martes, abril 16, 2013

La Ley de Godwin

En 1989, Mike Godwin dijo lo siguiente: "Se puede deducir que una discusión en USENET caduca cuando uno de los participantes menciona a Hitler y/o a los nazis". Un año después, esa frase le sirvió para formular una ley que toma su nombre: "A medida que una discusión online se alarga, la probabilidad que aparezca una comparación en a que se mencione a Hitler o a los nazis, tiende a uno". Se entiende que cuando alguien menta a la bicha, ha perdido la discusión. Pues bien, esa norma que se puede usar en Internet ha dado el salto a la vida real. Y no precisamente en tertulias de bar, que imagino que ahí se llevará poniendo en práctica desde hace mucho tiempo, sino en la vida política y social. Porque ahora resulta que son los que tendrían que marcar la diferencia los que caen en el barro más sucio.

Me acuerdo de aquellos gritos de "nazi" que Miguel Ángel Rodríguez, nada menos que ex portavoz del Gobierno con rango de secretario de Estado, dedicó en un programa de la televisión pública al doctor Montes (fue condenado después por ello en los tribunales), pero sobre todo veo ahora a María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, tachando de prácticas nazis las protestas por los desahucios que ya se conocen como escraches. Es moda. Si eres del PP y quieres ser guay, tienes que llamar "nazi" a quien protesta por los desahucios. Seguro que está en los idearios. Pero hay más. Resulta que Toni Cantó, ese diputado que tiene como mérito previo a su carrera política una como actor y que le encanta meterse en berenjenales dialécticos sin ningún motivo, ahora tacha de "nazi" al presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas. Y antes había hecho lo mismo contra el mismo destinatario catalán Juan Carlos Rodríguez Ibarra, aquel ex presidente de la Junta de Extremadura que nunca ha tenido como virtud la contención verbal, y que seguramente por eso alguna vez dijo algo interesante.

Así que nada, vamos a llamarnos nazis los unos a los otros y tan contentos. ¿Que no hay relación alguna? ¡Qué más da! No sé, para mí los nazis eran aquellos que invadían países, forzaban guerras mundiales y enviaban judíos a campos de concentración primero y a cámaras de gas después. Y miro por todas partes, pero en España no acabo yo de ver cosas así, aunque haya algunos que quieran verse como herederos de su estética y su pensamiento que lo que necesitan es viajar un poco y conocer otros mundos para desintoxicar sus cerebros. Igual me equivoco y esos viejos amigos de los que hace tiempo que no sé nada, esos que tenemos todos, han sido víctima de tanto nazi como parece campar a sus anchas por España. O igual es simplemente que usamos el término con una ligereza insultante y pretenciosa, achacable sin duda alguna a la ignorancia tanto de la Historia como de la realidad. Así que aplico la ley de Godwin y la llevo a sus últimas consecuencias. No es que cada vez que uno de estos tipejos llame "nazi" a otro pierda la conversación. Es que pierde automáticamente mi respeto y mi atención. ¿Por qué diablos tendría que perder el tiempo escuchando a ignorantes que no saben lo que dicen? Lástima que estos pensamientos tan poco iluminados sigan teniendo eco en los medios.

2 comentarios:

Doctora dijo...

Es que debe ser muy reconfortante llamar nazi a otro, porque automáticamente das a entender que es peor que tú, que todo lo que hace es horrible, y claro, así la gente te apoya. Por muy capullo que seas siempre serás mejor que un nazi.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, sí, la analogía parece clara. Lo que no tengo tan claro es si los cerebros de la gente que hace esas comparaciones funciona bien del todo... Más mundo y más cultura hacen falta...