jueves, agosto 02, 2012

Deportes olímpicos más allá de los Juegos: cuestión de valentía

No hay nada más grande que unos Juegos Olímpicos. Discúlpenme quienes no disfruten de este evento, que siempre pueden limitar mi afirmación vinculándola sólo al ámbito deportivo. Yo voy más lejos y lo coloco entre las grandes citas de la sociedad mundial, pero dejémoslo ahí, en que es lo más grande que hay en el deporte. Yo llevo ya una semana saltando de Teledeporte a La 1, mirando resultados en Internet, pensando en el calendario del día y disfrutando con todo lo que puedo. Tenis de mesa, judo, ciclismo, tiro, voley playa, piragüismo, baloncesto, balonmano, waterpolo... y fútbol. Sí, fútbol también. Ahora la cuestión que se debate es si el fútbol debe ser olímpico, pero es un debate artificial, alentado por el fracaso de la selección española en esta competición. Y el caso es que, una vez más, creo que equivocamos el debate y su enfoque.

Se equivocan quienes han disparado las valoraciones de fiasco español en Londres 2012 debido a la eliminación del combinado de fútbol. Se equivocan quienes quieren que todo gire en torno al fútbol y, todavía más concretamente, al Madrid y al Barça, incluso publicitando qué atletas de disciplinas que nada tienen que ver con este deporte siguen a uno u otro equipo. Los Juegos Olímpicos son mucho más que fútbol, e incluso los Juegos son al fútbol la competición menos importante que existe. Evidentemente, si la selección de fútbol hubiera arrasado en la primera fase, las cosas serían distintas. ¿Pero por qué no aprovechar este fracaso puntual, y ahora tan atípico en esta época de éxitos balompédicos, para relanzar el resto de deportes? Si no lo hacemos aprovechando el tirón de unos Juegos, ¿cuándo lo vamos a hacer?

Al final, como siempre se sospecha, muchas veces se dice pero casi nunca se corrobora ni se mantiene en el tiempo, es sólo una cuestión de valentía de quienes deciden qué vendernos. El deporte en España, todo menos el fútbol (si acaso el baloncesto y grandes figuras como Nadal o Alonso), es minoritario porque no recibe la atención de los medios de comunicación, en especial de la televisión. Pero cuando llegan unos Juegos, todos nos hacemos expertos en cuantiosas disciplinas... que no volveremos a ver en cuatro años. Y salen datos de audiencia de Londres 2012 que llaman la atención. Es verdad que dos de los tres eventos más vistos hasta ahora de estos Juegos han sido partidos de la selección española de fútbol, sólo por detrás de un previsible éxito de audiencia como es la ceremonia de inauguración. Pero los demás deportes, considerando el absoluto desconocimiento del común de los seguidores, se defienden con solvencia.

Seguro que a muchos les parece asombroso que un España - Corea de balonmano femenino disputado a las doce y cuarto de la mañana congregara a 873.000 personas delante del televisor, un 16,2 por ciento de la audiencia, que uno de los combates de judo de Sugoi Uriarte, celebrado a las 16.17 horas, llamara la atención de casi 1.900.000 espectadores, un 16,3 por ciento de share, o que el partido de voley playa masculino entre la pareja española que forman Pablo Herrera y Adrián Gavira y la norteamericana, jugado a las 22.25 horas, reuniera a casi un millón de personas en torno a la emisión de Teledeporte. A mí no me sorprende. Porque cuando a la gente le das algo interesante, emocionante, digno y de calidad, lo acaba aceptando. ¿Cuál es el problema? Que ninguno de nosotros veremos otras pruebas que no sean los Juegos Olímpicos de judo, balonmano femenino o voley playa. Y es que los medios no les prestan atención. No hay más.

Michael Phelps se convirtió en el atleta que más medallas ha conseguido en los Juegos Olímpicos, algo histórico y descomunal, y al día siguiente sólo uno de los cuatro diarios deportivos más vendidos de España convertía esa noticia en el tema más importante de su primera plana. Los mourinhos y vilanovas del fútbol tienen más importancia mediática, incluso cuando el fútbol no ha empezado todavía su competición oficial en España. Eso, indudablemente, es para hacérnoslo mirar. Porque luego llegan los Juegos y todo el mundo exige (no pide, exige) un carro de medallas. Evidentemente, hay de todo y en eso caben atletas que fracasan o que van de paseo. Pero yo, qué queréis que os diga, estoy orgullosísimo de gente que va a unos Juegos Olímpicos a dar todo lo que tiene, a luchar por unas medallas que no son fáciles de conseguir y representando a un país en el que el deporte, si no eres futbolista, no basta para vivir de su práctica. Son muchas horas de entrenamiento, son muchos sacrificios. Y eso merece, al menos, un respeto.

Yo a los atletas españoles les doy aún más que mi respeto. No es mucho, pero también les doy mi apoyo incondicional. Les ofrezco mi ilusión durante su competición. Les aseguro que empujo por ellos como si conociera sus trayectorias, sus capacidades y sus sufrimientos diarios. Y les garantizo que tengo ganas de que alguien les haga caso cuando todavía se está a tiempo de ayudarles a conseguir una medalla. No sólo para hacerse las fotos cuando ganan o para ponerles a parir cuando pierden. Porque eso es el deporte, ganar y perder. Y cuando se hace todo lo posible, y a veces incluso parte de lo imposible, a mí me da igual el resultado final. Pero sí quiero que seamos valientes de una vez y les prestemos la atención que su esfuerzo merece, más allá de esta ocasión especial que acontece cada cuatro años. Porque es eso, cuestión de valentía para prestarles atención.

3 comentarios:

Doctora dijo...

A mí es que para que me interese un deporte tiene que haber una pelota de por medio, y aún así... el balonmano, el tenis o el waterpolo como que no.
Y luego la natación, el ciclismo, las carreras y esas cosas pues me aburre verlas. Que tiene mérito y todo eso, pero como entretenimiento (que es como yo veo el deporte) pues...
Ahora, lo que dices de Phelps es fuerte, pero que gane una medalla una española y la portada del As sea para Mourinho es para mear y no echar gota.
Si en vez de ganar la medalla hubieran echado a Maialen Chourraut por doparse es portada tres días seguidos.

El Impenitente dijo...

Cierto, los deportes que no son el fútbol sólo son noticia por temas desagradables.

Por lo demás, los Juegos son una fiesta para disfrutar en cada instante. También se equivocan los que sólo miran el medallero. Los Juegos son deporte y competición. Es belleza en estado puro, haya competidores con la camiseta roja y amarilla o no.

Respecto al fútbol, sólo hay un espectáculo en el mundo igual o superior a unos Juegos Olímpicos y esos son los Mundiales de fútbol. En los Juegos están los mejores deportistas salvo los futbolistas. ¿Fútbol sí o fútbol no en los Juegos? Fútbol sí. Si está Phelps, si está Bolt, si está Federer, ¿dónde está Messi?

De todas formas ya sabes que a mí el deporte me pierde. El fútbol me gusta, pero no me ciega. Soy más del atletismo. Y del As y del Marca siempre empiezo a leer a partir de las páginas dedicadas al Madrid y al Barcelona, es decir, que me leo las últimas cuatro.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, bueno, creo que hay público para todo y que no todo el público disfruta con todo. El tema es que no se intenta. Y es verdad lo que dices, nos cebamos e lo malo y no pensamos ni en lo bueno... ni en la promoción para que en el futuro haya nuevos medallistas.

Impenitente, belleza en estado puro, totalmente de acuerdo. Si quieren un fútbol amateur (aunque no sé por qué lo querrían), que sea un sub-17 sin profesionales, no un sub-23, que a esa edad la gente ya ha ganado mundiales. Me acordé mucho de ti viendo a Bolt. Qué demonios, y en cada final de atletismo...