sábado, septiembre 01, 2012

Cine + IVA

Siempre les he tenido cariño, pero los cines que están cerca de mi casa no son muy allá. Son pequeños, nunca han sido los más cuidados de la ciudad, y en algunas de sus salas se podían oír las explosiones de la película de la sala de al lado sin demasiado problema. Pero son los que están cerca de casa, así que he ido a ellos en incontables ocasiones. Les tengo cariño, sí. Es donde me acostumbré a ir solo al cine ya desde adolescente, porque nadie quería aprovechar las sesiones de precio reducido que siempre tuvo (era mejor salir a muerte y emborracharse, cosas de la edad del pavo que yo pasé de otra manera) o porque así veía películas que nadie quería compartir conmigo. Tengo muchas anécdotas en esos cines. Desde el día que me repitieron la escena de la estampida de El rey león hasta descubrir por un fallo de sonido que recordábamos los dos que estuve en la misma sesión del Drácula de Bram Stoker que un amigo que conocí años después, pasando por un preestreno de Independence Day, la reunión de los compañeros de trabajo para ver el final de la saga de Star Wars, la última vez que me invitaron al cine para ver Intocable o incluso un plantón para ver Los puentes de Madison. El cine para mí es eso, recuerdos, sensaciones, momentos que se quedan en mi memoria. Y cultura.

Ahora el cine ya no es cultura. Lo dicen los que mandan. Es entretenimiento. Como tantas otras cosas. El teatro, la lectura, la educación... Todo eso es entretenimiento. Por eso he empezado describiendo anécdotas. Podría haberos dicho cuánto me han enseñado el cine, sobre la historia, sobre la vida o sobre la realidad. Pero os he contado anécdotas. Entretenimiento. Todo sea por mostrarme acorde con los tiempos en los que vivimos. El entretenimiento pasa a ser un bien de lujo con la subida del IVA que rige desde hoy, sábado 1 de septiembre, una medida que va a arruinar a mucha gente, que va a frenar el consumo y que va a generar despidos y el cierre de empresas y locales. Estoy tan seguro de eso como lo estaba de que quienes se dedicaron a recoger firmas en contra de la anterior subida del IVA no tendrían pudor alguno en defender ésta. La anterior fue un error, ésta una completa calamidad, porque viene a sumarse al castigo de la anterior (y a otros tantos castigos que han decretado los que mandan) y porque es imposible argumentar algunas de las decisiones que se han tomado al respecto. Los que firmaban eran éstos, por cierto.
En esos mismos cines de los que os hablaba, hace menos de nueve años yo pagaba por una entrada 4,30 euros. Estos eran los precios que tenía ayer, día 31 de agosto. Un simple cálculo puede demostrar que el cine no ha subido precisamente lo mismo que el IPC anual o que los sueldos que se cobraban allá por 2003.
Pero siempre hay motivos para añadir indignación a la sociedad en la que vivimos. Estos son los precios que tienen esos mismos cines desde hoy.
Hoy es más cara la entrada con la tarifa reducida que la normal de ayer. La subida es de 1,30 euros en la entrada normal y de 1,10 en la reducida, de 7 euros en el bono de diez sesiones (que supongo que seguirá sin poder utilizarse en fines de semana, ya ni lo miro porque soltar 32,50 euros así de golpe es un lujo impensable para algo que no sea la lista de comida a comprar en el supermercado). A un desempleado se le cobra 7,60 euros por una entrada de cine. Si el desempleado quiere ver una película, mejor que no tenga pareja ni hijos y viva su miseria en soledad.

Damas y caballeros, hoy, día 1 de septiembre de 2012, es el día del inicio de la defunción definitiva del cine como espectáculo de masas. Gran medida contra la piratería la subida del IVA, sí señor. Ahora España va bien. Como solía.

4 comentarios:

El Impenitente dijo...

Si tú tienes diez para gastarte, te gastarás diez. Yo tampoco entiendo la subida del IVA. Es lo único que se les ocurre.

Y menos mal que no tienes coche. Porque lo del cine es sangrante, pero lo de las gasolinas clama al cielo.

BkindZanks dijo...

El cine, los libros (los ebook son un 21%!!!), el teatro... entretenimiento. Las exhibiciones deportivas, no. O_o Y sé que ahí disentirás conmigo. Pero... pero...

Y es absurdo, porque lo único que hacen es frenar el consumo y, por tanto, la inversión y el flujo de capital.

Los españoles no somos ahorradores, lo que cobremos nos lo gastaremos. Pero obtendremos menos productos o servicios, con lo cual, menos trabajo... En fin, medidas muy negativas.

Siempre nos quedarán los clásicos.

Muaks!!

Lola dijo...

Era lo único que le faltaba al cine para terminar de arreglarlo. Un abrazo Lola

Juan Rodríguez Millán dijo...

Impenitente, sí, tienes razón, doy gracias al ente divino que corresponda por no tener coche. Porque me da que estaría cogiendo polvo en su aparcamiento ahora mismo...

Bkindzanks, lo que no acabo de entender es porque si todos (¿todos?) lo vemos tan claro, y al final además es lo que acaba sucediendo, ¿porque sucede irremediablemente? No digas muy alto lo de los clásicos, a ver si nos van a gravar también eso por ser clásicos... No, qué va, no puedo disentir porque, en realidad, no tiene una explicación lógica. Lo que no entenderé es que cualquier actividad cultura tenga un IVA del 21 por ciento...

Lola, pues sí, la verdad es que sí... Tengo curiosidad por ver datos de recaudación de aquí a final de año, a ver si se nota... Me alegra volver a leerte después de las vacaciones, ya me pasaré estos días por tu blog.