Sí, sería genial que Rafa Nadal, virtual número uno del tenis mundial, ganara una medalla en Pekín. O que lo hiciera el equipo de baloncesto, que ya es campeón del mundo y subcampeón de Europa. Pero lo verdaderamente hermoso de los Juegos Olímpicos es ver a esos deportistas de los que casi nadie se quiere acordar en cuatro años celebrando éxitos. Ver a Samuel Sánchez ganar una medalla de oro que los entendidos deportivos que hay en la prensa española pensaban que iba a ser para otros ciclistas de nuestro equipo, fue magnífico. Pero ver a José Luis Abajo ganar el bronce en esgrima fue aún más emocionante.
El esgrima es uno de tantos deportes que no consiguen un hueco en los medios de comunicación. Claro, si tenemos que llenar tres meses de minutos de televisión y páginas de prensa con la no noticia del no traspaso de Cristiano Ronaldo, ¿cómo vamos a encontrar hueco para deportes como éste? Mi conocimiento de la esgrima es prácticamente nulo. Reconozco que la primera vez que oí hablar de José Luis Abajo fue durante la mañana de ayer, al ver la noticia de que se había clasificado para la semifinal olímpica. Me juego cualquier cosa a que nadie contó con él para los cálculos de medallas que todo el mundo se ha aventurado a hacer en los medios. Y seguro que gano la apuesta.
Del deporte de la esgrima sé que pelean con espada y poco más, y eso que tengo un amigo que ha competido. Durante los dos combates que vi de Pirri (si así le conocen quienes le quieren, así habré de llamarle), fui descubriendo las reglas poco a poco. Para el tocado en la modalidad de espada vale el contacto en todo el cuerpo, siempre que tenga la fuerza suficiente para que salte el sensor. No vale el cuerpo a cuerpo. Son tres asaltos de dos minutos. Y gana el que llegue a quince tocados o el que vaya ganando al final del tercer asalto. Vale, todo listo. Que comience el combate.
Y entonces es cuando uno descubre de verdad la esencia del deporte. Con un tipo anónimo que consigue emocionarme. Que me traslada la tensión del momento. Que me convierte en apenas unos minutos en un entendido de su deporte. Que me hace animarle con todas mis fuerzas. Que me hace saltar de alegría cuando consigue ese tocado final, el 8-7, que le da la medalla en el minuto extra después del empate en los tres asaltos reglamentarios. Y cuando le escucho después contando que estaba anímicamente mal después de perder la semifinal y que le animaron diciéndole que le tenía que llevar la medalla a su pequeña Lucía, que no tiene ni medio año de vida. Deporte puro. El espíritu olímpico.
Quizá no volvamos a ver nunca más en un medio de comunicación el nombre de José Luis Abajo, pero esa es la grandeza de los Juegos. Su nombre forma ya parte de la historia. Es el primer tirador en conseguir una medalla olímpica en esgrima. Y suya es el metal número 100 del equipo español en unos Juegos. Y, aunque hoy algo empañada por un dopaje más (y que afecta encima al ciclismo, mi gozo en un pozo...), que siga la fiesta olímpica.
7 comentarios:
La esgrima es el único deporte de origen español.
Con la esgrima me pasa igual que con el hockey hielo. Yo estoy delante del televisor y no veo nada. Cuando alguien levanta los brazos o es que ha ganado o es que ha sido gol. Hasta entonces ni me entero.
La esgrima supongo que existirá gracias a los Juegos, como tantos otros deportes absolutamente minoritarios que si no tuviesen cierta repercusión cada cuatro años morirían anónimamente o serían practicados por tres nostálgicos. ¿Cuándo son los campeonatos autonómicos de esgrima?
Empiezan las ilusiones... y también las desilusiones.
http://www.elpais.com/articulo/deportes/han/pillado/elpepidep/20080812elpepidep_8/Tes
ESta es la grandeza, pero también la miseria de los Juegos Olímpicos: durante cuatro años nadie se acuerda de esta gente, pero cuando llegan las Olimpiadas les exigimos que ganen medalla o les consideramos como fracasados.
Ayer el programa "Identity" estaba dedicado a personas que tenían algún tipo de relación con los JJ.OO. Para mi sorpresa, uno de los "anónimos" había sido el abanderado español en Los Ángeles y había conseguido la primera medalla de oro para España tras sesenta años. Y ahí lo tenías, entre gente cuya cara nadie conoce...
Por cierto, y aunque yo tampoco tengo ni idea de esgrima, un buen libro relacionada con esta es "El maestro de esgrima", de Pérez-Reverte, y del que se hizo una buena adaptación al cine.
A mí también me gusta ver saltar a la fama a esta gente hasta hace nada anónima. Y como tú dices, puede que no sepamos nada más de Pirri, pero su nombre ya está en la historia, y eso no se lo quita nadie.
Bss.
Cierto. Los Juegos Olímpicos son la gran oportunidad para que se den a conocer los grandes luchadores anónimos del deporte internacional.
Impenitente, pues eso es lo que me da pena, que pasamos de los nostálgicos y después estamos dispuestos a hacerles héroes nacionales. Yo por eso me alegro tanto por ello. Y, por cierto, la temporada acaba en los Juegos, pero en cuanto sepa las fechas de los campeonatos autonómicos, te aviso, je, je...
Sonrisa, sí, es lo malo que tiene el deporte, pero como cualquier aspecto de la vida. Siempre hay manzanas podridas. Pero me gusta más quedarme con los deportistas de verdad...
Bebita, sí, el esgrima también, y hoy estaba casi pegando saltos con el judo para ver si lográbamos otra medalla, pero no ha habido suerte... En los Juegos, todo cuenta, je, je...
C.C.Buxter, pues eso es lo que me parece triste... Hoy todos con ellos, mañana nadie les recuerda. Ni siquiera quien les tiene que ayudar a competir para darnos esa efímera alegría. Uno de nuestros nadadores ha anunciado que se va a entrenar a Australia para poder tener garantías de competir. Normal.
Silvia, absolutamente nadie... ¿Y lo bonito que tiene que ser poder contarle a los tuyos "yo competí en unos Juegos Olímpicos y me llevé una medalla"...?
Noelia, sin duda. A mí me gustaría que nos acordáramos algo más de ellos. En lugar de tanta información banal que se asocia al deporte, deporte de verdad. Pero no hay forma, no hay valentía en los medios para interesar a la gente con estos minoritarios...
Ha sido fascinante aprender las reglas de la Esgrima. Hasta ahora, nunca había visto un combate. Y después de ver a Pina y Martí en Sable y a Menéndez (éste menos afortunado) con Florete, me pregunto porqué no se dejará ver más este deporte por los programas deportivos. Pina había sido campeón de Europa en 2007 y Menéndez de la COpa del Mundo de los últimos 2 años. ¿Habremos de esperar otros cuatro años para aprendernos el nombre de algún esgrimista?
Sobre anónimos, nuestras judokas han estado a punto de caramelo. Nadie se acuerda de ellos/as durante 4 años y siempre están allí cerca. ¿valen menos sus cuartos puestos que el de Contador?
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