lunes, mayo 25, 2009

Fechas para recordar

De vez en cuando le echo un vistazo al calendario de la agenda, no vaya a ser que se me pase alguna fecha señalada. Y alguna se me pasa de todos modos, claro, porque nadie es infalible y yo menos que nadie. Supongo que por eso no me enfada que alguien se olvide de mi cumpleaños, de mi número de telefóno, de mi mail o de mi existencia. Cada uno llega hasta donde puede o quiere, y eso es lo importante. Me acuerde o no de los días especiales de todo el mundo, me gusta el juego de las fechas, el de recordar que hace uno, tres, seis o catorce años se produjo algo especial. Y me gusta felicitar a quien de verdad celebra esos aniversarios cuando sé que hace ilusión recordarlos. La mirada en el presente y en el futuro, sí, pero con el pasado siempre como referencia. Tantas cosas hay ya en el pasado, tanto podemos recordar, de tanto podemos alegrarnos... Y en ese juego de las fechas, me gustan las relaciones que hay entre unas y otras, como una fecha señalada para un amigo conduce a otra que lo es para otro amigo diferente.

Hoy es uno de esos días que no se me pasa, que no quiero que se me pase, el aniversario de boda de una amiga. Cada año bromeo con ella recordándole que, en realidad, el aniversario importante de hoy es el de Star Wars, que se estrenó hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, el 25 de mayo de 1977. O el de Alien, que llegó a los cines el mismo día pero dos años después. Y por eso debe de ser que decretaron que hoy tenía que ser el Día del Orgullo Friki. Pero como a mí esos días ni me van ni me vienen, no es eso lo que celebro, no. Hoy, de hecho, no se lo he querido recordar. Hoy le he dicho algo que ya le había dicho en otras ocasiones: que de mayor quiero ser como ellos. Si les conociérais, sabríais el porqué. Lo que hoy recuerdo es una boda que se produjo hace siete años y que por primera vez me llevó a hacer un regalo especial, que he intentado repetir con más o menos acierto en el resto de las bodas de amigos a las que he acudido: un periódico sobre esa boda. Me lo pidió ella. Y lo hice con el corazón. ¿Cómo le iba a decir que no si en el fondo soy periodista de corazón?

El 25 de mayo me lleva al 22 de mayo. ¿Por qué? Porque en ese día del año que viene se va a producir otra boda, de otro amigo. Los dos estuvimos presentes en aquella del 25 de mayo, los tres compartimos redacción y recuerdos durante años, y, además, el escenario del enlace venidero va a ser el mismo que el del pasado. Y no puedo dejar de sonreír cuando pienso en el juego de las fechas. El 22 de mayo, ironías del destino y del complejo mundo de la organización de una boda, es también el cumpleaños de la futura novia. Qué curioso poder decirle por teléfono, aprovechando la felicitación, que dentro de un año estará casada. Y qué curiosa será la felicitación del año que viene. Su vida, la de ambos, será diferente a la de ahora. Y feliz, espero. Más feliz todavía, porque eso de la felicidad, sea cual sea la situación de uno, acaba por ser contagioso. Y lo contaré con el mismo regalo especial, que celebrará entonces su octavo aniversario. No sé si existirá el +1 con el que ahora me cuentan, pero lo narraré con alegría en ese periódico que ya va calentando motores.

10 comentarios:

Arual dijo...

Tienen todos una gran suerte de contar contigo como amigo!

Por cierto yo también me casé en mayo, el 10 de mayo de 2003.

Raquel dijo...

Conjura de los astros en el mes de Mayo.
Gracias por felicitarme ayer.

El Impenitente dijo...

Tú eres un poco sentimental, ¿no?

El Impenitente dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
C.C.Buxter dijo...

Pues sí que es curioso, sí, porque este sábado 23 de mayo fui a la boda de un amigo de la universidad. ¿Habrá alguna explicación astronómica para tanto bodorrio seguido?

A mí esta clase de eventos me gustan, siempre que no sean los típicos a los que uno tiene que ir por compromiso. Y cuando estoy viviéndolos, en medio de las risas y el cachondeo, me gusta detenerme un momento y "sentirlos", sabiendo que son de esos días de los que uno siempre se va a acordar.

Reverendo Pohr dijo...

También hay fechas para olvidar (aunque se recuerdan, claro está).

Veo que Mayo te trae recuerdo. Será la connivencia de las influencias de Tauro y Géminis, ja,ja,ja.

Aunque no lo celebres (yo ni me acordaba ya): FRIKICIDADES!!! Piensa que nuestra infancia no hubiera sido igual sin Chewbacca ni los jedis, sin los superheroes, sin elfos,enanos, hobbits y hombres.... y algunos etcéteras frikis.

Friktings!

PD: No serás de los que tienen el alfabeto klingon, verdad?

Leyre dijo...

Mayo es un mes bonito, claro, claro. Y lo del periódico me ha parecido super curioso, es genial!!!


besos Juan!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Arual, muchas gracias, je, je... Vaya, pues felicidades atrasadas...

Raquel, de nada. ¿Qué tendrá mayo...?

Impenitente, va a ser eso... y así me va, claro...

C.C.Buxter, compromisos que uno no quiere los justos, cada día que pasa lo tengo más claro.

Reverendo, pues... tengo que confesar que en su día me compré muy baratito y de segunda mano el diccionario klingon-inglés, inglés-klingon, pero todavía no me he atrevido a leerlo, je, je, je...

Juan Rodríguez Millán dijo...

Leyre, ¿qué mejor regalo puede hacer un periodista, je, je, je...?

Cheap Silagra dijo...

es curioso porque yo no puedo tener una agenda, simplemente nunca la uso, es algo vacilón, porque siempre me pasa pero lo bueno es que nunca seme olvidan las fechas..jejeje