, sí...
Arual, más bien te diría que disimulo bien, je, je, je... Cuando lo grande no funciona, tendemos a refugiarnos en lo pequeño, ¿no...? A la larga uno duda qué es más importante.
Así que has visitado la tierra no?Como tiene que ser. Esos momentos son los que valen.Besote enorme.
Leyre, sí, estuve hace un par de fines de semana. Visita relámpago, como casi siempre, pero suficiente para pasarlo genial, como siempre...
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