lunes, septiembre 07, 2009

Feliz centenario, Real

Por el gol de Zamora que valió una Liga, tras el peor tiro pero el mejor pase de Górriz.

Por las gradas de El Molinón repletas de realistas felices.

Por ser un equipo campeón antes incluso de nacer, por el Club Ciclista.
Por el cerrojo y la WM del gran Benito Díaz.

Por los tres Zamoras consecutivos de Arconada, sus medias blancas y sus paradas imposibles.

Por el ascenso de Puertollano, con el gol de un chaval debutante y una promesa truncada de no volver nunca a Segunda.

Por 40 años seguidos de alegrías y penas en Primera Divisón.

Por el 14-2 al Valladolid de la temporada 40-41 y el 0-5 al Oviedo de la 97-98.

Por ganar todos los partidos en Atotxa de la temporada 48-49.

Por la épica final de Copa de 1928 y la contraoda de Gabriel Celaya al poema culé de Rafael Alberti.

Por la imagen de Kortabarria e Iribar portando la prohibida ikurriña.

Por el inmortal encanto de Atotxa, sus cohetes, su marcador simultáneo y la cercanía del césped.

Por la final de Copa de Europa que merecimos y que nos arrebató un gol alemán en fuera de juego.

Por extranjeros como Aldridge, Darko, Kodro, Karpin, Océano..., que siempre fueron como de casa.

Por el equipo ascensor, ese que tan pronto bajaba a Segunda como subía a Primera.

Por los 162 goles que Satrústegui celebró siempre con el puño en alto.

Por Zubieta, surtidor inagotable de una cantera única, y todos los que jugaron allí soñando con llegar al primer equipo.

Por Javier Expósito, José María Echaniz, Carmelo Amas y tantos otros que han construido chavales campeones.

Por el descenso a Tercera que evitó la Guerra Civil.

Por los 77 goles marcados en la Liga 50-51.

Por Aitor Zabaleta, siempre en el recuerdo.

Por las incontables batallas ante el Real Madrid, por el 4-2 de 2003, por el 0-4 de 1988 y el 4-0 que valió la Supercopa de 1982.

Por la modernidad de Anoeta, aunque sus pistas de atletismo enfríen el ambiente.

Por los 42 realistas que fueron llamados para la selección española.

Por Alberto Ormaetxea, el campeón humilde, el hombre que nos llevó a la gloria eterna.

Por el 5-0 al Athletic. Por los dos, el de los años 70 y el de los 90.

Por los 599 partidos de Górriz, que debieron ser 600.

Por la primera Real que pudo ser campeona, la de 1931, que no lo fue por la diferencia de goles.

Por la Copa de La Romareda, por sus penaltis, por el “No pasa nada, tenemos a Arconada”.

Por escuchar en Anoeta el himno de la Champions, por el gol de Kovacevic en el debut, por el de De Paula que nos metió entre los 16 mejores.

Por aquellas 32 jornadas imbatido que no tuvieron el merecido premio de la Liga.

Por Paco Bienzobas, el único realista que fue máximo goleador de una Liga, de la primera.

Por la remontada, tan gloriosa como inacabada, ante el Inter.

Por no dejar que el título logrado en Gijón fuera flor de un día, por ser bicampeones de Liga.

Por Toshack, el cabrón simpático que más ha querido a la Real.

Por todas las finales de Copa que nos ganó el Barça, por las tardes tristes de Sevilla, Vigo o Valencia.

Por los tres campeonatos de invierno, ninguno de ellos con el sabor final de la victoria.

Por los 25 goles de Kodro que ningún otro realista ha logrado marcar en una sola Liga.

Por Mariano Arrate, el primer gran capitán.

Por Górriz, Larrañaga, Zamora, Arconada, Gajate, López Ufarte y Bakero, los únicos que ganaron todos los títulos.

Por José Luis Orbegozo, Luis Uranga y todos los que aportaron grandeza desde las oficinas.

Por las decenas de entrenadores y centenares de jugadores que han vestido la camiseta txuri urdin, por todos ellos sin excepción.

Por miles de partidos y goles, por formar parte de nuestras vidas, por grandes momentos de emoción, por risas y llantos, alegrías y penas, momentos inolvidables, jugadores que se nos quedan en la retina, gestos que aplaudimos a rabiar, viajes agotadores sólo por ver once camisetas de blanco y azul, fútbol y más fútbol, sentimientos a flor de piel. Por todo ello, feliz centenario, Real; feliz centenario, realistas. Hoy cumplimos cien años. Hoy, como siempre, somos grandes. En Primera o en Preferente, con la Real hasta la muerte.


7 comentarios:

El Impenitente dijo...

Muchas felicidades, incluso por la final de la Romareda, que ganasteis con la ayuda inestimable de Ramos Marco, pero en un día festivo no nos vamos a poner quisquillosos.

Lo dicho, enhorabuena. Voy a llamar a mi sobrino para felicitarlo. Malos tiempos para un chaval de nueve años para hacerse de la Real.

Anónimo dijo...

Pues sí que tienes razones...será por algo.¡Felicidades1

C.C.Buxter dijo...

¡Felicidades, felicidades! No haremos referencia a los partidos contra el Madrid... pero ¿qué es eso del descenso a Tercera que evitó la guerra civil?

Jo Grass dijo...

Adoro a la gente que habla de lo que le gusta imprimiendo esa PASION.
Jaja, aunque tú sabes que para mí el fútbol es como el armenio, que no doy pie con bola!!
Un besote

Arual dijo...

Sé de alguien a quien le gustaria mucho tu post...

Casandra dijo...

Ya sabes que no soy muy futbolera, pero feliz centenario!! ^_^

¡¡Me alegra volver a leerte y a saber de ti, Juan!! No regreso al blog en forma, pero intentaré ponerme al día pronto!! :)

¡Un abrazo!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Impenitente, muchas gracias. Por casos como el de tu sobrino, merece la pena seguir al lado de este equipo. Y no me duele reconocer que hicimos un penalti clarísimo en el minuto 119 de aquella final. Pero lo hubiera parado Arconada, je, je, je...

Inés, y muchas más que tengo... Muchas gracias.

C.C.Buxter, también muchas gracias. Cuando quieras hablamos de los Real Sociedad-Real Madrid, je, je, je... Te cuento, al final de la temporada 35-36, la Real bajó a Tercera, pero la Guerra cortó la competición. Cuando acabó el conflicto se decidió que los equipos la reiniciaran en la misma categoría en la que jugaron antes de los disparos. Y así nos libramos...

Jo, muchas gracias también a ti. La clave es exactamente lo que tú dices, la pasión. Cada loco tiene la suya. Esta se aprende en dos tardes, no te creas, je, je, je...

Arual, ¿ah, sí? Pues nada, nada, remíteselo...

Bebita, muchas gracias. Sí que lo está. Está escrito en el idioma de los ilusiones, de los sueños, de las pasiones. Y sé que ese idioma lo entiendes perfectamente, aunque no lo hables. ¿Me equivoco...?

Casandra, muchas gracias. Yo también me alegro mucho de volver a leerte, y arriba ese ánimo, ¿eh...? Ya vigilaré, ya...