martes, enero 13, 2009

"Hola Albajara, soy Juan Carlos"

- Hola Albajara, soy Juan Carlos. Buenas noches.
- Buenas noches, Majestad.
- Nada, que me han comunicado a primera hora de esta tarde dónde estabas y ha sido una sorpresa muy agradable para mí saberte en España. Me habían informado que desde Estocolmo regresarías directamente a Estados Unidos. Por lo menos eso dijo la prensa.
- Bueno, ha sido una decisión de última hora, Majestad.
- Mira, te llamo porque la Reina y yo estamos muy contentos y muy agradecidos por esas palabras tan elogiosas hacia la Corona que dijiste al recoger el premio. Y, bueno, claro para felicitarte también por el Nobel.
- Majestad, no dije en aquellos momentos más que lo que habría dicho cualquier español orgulloso de serlo. En mi opinión, señor, es usted el hombre que nuestro país necesita.
- Gracias, Albajara.
- En cuanto al premio, la verdad es que para mí ha sido una sorpresa. Sé que había candidatos mucho mejores. Me ha tocado.
- Sabes que la reina es una fan de tus libros. Los ha leído todos. Yo te confieso que sólo algunos. Pero Cines Robledo es uno de mis libros favoritos. Como supondrás, Albajara, yo no tengo el tiempo suficiente para leer todo lo quisiera.
- Gracias, Majestad.
- Oye, por cierto, si piensas estar unos días en Madrid avísame, que te voy llevar a comer unas chuletas de cordero, que sé que te gustan, a Esteban, un sitio estupendo que conozco en el Madrid viejo.
- Esta vez no va a ser posible, Majestad, y lo siento. Ha sido una visita relámpago, tengo que regresar inmediatamente. Pero le tomo la palabra para una próxima ocasión. También le agradezco sus telegramas a Berkeley y Estocolmo.
- Lo hice encantado y lleno de orgullo. Bueno, Albajara, hasta que nos veamos ya sabes dónde tienes un amigo.
- Bueno, y casi un colega.
- ¿Cómo un colega? ¿Por qué?
- En Estocolmo, Majestad, no había ninguna duda de que el próximo Premio Nobel de la Paz sería el Rey de España. Y por razones bien justificadas.
- Nada hombre, eso son cosas que dicen los amigos. Un abrazo muy fuerte, Alabajra, y hasta siempre.
- Muchas gracias, Majestad. Esta llamada suya es para mí una de las alegrías más grandes de mi vida. Sus palabras y estar aquí en mi tierra con misviejos amigos, todo me hace saber que efectivamente, estoy en mi casa.
- Y así es Albajara. Repito, un abrazo muy fuerte. Adiós y buenas noches.
- Buenas noches, Majestad.
(Volver a empezar, José Luis Garci, 1982)
-
Después de oír esta conversación que Garci introdujo en su oscarizada película, otra vez y tantos años después del estreno de la cinta, no he podido resistir la tentación de incluirla aquí. Por la familiaridad con la que habla el personaje del Rey. Por la normalidad, propia sin duda de otra época (¿se imagina alguien que hoy se incluyera en una película al Rey como personaje? ¿O a cualquier político relevante?), con la que se incluye la voz de un actor interpretando a "Juan Carlos". Por la solemnidad con la que se habla del papel del Rey en la Transición y lo extraño que suena el pronóstico del escritor protagonista de la película, interpretado por Antonio Ferrandis. Todo suena raro, todo suena viejo... No en vano han pasado 26 años...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí la conversación no me suena desfasada. Al principio hasta he creído que se trataba de la transcripción de algo reciente.

Anónimo dijo...

Bueno, es que todo lo que escribe/dice Garci suena a viejo, no hace falta remontarse 26 años atras. Y que conste que no lo digo como algo peyorativo ni mucho menos. Debo ser de los pocos que admira a Garci y que piensa que si no existiese tendríamos que inventarlo entre todos. Lo admiro por su forma tan particular de rodar y de enfrentarse a los clásicos -¿porqué aquí babeamos ante las adaptaciones de Tenesse Williams y en cambio tenemos que renegar sistemáticamente de las de Mihura o Galdós? Pero sobre todo lo admiro por su manera de transmitir su pasión por el cine y por las cosas que ama. Si tuviera que definir a Garci con una palabra esa sería sin duda pasión. Recuerdo haberle visto comentando veladas de boxeo en Canal +, y eso que a mí que no me gusta el boxeo pero sólo por escucharle llegué a tragarme algún combate y todo. Y qué decir de su Qué grande es el cine que ya es Historia de la televisión.
No sé si me he salido algo del tema que proponías. Creo que esta es la primera vez que intervengo en este blog que no obstante sigo desde hace tiempo- y me parece muy interesante- y al que accedí gracias a una amiga común. Espero que no sea la última.

Reverendo Pohr dijo...

Supongo que Garci también recibiría su llamada de felicitación del rey (del de verdad). Después de todo, "Volver a Empezar" fue la primera película española que se llevó el premio de la Academia (Mejor Película Extranjera 1982, actualmente Película de Habla no inglesa).

Casandra dijo...

No la he visto, soy una ignorante en lo que a Historia del cine se refiere, la verdad. Pero la escena que relatas es muy curiosa. Claro, debajo del cargo hay un ser humano como otro cualquiera.

Un besito!! :-)

Juan Rodríguez Millán dijo...

S.Dedalus, yo creo que toda la película ha envejecido un pelín mal, aunque me sigue gustando...

Dexter, un placer verte por aquí, pásate cuando quieras y expón los temas que quieras, no te preocupes por eso. Si lees esto, casi te pido que me dejes un enlace a tu blog, porque con tu comentario no lo hay (me imagino que por no ser de Blogger, pero no domino del todo esto...). A mí Garci normalmente me aburre, pero tienes razón en la cuestión de fondo. Admiramos demasiado lo ajeno y despreciamos con frecuencia lo propio.

Reverendo, sería gracioso saber si Garci pensaba en eso cuando escribió la secuencia...

Casandra, la ignorancia cinéfila es fácil de subsanar: viendo cine y leyendo algo sobre cine de vez en cuando. A tu disposición estoy para charlas sobre ese asunto si las quieres...

C.C.Buxter dijo...

Hace ya unos años que vi "Volver a empezar", pero recuerdo perfectamente esta escena, quizá porque me chocó bastante. No sé si suena a viejo, pero sí que suena raro, porque el cine español no nos tiene acostumbrados a estas cosas (otra de tantas diferencias con el cine de Hollywood, en el que la figura del presidente de EE.UU. es casi sagrada). Esta película, como otras de Garci, refleja muy bien lo que se llama el espíritu de la Transición, hoy tan denostado por algunos, y quizá eso contribuya a la extrañeza.

Por otra parte, coincido plenamente en lo que dice Dexter acerca de Garci. Sus películas suelen gustarme, pero lo que sin duda hace de él uno de mis referentes es esa pasión comunicativa, no ya sobre el cine, sino sobre cualquier otra cosa: los tebeos, el fútbol, la literatura, el boxeo (que a mí tampoco me interesa ni lo más mínimo)...

Anónimo dijo...

Esta conversación a mi me pone los pelos de punta, me emociona cada vez que la veo. Y es solo una escena dentro de una gran pelicula.