Hoy es uno de esos días que tienen que abrir los ojos a quienes hablan de piratería, descargas en Internet, derechos de autor, compensación a los autores y todas esas cosas. Hoy uno abre los periódicos y se encuentra dos noticias sobre todo este asunto. Dos verdades que destapan muchas mentiras. Y sonrío al leerlas, ya lo creo que sonrío (en el segundo caso después de superar el asombro por la miseria moral que comporta), porque con estas noticias es como se descubre toda la falacia que rodea algunos discursos. Porque ni las descargas de Internet van a arruinar a la industria del entretenimiento ni el pago de un canon salvaguarda los intereses de los autores.
Primera verdad. Resulta que Lobezno ha recaudado nada menos que 120 millones de euros en todo el mundo en su primer fin de semana de estreno. Pero la noticia no está ahí, no. Eso era más o menos lo esperado, pues es el título con el que Hollywood daba el pistoletazo de salida al verano cinematográfico, periodo de tiempo en el que estrena las grandes superproducciones con las que pretende reventar las taquillas en todo el mundo. La noticia está en que desde hace un mes circula por Internet una copia de la película, un borrador prácticamente acabado, con una calidad de imagen y sonido magnífica. Es decir, que quien hubiera querido ver la película, la habría visto antes de su estreno y sin necesidad de pagar el altísimo precio de una entrada de cine. Pero, a pesar de eso, la gente ha ido al cine en masa.
Moraleja de este asunto, que es mentira todo lo que nos cuentan. Que la gente no deja de ir al cine por tener la posibilidad de ver la película en su casa recién descargadita de Internet. Que si la película interesa, la gente va al cine. Yo me bajé la película, sí, pero no la vi hasta después de pasar por la taquilla y sentarme en una butaca ante una pantalla grande. Lo que la gente se baja de Internet, es más, provoca el efecto contrario por mucho que intenten negarlo quienes viven de las subvenciones: si alguien la ha visto antes y le ha gustado, seguro que ha pagado la entrada aunque antes no pensara hacerlo. Cuando uno escucha una canción gracias a Internet, puede acabar comprándose el disco (y hay estudios que revelan una relación entre ambas cosas). Cuando uno ve una película o una serie en los formatos disponibles en la red, puede acabar comprándose el DVD. Lobezno lo ha demostrado. Pero no se enteran. Es mejor seguir chupando del bote.
La segunda noticia me produce más asco que cualquiera otra cosa. Resulta que la SGAE se empecinó en cobrar el 10 por ciento que le corresponde legalmente por un concierto que David Bisbal ofreció desinteresadamente para ayudar en la curación de un chavalín de cinco años que padece una enfermedad gravísima. Pocas horas después, la SGAE ha rectificado y ha anunciado que devolverá los 5.000 euros que quería escamotear a la lucha por la vida de un niño pequeño. La misería moral de este comportamiento es lo más deleznable de este caso, porque se me revuelven las entrañas de pensar en que unos miserables quieran cobrar su cuota de un concierto pensado para recaudar un dinero que debe servir para ayudar a salvar una vida.
La SGAE no vela por los intereses de los autores. Lo que la hace la SGAE es encabezar una lucha por conseguir dinero a cualquier precio. Dice la SGAE que lo que ha hecho en este caso es legal. Claro que lo es, forma parte de una ley injusta y que desde hace tiempo encuentra un fuerte rechazo social y en la red. Pero incluso las leyes injustas necesitan contar con actitudes personales indignas para encontrar su reflejo en la realidad. Y exactamente eso es lo que ha pasado aquí. Yo no habría sido capaz de dirigirme a la familia de este chavalín y pedirle ese dinero, insistemente y ofreciendo soluciones con el único propósito de recaudar. Pero por lo visto hay gente que sí es capaz. De este caso nos hemos enterado, pero ¿cuántos habrá por ahí similares sin que lleguemos a tener conocimiento? ¿Así defienden la cultura?
Presidente, ministra, haced el favor de tomar nota de estos casos. Porque ésta es la realidad y no lo que algunos dicen.
7 comentarios:
A mi me parece de vergüenza... de verdad, no ganan suficiente dinero ya??? Y tienes toda la razón, Juan. Cuando quiero ver una peli, voy al cine. Hace siglos que no me descargo ni una de Internet. Si acaso títulos que no puedes encontrar aquí... en fin! Besitos!
Brillante, maestro. No me has convencido porque ya lo estaba pero, de no ser así, me habrías convertido.
Por cierto, de no haberse hecho público y no hubiese habido presión popular y de los medios, ¿la SGAE habría rectificado y habría devuelto el dinero? La SGAE se retrata cuando recauda inmisericordemente y cuando se ve obligada a retractarse.
Se puede decir más alto pero no más claro ni mejor expresado.
Sólo añadir dos cosas:
1.- Lo que cuentas de “Lobezno” no es un caso único. El grupo RadioHead por problemas con su discográfica permitió descargar libremente su último disco durante algún tiempo y curiosamente se mantuvo el número uno de ventas en Gran Bretaña durante bastantes semanas.
2.- En cuanto a la voracidad de la SGAE, resulta que cuando en Madrid montaron la “Cow Parade” ( creo que ya no está, corrígeme si me equivoco ), una de las vacas tenia parte de la letra de “Tengo una vaca lechera” y la SGAE inicio las acciones pertinentes para que pagaran o la retiraran. La catadura moral de esta gente está a la altura del zapato.
Pero no le pidas nada a la ministra, que es juez y parte y está ahí solo para cuidar los intereses de esta gentuza
Hoy, no obstante, estamos de enhorabuena, pues la Eurocámara ha rechazado la nueva legislación que pretendía dar soporte a la ley Sarkozy y cargarse la neutralidad de la red.
Hoy han ganado los derechos de los ciudadanos, pero que tengamos muy claro que se ha ganado una batalla y no la guerra.
Saludos,
Edurne
Bebita, no me hace caso la gente que me rodea, me lo van a hacer el presidente y la ministra, je, je, je... Pero yo lo sigo intentando, que conste...
Mara, pues con eso confirmas que el comportamiento existe por mucho que lo intente negar quienes utilizan el argumento opuesto. Estoy de acuerdo con el término que usas: es de vergüenza. Legal, pero de vergüenza.
Impenitente, muchas gracias por lo de maestro, qué más quisiera, je, je, je... La pregunta que planteas tienes fácil respuesta: no. Por eso me preguntaba cuántos casos más o menos parecidos no conocemos...
Edurne, muchas gracias por aportar el caso de Radiohead. Se nota que la música no es mi terreno, pero es un ejemplo tan válido como el que he puesto yo. Efectivamente, la Cow Parade ya no está en Madrid, pero el caso es igualmente vergonzoso. Tú lo has dicho. A la altura de los zapatos.
Esta entrada me ha recordado algo que te quería decir al hilo de otra anterior en la que abordabas el mismo tema. Hace unas semanas, vi en el canal autonómico un documental llamado "A remix manifesto", en el que se trata el tema de los derechos de autor y las grandes productoras no tanto desde el punto de vista de los consumidores (que también), sino en la medida en que suponen un cortapisas para la creación artística e incluso para la difusión de la cultura.
Si te interesa, el documental se puede ver libremente en versión original en www.opensourcecinema.org
También se podría añadir otro par de cosas: nadie va a un concierto si no conoce un grupo. Y cada vez menos gente está dispuesta a comprarse el CD de todos los grupos que surgen y muchos de los cuáles sacan una, una sola canción famoseada, y se hacen de oro. Si no eres un clásico o un famoso a golpe de talonario, ¿como llenas un concierto?. La publicidad en internet es un rentable ahorro.
Por otro lado, otra realidad propia de un "Stella Award", es que todos estos "originales" que venden... no avisan de su posible caducidad de material. ¿No deberían devolvernos el dinero por aquellos productos que no son reproducibles hoy en día? ¿No es una estafa que te vendan algo que no podrás utilizar en unos años sin ningún tipo de aviso? ¿No es una violación de los derechos del consumidor, que supuestamente paga por un producto inamortizable?. Cierto, tu pagas por una máquina o un coche y luego va quemando su vida útil... pero, claro, el constructor no recibe ningún canon.
En fin, lobbies...
C.C.Buxter, me lo apunto, muchas gracias.
Reverendo, está claro que todavía no se sabe aprovechar para estos menesteres el poder publicitario de Internet. Y no te falta razón en la segunda reflexión, no...
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