
El periodismo da cada día más asco. Y lo digo como periodista, que duele más. Ya no hya medio que no manipule, engañarnos con utopías de imparcialidad ya no sirve ni siquiera cuando estás empezando en este mundo. Pero sigo sintiendo que hay clases hasta en esto de la manipulación. La de Telemadrid está en boca de muchos desde hace más tiempo del que me gusta recordar. Y lo que tiene la cadena en manos de Esperanza Aguirre es que siempre ofrece nuevos motivos de queja a aquellos que todavía clamamos por un periodismo digno y veraz, en el que se puedan ofrecer diferentes puntos de vista sin necesidad de engañar a la gente. Y Telemadrid hace daño en su manera de dar información y, lo que es aún peor porque ahonda la brecha manipulativa, en las explicaciones que da sobre sus meteduras de pata. Ha tenido mucha difusión ese curioso desliz que le sirvió al programa El Círculo para desacreditar al movimiento 15-M. ¿Que cómo fue ese desliz? Pues muy sencillo. Querían decir que son violentos a pesar de que en su ideario dicen que son pacifistas. Y como no había fotos de los integrantes de este movimiento con la suficiente violencia explícita, Telemadrid decidió ilustrar su opinión (que no su información) con fotografías tomadas de los disturbios en Grecia. Por supuesto, sin advertirlo. Con un par.
"Pues vean algunas de las instantáneas que podemos ver hoy en el diario El Mundo. Están armados con palos y como ven muy pacifistas, muy pacifistas... Sin palabras, juzguen ustedes mismos", dijo la periodista María López en ese espacio de Telemadrid. El proceso, según se puede asumir desde fuera, es simple.
1. El 15-M dice que es pacifista. Que lo sea o no, es irrelevante en este punto informativo.
2. Telemadrid quiere decir que no lo es. De nuevo, que lo sea o no sigue siendo irrelevante, tanto como los motivos de Telemadrid para expresar esa opinión.
3. Habiendo violencia en algunas de las protestas de este movimiento (o análogos), no hay fotografías que den esa idea con la suficiente claridad. Entra en juego ese glorioso lema de "no dejes que la realidad arruine un buen titular".
4. ¿Solución de Telemadrid? Pues pongo las imágenes de cualquier otro acontecimiento donde si haya una violencia clara e irrefutable y "juzguen ustedes mismos" cuando ya les he dicho yo el signo de ese juicio.
Que sea un simple error parece difícil de asumir cuando Telemadrid es una cadena que hace poco nos deleitaba con esta lindeza que adjunto a continuación, una lindeza que pretendía equiparar al presidente del Gobierno, un señor que por muy despreciable que sea ahora para muchos tiene los votos de once millones de personas y el respaldo de eso que algunos llaman democracia. Entonces lo calificaron como un "recurso perfectamente legítimo" para diferencias las opiniones de unos y otros en aquella pieza.

Pero demos a la gente de Telemadrid que participó en este asunto el beneficio de la duda. Asumamos que fue un error. Aún así, la cosa no mejora mucho. En primer lugar, es un error grave. De esos por los que en condiciones normales tendrían que rodar cabezas. ¿Por qué? Muy sencillo. Lo que diga un periodista en un medio de comunicación tiene que ser algo constrastado. No puede ser que cualquier redactor (o becario) asuma la responsabilidad de que lo que se emite o se publica. No puede ser. Hay gente que sí está ganando mucho dinero con el periodismo y es gente que ocupa cargos directivos. Y en el sueldo les va la responsabilidad, esa que no puede jamás recaer de una forma tan absoluta en personas que no son ni mileuristas. Porque eso es lo que gana un redactor de cualquier medio de comunicación. ¿Ha dimitido alguien por esto? No. ¿Ha cesado la dirección de Telemadrid a alguien por esto? Tampoco. ¿Han dado alguna explicación? Sí, mira, eso sí. Y es ahí donde Telemadrid desmuestra sin ningún género de dudas lo que pretende en estos casos.
Dice la cadena pública madrileña, a través de un portavoz cuyo nombre queda en el anonimato (ni siquiera tenemos a algún dirigente de la cadena que dé la cara públicamente), que se ha producido un "error". Hasta ahí bien. La explicación es escasa, aunque algo es algo. Aunque sean migajas. Pero resulta que ese mismo portavoz dice que las críticas a Telemadrid son "gratuitas" porque "el fondo de lo que se estaba contando se mantiene". Anda, qué cosas. O sea que yo puedo acusar a alguien de lo que quiera, poner fotografías de otro asunto que no tiene nada que ver, engañar a los espectadores diciéndoles o dándoles a entender que esas imágenes corresponden a aquellos a los que quiero desprestigiar y aquí paz y después gloria. Y si les critico por ello, el manipulador soy yo. Evidente. Insisto, con un par. No es sólo el "error", es que encima están convencidos de que el "error", aún reconocido, no les quita en absoluto la razón. Interesante forma de entender el periodismo. Y luego querremos que la gente crea lo que escucha en un informativo o lee en un periódico.
Y un detalle más para acabar. Cuando esto pasa en un medio controlado por la derecha o por el PP, siempre se le quita hierro al asunto. Siempre. Forma parte de la maquinaria de propaganda. Esto no es más que una anecdotilla y ya está. Lo olvidamos pronto. Cuando sucede en un medio de izquierdas o del PSOE, el escándalo está asegurado durante días, semanas o incluso como parte del poso del saber comúnmente aceptado. Así sucedió cuando en TVE se insertó un plano de Rajoy al final de una información sobre las torturas en Abu Ghraib. Así sucedió con el mapa de Euskal Herria que apareció en 59 segundos. Así sucedió con aquel enfrentamiento entre María Dolores de Cospedal y Ana Pastor en Los Desayunos de TVE. Así sucede cada vez que El País publica alguna información que vincula a dirigentes del PP de la Comunidad de Madrid o la Valenciana a los casos Gurtel o Brugal. Así sucede siempre. El PP se lanza a proferir desaforadas y grandilocuentes acusaciones de manipulación en el ente público, se niega a dar entrevistas a quienes no le son afines (Aznar siempre se negó a ser entrevistado por Iñali Gabilondo, Rajoy rechazó dar una entrevista a La Sexta en 2008, víspera de las elecciones generales, cuando sí pasó por el resto de las televisiones). Sigo convencido y no veo indicios de la contrario: la maquinaria de propaganda de la derecha tiene mucha más fuerza. Mucha más.