sábado, diciembre 13, 2008

La sangre es la vida

Cada día en España se salvan las vidas de 75 personas gracias a la sangre que donamos entre todos. Ese es el motivo general por el que la gente debiera animarse a donar sangre. Cada donación individual ayuda a la recuperación de tres personas. Ese es el motivo personal y, si queréis, egoísta para hacerlo. Me gusta más el primero, pero seguro que el segundo ayuda también a convencer a muchas personas de que den ese sencillo paso: el de ir a un hospital o un centro de donación y ceder sangre de forma altruista y desinteresada. ¿Quién sabe si nosotros acabaremos también en una mesa de operaciones necesitando la sangre de otros para seguir viviendo?

Casi cualquier persona puede donar sangre. Sólo hace falta tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos y tener unas buenas condiciones de salud. Se puede donar hasta cuatro veces al año en el caso de los hombres y tres en el de las mujeres. No cuesta absolutamente nada, no duele, no debilita al donante, no tiene riesgo alguno, te informarán puntualmente en caso de que se detecte alguna anomalía en el análisis de tu sangre y te llevará menos de media hora, entre el tiempo de la extracción de la sangre (unos diez minutos) y el que tardes en tomarte el necesario refrigerio para tomar fuerzas. ¿Y qué es media hora frente a la posibilidad de ayudar a tres personas? Es un gesto necesario y sencillo.

Yo doné sangre ayer. ¿Y tú? ¿A qué esperas...?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me da un miedo inexplicable sacarme sangre, desde que me mareé un día, la cosa se ha vuelto tétrica cada vez que tengo que ir. El caso es que tienes razón Juan, no hay ningun tipo de excusa.

Mil besos!

Unknown dijo...

Jo, yo la última vez que intenté donar no pude... estaba baja de glóbulos rojos. Lo volveré a intentar...

El Impenitente dijo...

Juan, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha.

¿Donar sangre? Por supuesto. No tiene ninguna complicación y, por tanto, ningún mérito. Un par de pinchazos. Pero la generosidad, como el altruismo, debe ser muda. Si no, es otra cosa.

Silvia dijo...

Sé que tienes razón, pero es que a mí el tema de las agujas... me puede...
Pero, la próxima vez que vengan a mi trabajo, me acordaré de tí, a ver si así reúno las fuerzas suficientes.

Bss.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Leyre, si hay mareo hay que tener mucho más cuidado, eso está claro...

Antonella, no te queda nada entonces para poder donar... Ánimo y paciencia.

Noelia, te digo lo mismo que a Leyre, hay que donar si se puede. Si no, no pasa nada, siempre habrá gente que lo haga...

Impenitente, nada más lejos de mi intención colgarme medallas, pues, como dices, es un acto que no las merece (aunque habrá quien se sienta mucho mejor al donar y por eso también he apelado a esos egos). Pero me acuerdo que yo me acerqué por primera vez a donar sangre porque alguien me dijo algo parecido a lo que yo he dicho ahora. Mi intención era conseguir lo mismo.

Silvia, a mí en los análisis muchas veces me han hecho auténticas sangrías, pichándome en los dos brazos varias veces porque no encontraban la vena. Y, curiosamente, con la aguja de la donación, que es más grande, nunca han tenido problemas. Ánimo.

Bebita, si ya sabía yo que ponía "casi cualquiera" en el post por algún motivo, je, je...