Hace unas semanas, tras el accidente de avión que viajaba de Brasil a Francia en el que murieron más de 200 personas, encontré un detalle sobre el que no reparó demasiada gente. Ante la línea de cámaras ávidas de morbo que se colocaron en el aeropuerto para ver pasar a los compungidos familiares, hubo una persona que desfiló ante los periodistas repitiendo sin cesar la misma frase: "sois unos sensacionalistas". No mediaron insultos, no hubo intento alguno de agresión. Simplemente les dijo lo que pensaba con una sinceridad abrumadora. Que son unos sensacionalistas. El colmo de la desfachatez es ver esas mismas imágenes emitidas por un medio de comunicación, pero el caso es que las vi en un informativo de televisión. Rápidamente se creó un lazo de empatía entre aquel familiar en duelo y yo. Estoy con él y admiro profundamente su sangre fría y saber estar en unos momentos tan difíciles para dejar claro a quienes buscaban la imagen del dolor anónimo que eso no es periodismo, sino sensacionalismo. Eso no aporta nada a la noticia, eso vende morbo puro y duro.
Ayer ETA volvió a matar, dejando ese regusto de tristeza, rabia e indignación que arrastro desde que soy consciente de lo que supone cada atentado, cada vida segada por no se sabe muy bien qué razones. Y más desde que durante seis años y medio he tenido que escribir sobre ellos, caminando por la frágil frontera entre el periodismo y el sensacionalismo. La mujer del policía asesinado fue una de las primeras personas en llegar al lugar de la explosión que acabó con la vida de su marido. Después se la tuvieron que llevar al hospital por un ataque de ansiedad. Salió de allí destrozada, junto a otras dos mujeres, supongo que amigas o familiares, que no querían dejarla sola en un momento así. Una de ellas no dejaba de gritar la misma frase a alguien que no se veía en el plano: "no saques fotos". Nuevamente, el colmo de la desfachatez es emitir esas imágenes en televisión. Y comprobar que hoy la foto de la viuda compungida está en todos los periódicos. Luego nos llenaremos la boca con el respeto a las víctimas del terrorismo o de cualquier otra tragedia. Yo en este entrada no voy a poner foto alguna, aunque seguro que algún librepensador creerá que estoy censurando la realidad. Yo no quiero contribuir al sensacionalismo, ni mucho menos colgar aquí una fotografía de alguien que no quería ser noticia.
Lo dije hace un par de días, lo digo hoy de nuevo. El periodismo ha muerto, viva el periodismo. Y no hay que decirlo, pero lo digo también: ETA NO.
7 comentarios:
El mayor respeto a las víctimas se lo ha dado, esta vez y por fin, el lehendakari:
"Los terroristas han acabado con la vida de un trabajador de este pueblo, cuyo único delito ha sido garantizar la seguridad y la libertad de los vascos y velar por el cumplimiento de la ley y del Estado de Derecho. Eduardo Antonio Puelles, como todas las víctimas del terrorismo, era uno de los nuestros, un defensor de Euskadi y de los vascos (...) Vamos a acabar con ellos, aplicando toda la fuerza del Estado de Derecho, de la ley, para no dar ni un minuto de respiro a los violentos (...) Ellos nos han enseñado el camino del dolor. Nosotros les vamos a enseñar el camino de la cárcel".
¡Y que tengan que haber pasado tantos años para poder escuchar algo tan obvio!
Haces bien en no poner fotografías, no creo que sea necesario ver el dolor de un persona, meternos en su vida y en su intimidad de una manera tan cruel para llegar a intuir,(o algunos a saber), por lo que está pasando.
Se habla de conflicto entre la libertad de expresión e información y la intimidad...no creo que tenga nada que ver, hay líneas que no se debrían traspasar
Qué tristeza. No sé cuándo nos libraremos en este país de esta situación. :(
Un abrazo y gracias por tus palabras en tu comentario!
Veo por tus comentarios (éste y otros anteriores) que eres un periodista muy crítico con tu profesión. Haces bien. Es indignante el periodismo de emociones y sensacionalismo que prima el espectáculo del drama, aunque sea falso, y se aleja del análisis sobre el origen y las causas de los hechos. Para atraer la atención, mejor lágrimas, muertos, anécdotas, cotilleos, a todo color, con gritos y altercados, con imágenes sorprendentes que no explican la realidad, etc.
¿Sigues siendo periodista fuera de éste blog?
Ya te digo: te he leido artículos muy críticos con tu profesión. Estoy de acuerdo.
Lo peor que le podría ocurrir al heroico gudari, seguramente un crío, que ha asesinado a este policia es que el día que lo cojan, que lo cogeran, otro policia se le acerque, muy tranquilo, y bajito y al oido, le diga: Vas a ir al talego, chaval, donde debes estar, y el día que salgas, si sales, serás un anciano al que tendrán que ayudar a ir al baño y a comer. ¿Ha merecido la pena?
Está claro (aunque a lo mejor me equivoco) que este comentario y los anteriores están escritos por alguien que desconoce profundamente el periodismo. Ingenuo a raudales y tremendamente demagógico. De momento, ese sensacionalismo que denuncia es lo que alimenta su columna de opinión. Ejerce su libertad de expresión, y se contradice. Y anteriormente defiende fichajes millonarios con nociones económicas de bajo cero. Atacando al periodismo desde fuera, si es así, es muy triste.
Petrarca, el cambio es visible en el lenguaje. Ojalá los resultados acompañen.
Simone, compartimos sensibilidad ante hechos como estos. Yo tampoco veo conflicto. El sentido común suele bastar, pero en estos dos casos había incluso una petición expresa que no se ha respetado.
Casandra, ese día llegará, ojalá más pronto que tarde...
Anónimo 1, creo que para mejorar en cualquier ámbito de la vida es imprescindible ser crítico, con uno mismo en primer lugar. Aunque al firmar con mi nombre en este blog, renuncie a mi anonimato, hay cosas sobre mi vida que prefiero no escribir abiertamente aquí, espero que lo entiendas.
Garraty, siempre le he dado vueltas a esa idea. ¿Quien asesina se da cuenta de que está tirando su vida a la basura...?
Anónimo 2, me vas a perdonar que me extienda más contigo porque quiero aclararte un par de cosas, ya que por lo que dices creo que no me has entendido. Lo mío no es un ataque al periodismo, es una crítica, como decía antes algo muy necesario en cualquier ámbito de la vida. En cualquier caso (no sé si tras tu anonimato se esconde alguien que sepa más cosas de mí), te digo que el periodismo lo conozco y adoro desde fuera desde que tengo uso de razón y desde dentro desde que llegué a edad universitaria. ¿Es triste criticar al periodismo desde fuera? Lo siento, pero no estoy de acuerdo. A mí no me alimenta el sensacionalismo, a mí me alimenta el periodismo y es a eso a lo que me refiero en la entrada.
En cuanto a la anterior entrada, la del fichaje de Cristiano Ronaldo, soy el primero en reconocer (lo hago en ese texto y lo he hecho antes) que no sé demasiado sobre economía. Pero piensa que un fichaje así sólo se puede pagar con los ingresos que genera: derechos de imagen, publicidad, camisetas, televisión... Y eso genera movimiento de dinero. Si me criticas otra cosa en particular, te agradecería que lo dijeras, puesto que sin más aporte es imposible el debate. Y yo no he defendido el fichaje: he criticado el uso de argumentos demagógicos para criticarlo y que los reproches no se apliquen a otros ámbitos de la vida que mueven el mismo o más dinero sin que nadie se rasgue las vestiduras.
Publicar un comentario