viernes, octubre 07, 2011

Sueldos públicos

Desde mis limitadísimos conocimientos sobre economía, siempre he pensado que el principal problema de España, quizá de todo el mundo pero sobre todo de España, estaba en los sueldos. Siempre me ha parecido insostenible que personas que han dedicado cinco, seis o diez años de su vida a formarse más allá de la educación obligatoria cobren sueldos que no llegan, a veces ni se acercan, a los mil euros. Porque entonces no compensa tanto trabajo. Y eso lo pensaba ya hace años, así que imaginad lo que tengo en mente ahora con la que está cayendo, con el encarecimiento del coste de la vida, la subida anual del en los precios (ah, y el euro, que no se me olvide el redondeo del euro) y los despidos masivos que las grandes empresas están acometiendo para mantener sus beneficios. Pero esto de los sueldos llega a extremos indignantes cuando hablamos de personas que trabajan para entidades públicas. Hemos llegado a un punto en el que hay cierta obsesión, justificada, por conocer cuánto gana y cuánto tiene cada político de este país, y de ahí que en los últimos tiempos se hayan conocido sueldos de diputados, senadores y gobernantes autonómicos.

La cosa se agrava aún más leyendo noticias como ésta, en la que se dan a conocer, aunque no de forma pública y sí mediante una filtración, los sueldos de los dirigentes de una televisión autonómica, Telemadrid en este caso. Esta noticia da una base documental a lo que para mí viene siendo evidente desde hace mucho tiempo, y es que hay gente que gana un dinero que 1) no se merece y 2) no debería permitirse en un Estado de Derecho. No hay derecho a que el director de una televisión autonómica, designado a dedo por un presidente autonómico, gane más dinero que ese presidente autonómico. Simplemente, no hay derecho. Cuando digo que no se lo merece, no pretendo infravalorar la dedicación, el trabajo y la responsabilidad de alguien que dirige una televisión, pero sí entiendo que el sector público está obligado a regirse por unas premisas que en España no se cumplen. Telemadrid es el perfecto ejemplo de actualidad. ¿Que no les gusta? Ahí está el sector privado. Pero el público necesita de otras normas para regirse.

Cuando la sociedad no es capaz de autoregularse, es cuando creo que deben actuar las instituciones. Eso incluye también a la clase política y a quienes depende de ella. Y si la clase política no es capaz de regularse tampoco, es cuando los ciudadanos tenemos que exigir más. Cada vez estoy más convencido de que en España tendría que haber una ley que regulara los sueldos de cargos públicos, incluyendo los de empresas públicas. En la esfera política, no es posible que un presidente autonómico gane más que el presidente del Gobierno, porque nadie tiene más responsabilidad que quien ocupa el puesto de jefe del Ejecutivo. No es posible que un consejero autonómico o un diputado general gane más que un ministro, es cuestión de rango y responsabilidad. Quizá sea el momento de elaborar tablar que coloquen a cada uno en su sitio. Y eso tendría que incluir a quienes trabajan para organismos públicos, como son las televisiones, sea RTVE o las autonómicas, y sobre todo a quienes ocupan un cargo de designación política.

Es evidente que es una utopía, de esa que son realizables pero no en la coyuntura actual. Cuando la regulación de los políticos depende de ellos mismos, la experiencia dice que no se va a cambiar nada que pueda limitar sus beneficios. El único acuerdo unánime que solía haber en el Congreso, al comienzo de cada legislatura, era la aprobación de la subida salarial de los diputados, con lo que menos aún se van a poner los dirigentes autonómicos a recortar los beneficios de quien colocan precisamente para que se hable bien de ellos en sus televisiones. Lo que está claro es que la única forma de conseguir algo es insistir en ello. Y yo, desde luego, tengo claro que hay que seguir insistiendo en que la gente tiene que cobrar un sueldo que le permita vivir (sin necesidad de lujos, pero vivir, porque eso es lo que le permitirá trabajar a pleno rendimiento) y que es denigrante que no haya un mayor control sobre las grandes fortunas (que eso es lo que cobran los altos cargos en comparación con el sueldo medio) que dependen de la designación política. Regulación ya.

5 comentarios:

Arual dijo...

A veces ves que gente sin apenas estudios que se ha "enchufado" en política en un buen cargo te cobra un sueldo desmesurado y un licenciado con master y unas notas para sentarse nada más verlas cobra una miseria. No es justo eso y además es una forma de penalizar el esfuerzo. Para que voy a tener el gran carrerón universitario si es mejor meterme en política y sin dar mucho palo al agua pillarme un buen cargo y un buen sueldo. Vergonzoso!!

Lola dijo...

Estoy contigo. Regulación ya. Verguenza y grande ver esos despropósitos y haces muy bien en denunciarlos aunque no sirva para mucho. Un abrazo Lola

Sara J. Trigueros dijo...

Me sumo a tu asombro y reivindicación. Uno de los peores problemas actuales sobre todo con la que cae, sin duda.

El Impenitente dijo...

Loas sueldos de los políticos y los sueldos de los funcionarios. La empresa privada ya regula los sueldos en función de responsabilidades, capacidades y rendimientos (no estoy muy de acuerdo que a mayor formación mayor sueldo. Hay muchos que creen, cuando terminan sus estudios, que ya han llegado. Y sólo acaban de empezar. Ahora es cuando tienen que demostrar y ganarse el sueldo. Y los que tienen un MBA directo a la hoguera que poco hacen y mucho deshacen pero, eso sí, con mucho estilo y con unas presentaciones fabulosas). En la empresa pública lo mismo. ¿Regulación? Por supuesto. Pero del primero al último. Hay sueldos bajos que son un despilfarro, dado el rendimiento de la persona que lo recibe. Siempre te digo que hacen falta gestores y mentalidad privada para el sector público. Rendimiento. Responsabilidad. Productividad. Conceptos que en la empresa pública suenan a chino.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Arual, pues sí, penaliza el esfuerzo, tienes razón, y es una pena, porque provoca que la gente se dedique cada vez menos a su trabajo. Dinero fácil y punto.

Lola, seguiremos ahí denunciando estas cosas desde mi humilde punto de visto y desde mi aún más humilde blog...

Trilce, a mí desde luego me parece un problema. Pero se saldrá de la crisis y seguirá siendo un problema.

Impenitente, no, yo tampoco digo que a mayor formación haya más sueldo, pero es un baremo que puede ayudar. Y, sí, del primero al último. Que se pague el trabajo, no el puesto.