No he tenido a bien leerme el libro en el que Aznar da las claves para salir de la crisis. Tampoco pienso leerme el de Miguel Ángel Rodríguez contando las interioridades de quien entonces todavía no había llegado a La Moncloa y del que algún avance editorial ya se pudo ver en la prensa el pasado fin de semana. Sí que me leí en su día un libro dedicado a su figura, la que contenía la entrevista que le hizo Victoria Prego con motivo del 25 aniversario de la democracia (me leí la obra completa, con las conversaciones con todos los ex presidentes del Gobierno). De todos modos, sabido es que el personaje me inspira más bien poca simpatía. Está visto que las segundas legislasturas no son el fuerte de quienes han gobernado España en los últimos años. Pero, claro, uno sigue manteniendo cierta ingenuidad y cree que estos elegidos por el pueblo y autoproclamados elegidos de la Humanidad debieran de tener algo que les colocara por encima del resto, ¿no?
Desde que José María Aznar abandonó La Moncloa le he visto hacer una legítima crítica a un Gobierno de signo contrario. Por muy absurda e incluso barbárica que me parezca, es legítima. Así es la democracia, para lo bueno y para lo malo. Pero también le he visto empecinarse en que el 11-M lo perpetró ETA (o que al menos colaboró), convertirse en el único dirigente que apoyó la guerra de Irak que no ha reconocido en público que fue un error. Le he visto escribir un libro de economía cuando el que mandaba en ese terreno, para bien o para mal, era Rodrigo Rato. Le he visto atacar a España (por medio de su presidente, pero a España) en foros de empresarios extranjeros. Le he visto no mostrar agradecimiento cuando el actual presidente del Gobierno le defendió en foros internacionales. Le he visto meter un bolígrafo en el escote de una reportera. Le he visto reprochar al Gobierno medidas de tráfico que están salvando vidas y preguntarse quién le puede decir cuánto vino beber antes de ponerse al volante. Y ahora le veo dedicando una peineta a unos cuantos tipos impresentables que han ido a insultarle.
Estas son las ideas de Aznar, así las expresa y así las defiende en cuanto se ve en una situación de cierto poder, sea la mayoría absoluta o la libertad de no tener responsabilidades públicas. ¿Que no te gustan sus ideas? Súbete aquí. Pero, sin duda, los malos seremos los que le critiquemos hoy, porque indudablemente nos estamos poniendo del lado de quienes le estaban insultando. Pues eso, un Hombre de Estado. Con mayúsculas, que se lo merece.
11 comentarios:
Dios mío,¿es Woody Harrelson el que está detrás de Aznar?.
No sólo somos un país de envidiosos y corruptos, vamos, de verguenza ajena; además, la grosería, la mala educación y una excelente deportividad figuran entre nuestros genes más ¡populares!
Entre Espe, Ansar y todos los demás, incluidos los que llevan el bastón de mando ahora mismo, dan ganas de exiliarse a una isla remota donde la mayor preocupación sea el tiempo y la lluvia para que crezcan las zanahorias!
Igual empiezo a darme un paseo con Google earth a ver si encuentro un rincón más confortable!
Estoy de acuerdo con el retrato político que haces de Aznar. Por eso creo que un tipo como él, con tan pocos escrúpulos (políticos, repito, que hay que ser correcto) no tiene autoridad moral, como él dice, para negarsela a los demás, ni legitimidad para negarsela al gobierno y a su presidente, ni de calificar a éste de pirómano, cuando él ha apoyado tantos fuegos que han costado y siguen costando tantas vidas. Por supuesto que hay que ser crítico con el gobierno. Con todos. La "peineta" de Aznar indica lo lejos que está de ser el estadista que nos presentan sus partidarios . Pero lo que dice y lo que hace, como tú bien cuentas, es mucho más grave. Da miedo. No tendré razón pero inconscientemente he relacionado su careto y su sonrisa con la que exhibían en la famosa foto Franco y Millán Astray en actitud chulesca. ¿La recordais? De estadista nada. Me ha gustado lo que has escrito. Saludos.
A este le diria yo:
“Cuando apuntas con un dedo, recuerda que los otros tres dedos te señalan a tí.”
Proverbio Ingles
¡¡¡ a ver si se entera el prepotente ¡¡¡
Un cordial saludo
Toda la razón te doy. Este señor se pasa de rosca en todo, hasta en su manera de vestir y de peinar. Yo creo que el poder que ha tenido y ahora no tiene le ha vuelto un poco majara. Su primera legislatura estuvo bien pero desde entonces....
Un abrazo Lola
Me sorprendió mucho el gesto de Aznar, no sólo porque es impropio de un ex presidente de gobierno, sino también de la megalómana idea que parece tener de sí mismo. Al final de su mandato se comparó con Carlos V y, la verdad, no me imagino a éste haciéndole una peineta a nadie...
Por lo demás, creo que se debería ser bastante más crítico (no lo digo por ti, ya que no es el tema de tu entrada) con quienes impiden que en la universidad puedan expresarse todas las ideas, ya sean políticas, morales o de cualquier otro orden. La libertad de expresión hay que defenderla, sobre todo, cuando quien opina no piensa como nosotros.
bueno, no se si me pongo al lado de los que lo insultaban (con razón o ...), pero desde luego un personaje público como él (no lo digo por bueno precisamente), creo que debe aguantar con estoicidad este tipo de situaciones
besitos
Aquí, como tantas otras veces, se desvela como lo que es, un maleducado prepotente que se cree más que nadie, o peor aún, alguien que hace las cosas sin pensar. Lo que resulta difícil de creer es que este señor haya tenido la autoridad y el cargo para representar a ninguno de nosotros. Qué lástima...
Así es, uno elige a los presidentes que se merece. Suerte.
Doctora, pues me imagino que no, pero igual eso explica muchas cosas...
Jo, sí que dan ganas de exiliarse, sí. O eso o seguir apostando por denunciar la mala educación, por lo menos en los prohombres que se creen por encima de la peble.
Anómino, gracias. Es que ese es el problema: la legitimidad. ¿Cómo alguien que defiende así sus ideas se atreve a cuestionar las de los demás? Los recuerdos son libres, esa es otra de las ventajas de hablar con educación sobre los demás.
Anna, esa es una mezcla peligrosísima: prepotencia y poder. Y Aznar hoy la encarna mejor que nadie... incluso sin estar en el poder.
Bebita, ya sabes que atrevimiento, lo que es atrevimiento, falta poco...
Lola, pues es una pena, porque yo soy de los que sigo manteniendo que hay que respetar lo que dice y lo que piensa un ex presidente del Gobierno, una figura muy vilipendiada en este país y a la que Aznar está contribuyendo realmente poco... al menos desde un punto de vista positivo.
C.C.Buxter, yo te reconozco que de Aznar no me sorprende ya nada. Estoy totalmente de acuerdo, siempre he despreciado esta forma de protestar contra algo o alguien. Me acordaba con esto de Aznar y con otro suceso de esta semana, del famoso zapatazo a Bush por parte de un periodista iraquí. Se le ensalzó, en lugar de censurarle. Yo prefiero la palabra antes que el insulto, y mucho antes que la agresión.
Muchacha, y no ya sólo porque sea un personaje público, sino uno elegido en su día por los españoles. ¿Eso es lo que se espera de un presidente de TODOS? La respuesta es obvia. Y ningún ex presidente (o presidente actual, ya puestos) ha tenido gestos así.
Sonia, pues sí, a mí también me da lástima, por lo que decía antes y por lo que dices tú, porque este señor ha sido presidente del Gobierno de España durante ocho años. Pero eso parece que no da ya ninguna categoría.
Basurero usurero, es cierto, siempre tenemos el presidente que merecemos y más si no sabemos o no queremos evaluarle en lo bueno y en lo malo.
En fin, tendremos que asumir que los políticos, después de tantos años de recibir adulaciones y peloteos, por un lado, y críticas y desconsideraciones, por otro, no pueden mantener la cordura. De hecho, se rumorea que el ex-presidente ha recibido tratamiento médico para combatir depresiones y ansiedad, por lo que sus desmanes igual pueden tener cierto atenuante si está bajo efectos de determinada medicación.
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