jueves, agosto 14, 2008

Hipocresías olímpicas

Los grandes acontecimientos suelen venir acompañados de hipocresía. Los Juegos Olímpicos son tan grandes que la hipocresía parece multiplicarse. Lo que para unos Juegos está bien hecho, para otros es vergonzoso. Lo que para unos en un momento dado es motivo de orgullo, para otros en un momento distinto es algo censurable. Cambiemos la fecha y los protagonistas, y un mismo juez anónimo dictará dos sentencias morales distintas. Ejemplos hay muchos a lo largo de la historia, pero esta misma semana nos ha dejado dos.

Las niñas de las fotos se llaman Lin Miaoke y Yang Peiyi. La primera es la pequeña a la que vimos cantar en la ceremonia de inauguración de los Juegos. La segunda la que efectivamente cantó sin salir en pantalla. "Era una cuestión de interés nacional. La niña tenía que aparecer ante las cámaras, debía ser expresiva. Lin Miaoke es excelente para todo eso. Pero en cuanto a la voz Yang Peiyi es perfecta. Todo el equipo estaba de acuerdo", es la explicación que dio Chen Qigang , el director musical de la ceremonia. La interpretación que ha querido ver buena parte del mundo es que la primera niña es una preciosidad y la segunda gordita y con dentadura no demasiado perfecta.

No es que me entusiasme quitarle un caramelo de esta forma a una niña de nueve años (me pregunto si alguien se ha molestado en preguntarle a la pequeña qué piensa de todo esto... aunque ya sé la respuesta, claro), pero ¿por qué me huelo que forma parte del acoso a China por cualquier cosa que estamos viendo en los últimos tiempos a causa de su nulo respeto a los derechos humanos? ¿No estamos acostumbrados a que en otras situaciones se doble a intérpretes sin que pase nada? ¿No vemos en películas de Hollywood a estrellas que no cantan realmente? ¿No escuchamos a cantantes de éxito en televisión interpretar sus canciones en playback? El objetivo es vender un buen espectáculo en todos esos casos. En unos se critica y en otros no. O siempre o nunca, pero no a conveniencia. Así la crítica no es seria. Y, por cierto, yo ya me di cuenta en la misma ceremonia que la niña, sea cual fuera, estaba cantando en playback. Pero entonces nadie dijo nada.

De esa ceremonia hay una segunda crítica que me ha hecho bastante gracia, porque me parece aún más insustancial que la anterior. Al comienzo de la misma, en una de las imágenes más bonitas que ofreció, se vieron unos fuegos artificiales en forma de pasos que se lanzaron por todo Pekín, simulando el acercamiento de un atleta al estadio olímpico. Por lo visto, esas imágenes no eran en directo. Los fuegos se lanzaron en la ceremonia inaugural, sí, pero la bruma que cubría la capital china impedía que se vieran con nitidez desde el helicóptero desde el que se captaba la imagen para ser emitida. Así que la organización optó por colocar imágenes grabadas de ensayos de días anteriores. Y aquí es donde se da la hipocresía. Observad la imagen de abajo.

No hace falta casi ni decir a qué encendido del pebetero corresponde, ¿verdad? Nuestros Juegos de Barcelona en 1992 contaron con uno de los más hermosos momentos del olimpismo moderno cuando Rebollo lanzó su flecha y se encendió el fuego. Por mucho que esa flecha no hubiera pasado por encima del pebetero, la llama se habría encendido, tal y como se confesó hace ya algún tiempo. Por supuesto, la organización de aquellos Juegos no podía dejar en manos de una sola persona un momento tan trascendente. ¿Os imagináis que hubiera fallado? ¿Qué habríamos hecho? ¿Darle una segunda flecha y esperar a que acertara? Había un plan B, obviamente. Un botón que pulsar para que el fuego iluminase el Estadio Olímpico de Montuic y nos emocionara a todos. Y lo había con el mismo objetivo que se tuvo en la ceremonia china: para que la ceremonia que se ofrecía al mundo fuera perfecta.
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A nadie le pareció mal aquello, pero ésto sí. Con China se están cometiendo injusticias absurdas. Mira que es fácil hablar en serio de los derechos humanos, del Tibet, de la censura... Pero se están cebando en estos Juegos con cosas que no tienen la menor importancia. En un análisis serio, se podría criticar a la organización por muchos detalles (las malas retransmisiones televisivas, la falta de estadísticas en tenís o baloncesto, que la gente pueda entrar en las canchas de tenis en cualquier momento y despistar a los jugadores, los retrasos en algunas entregas de medallas...), pero nadie tiene interés en una crítica seria y constructiva. Importa más desacreditar que juzgar.

El segundo ejemplo afecta al equipo español directamente, concretamente al de baloncesto. Ahora resulta que algún que otro periódico británico y norteamericano piensa que esta foto promocional de los Gasol, Rubio, Reyes y compañía es racista. Racista, nada menos. Y eso lleva a plantearse si estos iluminados saben lo que es el racismo. Que levante la mano quien no haya hecho alguna vez el gesto que tienen los jugadores españoles para referirse a ciudadanos chinos, japoneses o coreanos. Pues ahora resulta que algunos se sienten escandalizados. Un tal Jason Kidd, jugador de la selección norteamericana (que no Dream Team, que de esos sólo hubo uno y jugó precisamente en Barcelona 92 con Jordan, Magic y compañía) poco menos que pide la expulsión de España de los Juegos. Y entonces se tira de hemeroteca para encontrar cosas como ésta:

Sí señor, aquí en la foto aparecen tres jugadores de la selección norteamericana de baloncesto (Carmelo Anthony, Dwyane Wade y LeBron James) recibiendo de esta guisa la medalla de bronce del Campeonato del Mundo de 2006. Sí, fue en Japón, nación derrotada en la Segunda Guerra Mundial con las dos bombas atómicas de Estados Unidos. Quizá ese gesto tenga muchas más connotaciones negativas que el de los jugadores españoles, quizá se pueda entender como una humillación y, de hecho, así lo entendieron muchos en Japón en aquel momento. La foto de España a los chinos no les ha molestado en absoluto, pero hay gente que disfruta creando polémicas donde no las hay, mirando a otros sitios quizá para esconder sus propias vergüenzas y publicando sandeces que no tienen la más mínima relevancia.
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Tal y como publica el diario Marca, The New York Times, que es uno de los periódicos que prácticamente exige una sanción para España por hacerse esta inocente foto, orgullosa de sus jugadores, abrió con esta foto del saludo militar la información sobre aquella medalla de bronce para Estados Unidos. Ya sabemos que la prensa le da bastante más valor forofo (casi fanático) que al informador. Pasa en casi todos los aspectos, pero el deporte se lleva la palma, porque aquí el forofo goza de una inusitada aceptación social. No es que eso consuele a alguien que adora la profesión de periodista, a quien todavía ansía abrir las páginas de un periódico para recibir información y no manipulación, pero no deja de ser una constatación de la tristísima realidad que vivimos en este campo.
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Y no tiene nada que ver en mi análisis el hecho de que sea una selección española la que está inmersa en la polémica. Si pensara que el anuncio es racista, o simplemente estúpido, lo diría. Pero es que no es el caso. Es una foto simpática. Lo gracioso del tema es que quien tendría que sentirse aludido no ha dicho nada, pero siempre hay alguien más papista que el Papa... Cuánta hipocresía hay por el mundo, madre mía...

9 comentarios:

Reverendo Pohr dijo...

Hombre, quizá la referencia periodística a la niña cantante se debe a un freudiano trasfondo pedófilo... a saber. Además, no sé a que se debe tanta crítica: si los McDonals no hubieran llegado a CHina, igual la cantante "original" no estaría tan gordita...

Bueno, sobre las tremendas críticas a la foto de la ÑBA, podemos pensar que es el típico "tic" tan propio de la cultura anglosajona: la soberbia y la arrogante potestad autoconcedida para criticar a los demás. Será esa fijación por el pasaje de la Biblia sobre la paja en el ojo ajeno pasando por alto las vigas en el ojo propio. Mal llevado, claro. Y como dicen que "quién tiene un martillo, ve clavos que amartillar por todas partes"...

Menos mal que hay gente por ahí para darnos lecciones de moral al mundo, dioses inmortales de la ética. Algunos, como ese abuelete baloncestista que tiene sus roces con la intolerancia pero como hace donaciones generosas, se creen una superioridad moral. O ese sector de la prensa británica que siempre se deja a si mismo en evidencia, que hoy critica lo que apoyará mañana y viceversa. Si la cuestión es tener morro!!!!

Por cierto, con el tema del dopaje, antes de que nos sigan criticando, ¿alguien puede recordar de cuántas medallas han sido desposeidos los deportistas yankees o británicos? Pongo la mano en el fuego que si en natación hicieran los mismos controles que hacen en ciclismo, Phelps se dejaría de hazañas legendarias.

C.C.Buxter dijo...

¡Eh, eh, no os metáis con Jason Kidd, Mister Triple Doble! Vale que ha desvariado y ha sido detenido alguna que otra vez, pero es una leyenda del baloncesto.

Ante las estupideces, lo mejor es no hacer caso y tomárselo con sentido del humor. Mejor recordar a Woody Allen, también anglosajón, cuando dice en "Scoop": "yo tocaba el birimbao, al que antes llamaban el arpa del judío, pero ya sabes, en cuanto ven algo que pueda ser antisemita empiezan a enviar cartas y esas cosas..."

Por cierto, Juan: ¿poniendo un enlace a Marca? Vaya vaya... ¿no irás a fichar por La Sexta? ;P

Anónimo dijo...

Esto es increíble. Creo ya lo has dicho todo Juan, lo de las niñas me ha sorprendido mucho, y creo que cosas como esta hay a patadas, siempre lo bonito, lo que funciona, lo estético...Al final una se arta de tanta injusticia. Unos si y otros no, y lo que no, son luego los que de verdad son sí. Me ha encantado el post.Muchos saludotes!!!

Reverendo Pohr dijo...

No pretendía ofender. Ciertamente, Kidd ha sido un crack del basket. Pero precisamente porque este abuelete baloncestista es una leyenda del basket, debería decicarse a eso: a jugarlo. Y si tiene dotes de comentarista o imán periodístico, pues nada, que opine sobre basket (como dice Calderón). Pero sus opiniones sobre política se las podría guardar, teniendo en cuenta que, ya en el pasado, ha tenido que "matizar" sus valoraciones sobre los negros (unos vagos, según Mr.Kidd, pero quería realmente decir que son "víctimas eventuales de la pereza") o sobre los homosexuales (al parecer se siente observado en las canchas con su estética de rapadito).

En fin, supongo que muchos habrán opinado sobre el tema, pero han citado precisamente al pobre Kidd porque, que sea él quién diga esas cosas tan feas, tiene delito.

PD: creo que escribiré sobre el tema, aprovechando que no ha empezado todavía el partido de Nadal y el basket femenino (vaya pedazo primera parte se han pegado nuestras chicas!!!) está en el descanso.

Unknown dijo...

Bueno, lo que más patético me parece, sin duda, es lo de la niña. Cómo se puede denigrar a alguien tan pequeño de esa manera.

Qué poca vergüenza. Y qué poco corazón.

Anónimo dijo...

The Guardian.MIND YOUR OWN BUSINESS.

Silvia dijo...

Bueno, estoy de acuerdo contigo en muchas cosas de las que dices, pero no en que la gente se está cebando con estos juegos por ser en China. Desde luego creo que hay que sacar a relucir temas como el del Tibet, porque que mejor momento que este, y también pienso ahora y en su momento, que nunca debieron darle los JJOO a un país en el que hay una dictadura, por mucho dinero que tenga.

Bss.

Mara dijo...

wow juan! que de cosas!!! no sé por donde empezar... sólo decir, que, lo de la niña china, me parece una exageración tremenda... y creo que si esto hubiera tenido otro escenario, digamos ee uu por poner un ejemplo, no hubiera pasado nada.
Otra exageración es lo de la foto de los chicos de baloncesto. La mire por donde la mire, no tengo cojones de encontrar ni un solo atisbo de racismo. En serio, que alguien me lo explique. Porque yo no entiendo nada!!!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Reverendo, tú lo has dicho: el caso es tener morro. No sé si Phelps tendría que tener miedo a los controles, pero seguro que hay deportes que sí... Y no quiero mirar al fútbol...

C.C.Buxter, ha sido genial esta conversación a tres bandas y en varios blogs sobre Kidd, je, je... Me temo que mi futuro profesional no va por ahí, je, je... Pero, ya sabes, a los "compañeros" del diario Marca, lo que sea... Sólo enlazo cuando merece la pena, y ya sabes que no me duele hacerlo si lo merece, lo haga quien lo haga.

Leyre, lo bonito, sí, pero las críticas no son siempre que se hace. Eso me parece casi peor.

Noelia, casi lo mismo que a Leyre, je, je... No me gusta nada dejar a una cría de nueve años sin un caramelo, pero lo que observo es que la crítica sólo tiene un fondo: China.

Anónimo, de acuerdo a medias. Si la crítica fuera justa, la aceptaría, viniera de donde viniera. Pero en este caso concreto, tienes toda la razón...

Silvia, yo lo que temo (bueno, de lo que estoy seguro) es que cuando acaben los Juegos a casi nadie le va a importar la censura, los derechos humanos o el Tibet. La crítica oportunista no me gusta. La crítica sí, siempre, es imprescindible. Y creo que muchos menosprecian el poder que tienen los Juegos para esta lucha. Por ejemplo, Corea tuvo su primer gobierno no militar tras los Juegos de Seul. Pocos países se salvarían de boicots si los lleváramos a rajatabla... ¿O no es España uno de los principales fabricantes mundiales de minas antipersona...?

Mara, eso es lo malo, que nadie lo puede explicar. Todo son forofadas para afianzar posiciones extremistas. Y por eso no se sostiene...