No tenía yo mucho interés en profundizar en la polémica de los últimos días en torno a la figura, obra, milagros y relatos de Sánchez Dragó. Son éstas cuestiones que me fastidian profundamente, porque, al margen del fondo del debate, evidencian que la inquina y el rencor son hoy en día motivos espléndidos para convertir algo en noticia. Algo de eso hay en colocar en los titulares la afirmación publicada tiempo atrás en un libro. Algo de eso hay en convertirlo en motivo de cruzada personal, y algo de eso hay también en falsos desmentidos, curiosas interpretaciones y medias verdades proclamadas. Que hablan de uno aunque sea mal, parece la consigna, y eso me aburre. No sé si Sánchez Dragó se acostó con menores de edad, no sé si lo hizo de forma consentida o sin consentir, no sé si pagó por ello o alguien pagó por él. No sé cuánto hay de verdad y cuánto hay de fanfarronada. No sé realmente nada. Sé, porque después lo he leído en la prensa, que lo cuenta en un libro que no voy a leer porque su autor no goza precisamente de mis simpatías ni de mi interés.
El caso es que para enterarme de algún detalle más sobre este asunto (ante el bombardeo mediático de unos y otros, no he podido evitar acercarme a la cuestión, curioso que es uno en el fondo), me he puesto a buscar información. En realidad, no para comentarla aquí, porque temo que en el fondo dar más bombo a asuntos como éstos provocará aún más que las noticias de verdad queden enterradas. Si quisiera hablar de este asunto en concreto, tendría que poner este fragmento radiofónico que he encontrado en Youtube, y que os deja a continuación por si alguien le interesa, en el que queda bien clara la postura del sujeto y objeto de la polémica sobre la materia de debate. Que cada cual saque la opinión que quiera, que eso, las opiniones, siguen siendo algo libre y sobre ellas no puede actuar la Fiscalía porque no son delito. Yo sólo puedo decir que me repugna que se considere una conquista de cualquier tipo por parte de un adulto mantener sexo con una niña menor de edad. Con consentimiento o sin él. Llamadme mojigato si queréis, pero es mi punto de vista y no lo vendo.
Pero, como decía, en realidad no voy a hablaros de ese asunto. Voy a hablar de otro mucho más liviano, anecdótico y casual sobre Sánchez Drago. Navegando por esta inmensa red de redes me he topado con este otro vídeo que añado a continuación para que lo disfrutéis, degustéis o incluso os indignéis, siempre a gusto del consumidor. En él, este escritor que ha encontrado acomodo audiovisual en Telemadrid, primero como editor de lo que se ha venido en llamar un informativo de autor, luego como contertulio y más adelante también como presentador, se queja de la incultura de los españoles. Su razonamiento es sencillo. Mirando las diez noticias más visitadas de la página web de El Mundo se puede concluir que a los españoles no nos interesan más que sandeces y que pasamos olímpicamente de las noticias serias. En parte le tengo que dar la razón a Sánchez Dragó, pero sigo creyendo, cada vez más, que los medios de comunicación tienen más culpa que la gente en esta progresiva decadencia del periodismo en la que creo que vivimos.
El caso es que todavía no he justificado el título de esta entrada. Si no queréis ver el vídeo entero por los motivos que sea, pasad directamente al minuto 1.09, cuando Sánchez Drago comienza a exponer la quinta noticia más visitada de aquel día en la web de El Mundo.
"Cinco. Un vídeo porno interrumpe la emisión de la Super Bowl, que es por lo visto un evento deportivo de bolos y esto". La Super Bowl es de bolos. Sí. Claro. Eso es. Bolos. Si ya lo dice el nombre, ¿no? Justo lo que yo estaba pensando. Sus compañeros de plató se debaten entre la risa floja y, a lo mejor, un tono de indignación por el más absoluto desconocimiento de la materia que el propio Sánchez Dragó había sacado a colación en el debate. Es perfectamente lícito no saber lo que es la Super Bowl, es imposible saber todo sobre todo seas quien seas y trabajes donde trabajes. Lo que se me hace difícil de entender es cómo es posible presentar un informativo siendo alguien que no tiene la más mínima noción de lo que es el evento más visto de la historia de la televisión (este mismo año, lo vieron 106 millones de personas) y que, cuando le corrigen, realiza un gesto desdeñoso como dejando claro que a él esas cosillas sin importancia no le preocupan ni le inquietan. Qué cosas. Supongo que lo dicho por él, en uno y otro vídeo, da una idea de cómo es el protagonista de estas dos historias. Supongo.
7 comentarios:
Sobre lo de Dragó, en fin, el PSOE le ha denunciado ante el Defensor del Menor por haber dicho que hizo algo que la ley ampara. Si los políticos no creen en las leyes que elaboran apaga y vámonos.
Copio y pego lo que me ha enviado un amigo:
"El Código Penal de 1995 (aprobado siendo J.A. Belloch ministro de Justicia y M.T. Fernández de la Vega, secretaria de estado) estableció la edad mínima para consentir relaciones sexuales en los doce años (Art. 181, LO 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal; BOE núm 281, 24 de noviembre)
Fue el PP (siendo ministra de Justicia Margarita Mariscal de Gante) el que impulsó y llevó adelante la reforma de 1999 (operada mediante LO 11/1999), gracias a la cual la edad mínima es hoy día de trece años."
Y sobre que Dragó no sepa lo que es la Super Bowl, convendrás conmigo que Dragó es un presentador de informativos atípico de un informativo atípico. Sus telediarios no tienen sección de deportes y si es ignorante en deportes, al menos es consecuente con ello. Cuántos presentadores hablan de lo que no saben.
Sobre el primer tema, pues comparto tu punto de vista. Que un señor mayor se acueste con menores me asquea, ya sea pagando o con consentimiento, y mucho más si es sin él.
Sobre lo segundo, pues no me extraña. Hace tiempo, yo escuchaba un programa de por la tarde en la radio, que presentaba Julia Otero y ahora no recuerdo como se llamaba. Pues bueno, allí el peor era Sánchez Dragó. Bueno, él y Pilar Rahola... desde que lo escuché hablar, perdió todo mi respeto, siempre me ha parecido que habla simplemente para polemizar y darse aires de "algo". Lo de la Super Bowl, y lo de las menores si me apuras, parece que responden a eso, a proyectar una imagen de cara a vender más libros o yo qué sé.
Bueno, sobre lo de Dragó ya sabes lo que opino. Respecto al corte que sacan en RNE, no sé cuál es el contexto, pero Dragó no dice que él haya hecho uso de ese "servicio".
Y en cuanto a lo de la Super Bowl, no es que Dragó no sepa lo que es; es que no lo quiere saber, y si lo supiese, haría como si no. Ya se hizo famoso en su día porque dijo que quienes leían el Marca eran unos pobres incultos aborregados por el deporte. Eso sí, con lo perverso que es, no me extrañaría nada que, a escondidas, de noche, vea "Punto pelota" ;)
No quiero leer noticias de ese tio prepotente y descalificador de personas aparte de pederasta e imbecil aunque sea listo. Me indigna. Un abrazo Lola
Y además añadió que si en el libro contaba esta experiencia con niñas era porque habían pasado no se cuántos años y el crimen HABÍA PRESCRITO... que asco se tío...
Y sobre la incultura de España pues míralo a él como ejemplo que está dónde está y ni siquiera sabe lo que es la Super Bowl..
Yo ni veo su programa ni pienso leer su libro.
Un abrazo.
Petrarca, la denuncia es absurda, desde luego. La legal, claro. La moral, la que justo no corresponde a los políticos, nos da para muchos debates. Totalemnte de acuerdo en que hay mucho ignorante que no por ello se guarda de hablar. Pero presumir de ignorancia siempre es malo, por muy especial que se crea uno.
Sonix, pues estoy de acuerdo contigo. Lo más probable es que todo sea un plan orquestado, probablemente en cinco minutos, por Sánchez Dragó para transmitir una imagen muy concreta. Lo que no sé es por qué hay gente que quiere transmitir una imagen así, pero allá cada cual.
C.C.Buxter, tampoco hace falta que él utilice el servicio. A la mayoría de gente que le he oído despotricar razonadamente contra Sánchez Drago lo que le ha indignado es el tono en el que habla de estas cosas. Y eso lo comparto. Y estoy de acuerdo contigo en que no quiere saberlo. Pero eso le sigue dejando como un ignorante. Consciente, pero ignorante.
Lola, a mí también. Ya digo que no tenía muchas ganas de hablar de él, pero me hizo tanta gracia la forma en que hablaba de lo de la Super Bowl que pensé que merecía la pena compartirlo.
Claire, esa parte de su explicación también dice mucho de la clase de persona que es, desde luego. Y yo tampoco tengo interés en él, no, ni en sus libros, ni en sus programas, ni en sus palabras. Supongo que eso es tan lícito como que él no quiera saber qué es la Super Bowl, aunque yo sí sé quién es Sánchez Dragó.
Nunca he soportado la pendantería de este señor. Ahora, me produce repugnancia!
Publicar un comentario