martes, mayo 13, 2008

Los cinco males del periodismo deportivo

Mal número 1: ¿Por qué lo llaman deporte cuando quieren decir fútbol? Es impresionante la cantidad de eventos de primera magnitud de los que no se informa (o se informa infravalorándolo) sólo porque no juegan once contra once con el objetivo de introducir una pelota en una portería. El interés (en unos casos primordial, en otros exclusivo) está sólo en el fútbol. ¿Alguien se había enterado, por ejemplo, de que el Ciudad Real ganó el pasado fin de semana su segunda Champions de balonmano...?

Mal número 2: La telepromoción. O lo que es lo mismo, informar más y mejor sólo de los eventos de los que se tienen los derechos de emisión o el patrocinio. En La Sexta hoy no existe la Fórmula 1 (el año que viene la tendremos hasta en la sopa en esa cadena), pero sí la GP2. En Telecinco existían las Superbikes, pero no Moto GP. En TVE existe, por encima de todo, el motociclismo. Y en Antena 3, sólo la Champions de fútbol. Es inaudito que un Grand Slam de Tenis o un gran premio de Fórmula 1, por citar un par de ejemplos conocidos y reconocidos, no formen parte de la información deportiva.

Mal número 3: La impunidad con la que se publican noticias no veraces. El Madrid ya tiene fichados para el año que viene a 16 nuevos jugadores. El Barça ya ha despedido a 17. Todos sabemos quién ha pagado primas a terceros y lo decimos como si estuviéramos viendo las pruebas en ese mismo momento. ¿Son informaciones contrastadas? ¿Son simples rumores? ¿Son directamente invenciones? Qué más da, se publica y punto. Porque hay tanta impunidad como nula responsabilidad a la hora de decidir qué se puede publicar y qué no. ¿Nadie se para a pensar en las causas de la violencia en el deporte? Porque esto figura para mí en un puesto destacado... Este mal, por cierto, no es propio del periodismo deportivo, es general a toda la profesión.

Mal número 4: Es necesario ser del Madrid o del Barça, de Pedrosa o de Lorenzo, de Alonso o de Hamilton, de Federer o de Nadal. Estar con uno y en contra del otro es absolutamente imprescindible. Si no, no se puede informar en condiciones. Esto demuestra que el frentismo no es exclusivo de la política, no. En el deporte parece la única forma de informar. Para defender a uno hay que criticar ineludiblemente al contrario, y con cuanta más saña mejor. Por supuesto que hay que ser libre para criticar o alabar a todos, los corsés aquí son tan malos como en la vida en general. Pero yo sigo preguntándome por qué será tan difícil disfrutar, aunque sólo sea en un deporte, con dos oponentes en una hermosa batalla deportiva...

Mal número 5: El desinterés por lo que se cuenta. Si caes en la información deportiva y no te toca seguir a tu equipo del alma, se produce el desinterés más absoluto del profesional (no siempre, pero sí en demasiadas ocasiones). Retransmites un partido de fútbol entre el Madrid y otro. ¿Para qué aprenderte los nombres de los jugadores del otro equipo? Retransmites un partido de baloncesto. "Ojo, que el Estudiantes ya pierde 5-0", he llegado a oír, una frase que demuestra el espeluznante conocimiento del desarrollo de un encuentro de ese deporte. Hablas de los Juegos Olímpicos y de la influencia que puede tener el último gran terremoto en China. ¿Para qué informarte de dónde se van a celebrar las pruebas olímpicas si ya hemos oído "China" y damos por sentado que es un obstáculo más para los Juegos? Y así, ejemplos mil...

6 comentarios:

MaryJane dijo...

Esta es mi primera visita, lo primero agradecerte el comentario que dejaste en mi blog, es un subidón de ánimo, jejeje...
Yo de deportes televisados se ma´s bien poco (o más bien nada), pero sí me ha encandilado la forma en la que escribes, pareces sentir verdadera pasión por ello... Seguiré visitandote, un abrazo!!

Silvia dijo...

Es verdad que el periodismo deportivo en ocasiones es más forofismo que periodismo, pero a mí me encanta Carrusel Deportivo, por ejemplo, y me encanta que lo hagan así. Aunque no sea un programa para enseñar en una clase de Periodismo...

Bss.

Anónimo dijo...

Madre mia lo que se aprende contigo.

Un besote!

Nadym dijo...

Jeje, yo sí me enteré de lo del balomano, lo viví casi casi en primera personas.

Lo de los deportes no es mi fuerte, pero por obligación debo estar algo informada, ahora, tienes tanta razón en todo... el deporte o lo vives o no lo cuentas igual, de todos modos, yo creo que hay muchos profesionales en este terreno que se dejan la piel en lo que hacen, aunque no juegue el equipo de turno. Un besito artista, me encantas!!

El Impenitente dijo...

Maestro, hoy ha estado usted cumbre. De verdad. Suscribo los cinco puntos uno a uno.

C.C.Buxter dijo...

Aunque ligado al punto número 4, creo que podría tener un apartado específico el siguiente requisito: hay que ser más forofo que los forofos. Yo, por ejemplo, que no tengo ni idea de Fórmula 1, no me fío ni un pelo de los comentarios de Telecinco, porque todos se resumen de la siguiente manera: Alonso es el mejor del mundo (¡ha quedado sexto, guau!) y todos los demás (pilotos, dirigentes, la FIA) están en su contra. Por otro lado están aquellos que serían más dignos de estar con los ultras de su equipo que en una redacción de periódico, como pueden ser Tomás Roncero, Lluís Canut o Carlos Bosch (por poner ejemplos de todos, para que nadie se enfade).

Otro de los males del periodismo deportivo es el chauvinismo. Como sabes, sigo bastante la NBA, y es deplorable el nivel de información que hay en la mayoría de los medios: nombres de jugadores mal escritos, equipos que no corresponden con las ciudades en las que juegan, noticias intrascendentes... A eso se suma el hipernacionalismo: a veces uno tiene la sensación de que los jugadores españoles son los auténticos ídolos de la NBA. Más o menos, es como si en Mali dijesen que el Madrid ha ganado las últimas dos ligas gracias a Diarra...