lunes, enero 07, 2013

Cosas que echo de menos del fútbol de antes

Dicen que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor. No me lo creo en casi ningún aspecto de la vida, pero últimamente me he dado cuenta de que no paro de decirlo cuando hablo sobre fútbol. Cuando la gente no cesa de maravillarse con los récords de Messi y Cristiano y con la desesperante omnipresencia de Barcelona y Real Madrid, que parece que el fútbol se inventó ayer y con estos únicos protagonistas, el caso es que a mí este deporte me aburre cada vez más (lo cual, siento ser tan incongruente con cuestiones ya arraigadas en el corazón, no implica que vea menos o siga menos a los míos). Pero, veréis, es que hay aspectos que echo de menos del fútbol de antes. Cosas que han cambiado, se supone que para mejorar el espectáculo o simplemente por comodidad y que a mí me aburren. No las quiero así. Quiero recuperar esto del fútbol de antes. 
Y lo primero que reclamo, llamadme quisquilloso si queréis, es que la foto del equipo se haga como está mandado, con los jugadores de abajo de cuclillas. ¿Qué demonios es eso de agacharse solo un poquito? De cuclillas, así es como hay que ponerse y no hay más discusión que valga. Porque así es como nos hemos puesto todos alguna vez en el colegio. Como nos hemos colocado en fotos de grupo de cualquier evento social pensando que, efectivamente, éramos el delantero centro de nuestro equipo. Qué chorrada, ¿verdad? Pues no, no lo es. Veo la forma en la que el equipo posa ahora para la foto y veo más desgana que otra cosa. Y si hay una foto que siempre me ha gustado tener de un partido de fútbol es la de su alineación. Así que si transmite desgana, mal vamos...
Otra cosa. Está muy bien esto del respeto y que se saluden todos antes de empezar, jugadores, árbitros y público y todo eso. ¿Pero qué tiene de malo que la gente pueda aplaudir a los suyos cuando saltan al terreno de juego y silbar al contrario? ¿Por qué nos han privado de esa posibilidad haciendo que todos salten a la vez y cumpliendo este absurdo ritual de darse la mano antes de empezar? ¿Qué le voy a desear al rival antes del partido? ¿Suerte? ¡Si lo que quiero es ganarle y, si puedo, macharcarle! Vamos a ver, los jugadores que se conocen y los que se llevan bien, se saludan antes de salir al campo. Los que quieran, se puede saludar después y cambiarse la camiseta si quieren. E incluso si hay razones para ello, que salgan juntos los que quieran. Pero yo echo de menos esos momentos en los que teníamos la capacidad de apabullar al rival desde el inicio con la ovación a los nuestros. O con una pitada monumental al rival si era uno que se la mereciese. Detesto la corrección política que nos han impuesto a todos.
Sigo. Las celebraciones absurdas. Vale, sí, hay algunas que pueden tener cierta gracia y que son marca de un jugador en concreto (¡ah, el bailecito del camerunés Roger Milla en el Mundial de 1990 sí que fue grande!). ¿Pero en serio se puede celebrar un gol tumbándose boca arriba y haciendo como que eres una cucachara dada la vuelta? ¿O emulando a un perro que orina sobre la línea de fondo? ¿O con los bailecitos de moda? ¿En serio? Si yo entiendo que cuando un jugador marca está deseando celebrarlo con los suyos, ¿pero no cansa ya un poco tanto beso al anillo, tanto corazoncito con las manos y tanto balón debajo de la camiseta para las mujeres/novias/parejas embarazadas? Cuando uno marca un gol, se vuelve loco. Corre, grita, salta, levanta el puño, se abraza a sus compañeros, pega una voltereta si sabe hacerla. Pero estos gestitos cada vez me parecen más artificiales y despegados del aficionado, que al final es quien de verdad celebra el gol en su corazón. Luego que hagan lo que quieran, pero primero hay que gritar, correr y saltar. Como se ha hecho toda la vida.
Y lo que más detesto de todo. El gilicorner. Cualquier entrenador me desmentirá, pero para mí hay cuatro formas de sacar un córner: al primer palo, al segundo, al centro del área o directamente a puerta, eso que se conoce como córner olímpico. Y punto. ¿Quién diantres inventó el gilicórner? ¿Quién pensó que es efectivo sacar un córner en corto a un jugador que está a medio metro? ¿Es que acaso no se dan cuenta de que el lanzamiento de un córner como está mandado es una de las acciones más plásticas y hermosas del fútbol? Tú junto al banderín, el resto de tus compañeros dentro del área, todo el equipo contrario defendiendo y toque de corneta en cuanto el balón vuela en dirección al lío. Que sí, que alguna vez se marca algún gol de gilicórner. ¿Pero cuántos se marcan cuando se pone un córner como se debe hacer? Docenas. Y qué golazos. Un buen cabezazo entrando desde atrás. Imparable. Y precioso.

Que sí, que luego hay muchas cosas bonitas en el fútbol moderno, mejoras que han funcionado y detalles que nunca podrán dejar de ser tan hermosos como lo eran cuando el fútbol nos alcanzó de lleno siendo niños. Pero, en serio, el fútbol que tenía estas cosas, el de los años 80 por ejemplo, era genial. Y estoy seguro de que el de antes también.

8 comentarios:

Teresa J. dijo...

Me encanta el futbol,pero para mi no hay nada màs disgustoso que ver a los jugadores festejando un gol de una manera que en vez de hacer gracia dan colera.Optimo post

El Impenitente dijo...

A mí lo de las celebraciones ensayadas también me pone malo.

De acuerdo en casi todo. Me gusta que los dos equipos salgan al campo juntos. Lo de que se den la mano me da igual. Y sí, que los futbolistas se comporten como futbolistas, no como iconos mediáticos.

Yo añadiría que los de megafonía vocalicen cuando nombran a los del equipo rival. Y que se dirijan a ellos por su nombre de guerra y no llamen García y Rodríguez a Raúl García y al Cebolla Rodríguez.

Y no hay mayor placer que el de que te saquen un gilicorner y, a la contra, marcar.

Doctora dijo...

A mí lo de las fotos y los saludos me da bastante igual y lo de las celebraciones tres cuartos de lo mismo.
No me gusta que se hagan celebraciones ofensivas, como esa de la cucaracha, la del perro o una que está más o menos bien vista y siempre me ha parecido un gesto de prepotencia, mandar callar al público. Ésa sí me repatea, pero vamos, no es lo normal, creo que la mayoría de los jugadores no hacen gestos ofensivos y eso del anillo y demás como que me da lo mismo.

Los corners así no molan, la verdad es que no sé por qué se han puesto tan de moda, el 99% de las veces acaba en nada, peeeeero...

El Impenitente dijo...

Dos cosas más. Echo de menos que las botas de los futbolistas sean negras y que la numeración de los jugadores que saltan al campo sean del uno al once. Y los árbitros, siempre de negro. por supuesto.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Teresa, muchas gracias. Lo de las celebraciones es que merece un estudio aparte...

Impenitente, del 1 al 11, sí señor. Y las botas negras, ¿cómo se me ha podido pasar eso...? Estoy de acuerdo en ese placer, pero es que estoy taaaan acostumbrado a ver esos contraataques contra los míos...

Doctora, sí, a mí siempre me ha parecido terrible lo de mandar callar al público, pero se aplaude cuando lo hace uno de los "nuestros". Debería hacer una plataforma pro-córners bien sacados...

Cé, en el fondo soy muy realista, no suelo idealizar ni dramatizar, pero la explicación es interesante. Habrá que pensar en ello...

Boris Descabezado dijo...

Yo tampoco entiendo lo de las fotos de equipo. ¿Es que les duelen las ingles? Y como celebración del gol, la mejor, la más auténtica, la más genuina, la más plástica, la que más encendía los corazones de la afición: Satrustegi en la Real de los ochenta, yendo a la grada y levantando el puño al cielo. Inmejorable.

Anónimo dijo...

Yo comparto la mayoría de ideas que se han expuesto. En concreto, me rallaba tanto lo de la foto de equipo "semiagachados" que he buscado en Internet alguien que opinara igual, por si yo era el único que veía eso tan ridículo.

Por supuesto, lo de las botas negras, que es un escándalo el colorido chillón que lucen y que daña a la vista.

El árbitro no veo mal que lleve un trozo de la camiseta que no sea negro total, pero sólo un poco y que no moleste.

Otra cosa son los cuellos de las camisetas. Algunas los llevan redondos, tan redondos que parecen estrangularte. Deberían terminar en pico, como siempre, y con la franja de los costados, como el polo abotonado.

Ni que decir tiene que los colores han de ir conjuntados. Nada más repelente que un equipo "todo naranja" o "todo amarillo" o como el Barcelona de la bandera catalana, realmente insoportable. Los pantalones, a ser posible, oscuros con camiseta clara, no blancos con camiseta negra, que parece que lleven calzoncillos. Si la camiseta es blanca y el pantalón blanco, que lleve franjas oscuras o rayas en los laterales.

En cuanto a los pantalones, esa moda "retro" de usar pantalones anchos como en los años 20, me parece insufrible. Pantalones normales, cortos, como los de toda la vida. En el balonmano femenino, las chicas todavía los llevan, y nadie les acusa de sexismo o de enseñar más de la cuenta, pues en el caso masculino, lo mismo. Y si alguien se escandaliza por algo tan ridículo, pues que se lo haga mirar.

Lo único que quizá no esté muy de acuerdo es en lo de saltar los equipos y lo de la bronca y los pitidos al rival. Quizá sea positivo de cara al juego limpio y un gesto hacia la grada. He visto muchos partidos en categoría regional y la verdad es que algunos parece que sólo vayan a insultar al campo para desahogarse.

Antonio Roldan dijo...

Lo de los jugadores en posición semiagachada es vergonzante y ridículo. Me gustaría conocer el origen de este absurdo cambio