viernes, abril 08, 2011

Medidas recaudatorias... o no

Cuando el Gobierno aprobó la reducción de la velocidad máxima en carretera a 110 kilómetros por hora, todo el mundo se apresuró a dar su opinión. Ya sabéis que no eres nadie en este mundo si no tienes una opinión clara, contundente y aleccionadora de todos los temas posibles (y mucho menos podrás ser alguien si no te posicionas claramente en un bando... o contra el otro, que para el caso es lo mismo). No fue el único argumento que se utilizó, pero creo que el que quedó más claramente establecido entre los detractores de esta medida es que el Gobierno tenía un único y exclusivo afán recaudatorio, que se iban a poner multas con mucha más facilidad, que era una de esas muchísimas leyes que están aprobando todos los gobiernos (pero más que ninguno los municipales) para sacar dinero de debajo de las piedras en esta época de crisis. Resulta que ahora salen los datos del primer mes de funcionamiento de la norma. Y resulta que la recaudación por multas de tráfico no sólo no ha aumentado, sino que ha descendido ¡¡¡un 47 por ciento!!! El argumento queda invalidado de un plumazo.

Por supuesto, esto es España, así que nadie de entre quienes se significaron tanto criticando el afán recaudatorio de la medida ha salido a pedir perdón y admitir que estaba profundamente equivocado en sus predicciones. Duele demasiado, por lo visto, eso de asumir un error, Viene a ser algo parecido a lo que ya sucedió con la ley antitabaco. Decían los agoreros que podía costar hasta 100.000 puestos de trabajo y una pérdida de la facturación de un 20 por ciento en el sector hostelero. Esas predicciones (no sé si esa es en realidad la palabra más adecuada para referirme a ellas) se han revelado aún más falsas, pues en los dos primeros meses del año ha crecido muy levemente el empleo en el sector, y eso a pesar de que el paro sigue disparado. El caso es que los pronósticos más agoreros encuentran siempre un eco desmedido en los medios de comunicación contrarios a quienes aprueban las normas. Nada nuevo ahí por descubrir. La prensa ya no actúa como cuarto poder, sino como oposición al poder que no nos gusta. ¿Pero se cree la gente todo lo que lee de aquellos que al parecen son de los suyos? Parece que sí. Preocupante.

El caso es que aquí funcionan mal demasiadas cosas. No es posible presentar informes de predicciones que se equivocan con tantísimo margen y que no pase nada, que nadie deje su cargo por pura incompetencia o que no haya desmentidos tan claros como el informe equivocado anterior. No puede ser que los medios de comunicación sigan insistiendo en publicar grandes titulares apocalípticos con la opinión de alguien sin contrastarla, sin matizarla, sin contextualizarla, sin investigarla. Y, desde luego, ya va siendo hora de que recuperemos el espíritu crítico con los mensajes que vienen incluso de fuentes que valoramos. Porque nadie tiene la verdad absoluta ni hay que estar totalmente de acuerdo con lo que dicen los nuestros. Es lícito criticar el nuevo límite de velocidad por muchas razones, por supuesto. Por el afán recaudatorio no. Como tampoco la ley antitabaco por la pérdida del empleo que iba a generar al parecer. Pero el debate de ambas cuestiones fue hace meses y la crítica hacia el Gobierno ya ha quedado marcada y establecida, por mucho que los datos desmientan después a tanta gente. ¿Cómo se arregla eso? Leyendo y pensado. Siempre leyendo y pensando.

8 comentarios:

Jo Grass dijo...

Pero es que aquí nadie piensa y lee, Juan. Todos gritan y hacen ruido, y especulan sin tener argumentos válidos que ofrecer.
Todo esto solo me provoca tremendo mal humor. ¿Cuando se supone que vamos a aprender a hacer las cosas bien?

La Tilde Perdida dijo...

Leyendo y pensando, pero si lo que leemos nos pretende engañar... al final defendemos el engaño. Un saludo.

Lola dijo...

Tienes razón, Juan. El cuarto poder se ha convertido en otra cosa. Los periódicos tiran para casa y las noticias son interpretadas según les conviene. Yo creo que es mejor leer un poquito una noticia lo mas objetivamente que puedas y despues reflexionar sobre ella.
Un abrazo Lola

Claire dijo...

Vaya que sí. Que decir que se equivocaron parece algo impensable. Y como sabían que era una medida muy impopular, pues ea, más leña al fuego..
No importa la medida que saquen o el tema en cuestión, las reacciones de según que partes ya se saben. Hay muchos a los que no hace falta escuchar para saber qué van a decir.
Besos.

El Impenitente dijo...

Marta Domínguez va a salir limpia aunque manchada para los restos. ¿Alguien pedirá perdón? Y no me refiero sólo a la prensa. A una cortina de humo siempre le sigue otra y la anterior ya está amortizada.

Con respecto a la ley antitabaco, dos dueños de bares del polígono no están muy contentos. Ganar no han ganado con la ley. Se ve que a ellos no les afectan los grandes números.

Y si no ha aumentado la recaudación con la limitación de velocidad (espérate a Semana Santa) ahora sí que no entiendo la medida. ¿Han dicho cuánto se ha ahorrado el estado en tema de combustibles? ¿Y cuánto se han reducido las emisiones de CO2? Porque la semana pasada volvimos a emitir deuda. Siempre estamos emitiendo deuda. Y presumimos y sacamos pecho porque la colocamos a no muy alto interés. ¿Sabes cuánta deuda emite Suiza? Cero.

Necesitamos gestores, gestores y tecnócratas que nos gobiernen a nivel estatal, autonómico y local. Se retira el inútil de Zapatero y se postula Chacón. Chacón lleva toda la vida metida en política. ¿Qué noción tiene de la realidad Chacón? ¿Puede resolver problemas que es probable que no ignore pero que no le afectan en absoluto? Ella tiene la vida resuelta sin haber trabajado en su vida.

Tal vez la democracia sea el menos malo de los sistemas pero eso no quita para que sea un sistema nefasto. Y con políticos españoles peor que eso. Y con la prensa española ya ni te cuento.

José Vte. dijo...

Pues ya ves que las medidas, a decir de algunos, eran incluso fascistas, porque les limitaba su libertad. Claro que éstas opiniones siempre estaban impulsadas desde medios que también proponen constantemente el adelanto de elecciones.

Y es que tienen tanta prisa que todo lo que sea rebajar el límite de velocidad, cualquiera que sea, les viene mal para sus intereses.

Un abrazo

Juan Rodríguez Millán dijo...

Jo, pues ante tanto grito, habrá que seguir hablando y leyendo, no queda otra... No aprenderemos, pero ir convenciendo a alguien de la necesidad de pensar, aunque sea de uno en uno, me vale para seguir adelante.

Tilde, en eso tienes razón. Por eso es imprescindible leer mucho, mucho más y siempre de diferente signo. Quizá entre dos o más versiones contaminadas consigamos discernir la verdad.

Lola, lo triste es que ni siquiera es "su" casa, es que los medios están vendidos a otros por puro interés, y eso es tristísimo. Siempre hay que reflexionar, incluso cuando leemos algo aparentemente de acuerdo con lo que pensamos.

Claire, es que es gravísimo eso de tener una opinión prefabricada. Como lo dice "el otro", tengo que oponerme aunque sea lo justo y necesario. Absurdo.

Impenitente, tengro grabado a fuego el titular de Marca de aquel día: "Marta también era mentira". Juicio sumarísimo sin posibilidad de defensa. Eso es terrible. En lo que dices, en tus preguntas y en tus argumentos, hay mucha razón. Pero ningún político y ningún periodista dice algo parecido en público. Vende más gritar. Así nos va.

José Vicente, será un problema de prisas, será... Sí, eso de llamar fascista a cualquier normativa que por lo que sea no te guste es un serio problema mental y denota una ligereza tan triste que sólo cabe reírse.

C.C.Buxter dijo...

A mí me hace gracia cuando se dice que colocar radares o limitar la velocidad es una medida recaudatoria. Será recaudatoria si infringimos las normas, ¿no? ¿O es que estamos predestinados a ir más deprisa de lo permitido? ¿No podemos frenar, aunque solo sea un poquito? Yo propongo una solución muy fácil: puesto que solo quieren quitarnos el dinero, fastidiémosles; vayamos a la velocidad adecuada, ¡y que se jodan!