sábado, mayo 26, 2012

...y yo seré entonces una persona con ASO, ¿no...?

Si hay algo que me encanta cuando alguien mete la pata (queriendo o no), es esa curiosa habilidad que tenemos casi todos para empeorarlo cuando se intenta arreglar el desaguisado en cuestión. Resulta que el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, habló de curar a los homosexuales de no sé muy bien qué. La reacción de la gente en general fue de indignación, al ver que un obispo tachaba de enfermos a aquellos que tienen un comportamiento sexual, por lo visto, inaceptable. Y ahora sale el Obispado de Alcalá de Henares y saca una nota en la que para negar que Reig Pla llamara "enfermos" a los homosexuales, afirma que éste "ha manifestado reiteradamente su cariño, respeto y comprensión para las personas con AMS, así como su firme decisión de quererlas y ayudarlas a la luz del Magisterio de la Iglesia". ¿AMS? ¿Qué demonios es eso de la AMS?

Pues resulta que esas siglas se refieren a las personas con Atracción a las personas del Mismo Sexo. Con un par. Ahora resulta que necesitamos siglas para definirlos. Pues nada, si esta es la doctrina del Obispado de Alcalá de Henares, sólo cabe preguntarme si a mí, que no soy gay, se referirían como un ASO, es decir, una persona con Atracción a las personas del Sexo Opuesto. Yo iba a poner AOS (...del Otro Sexo), pero ayer me convencieron mis amigos que ASO suena mejor. Que al fin y al cabo se trata de eso, ¿no?, de que suene bien y estemos todos a gusto con la dichosa etiqueta. Y yo que pensaba que todos éramos criaturas de Dios... En el fondo hasta me repatea hablar de estos temas, porque al final siempre tengo la sensación de que le seguimos el juego a quienes crean las polémicas (sí, como lo de los silbidos de la Copa del Rey o tantas otras cosas...), pero también me da rabia no contestar a quienes tratan de aprovecharse de la gente para darse a conocer en estas polémicas, estudiadas campañas de marketing en tantas ocasiones.

Esa misma sensación de ser presa del marketing la he tenido esta semana con respecto al uso oportunista y descarado de la homosexualidad que han hecho las dos grandes editoriales de cómics americanas. Resulta que Marvel ha decidido, en el año 2012 nada menos, plasmar por primera vez una boda gay con uno de sus superhéroes como protagonistas. No es uno de los personajes punteros, pero uno tiene un recuerdo importante de Estrella del Norte de los Alpha Flight, el grupo canadiense por excelencia del Universo Marvel, que John Byrne escribió y dibujó en los años 80. La boda ya publicada será un hito, quién lo puede negar siendo la primera entre dos hombres, pero en el fondo veo más un intento de ganar dinero fácil más que un auténtico progreso social. Pero, claro, la cosa llega ya a nivel de enfado cuando veo la respuesta de la competencia. Resulta que el mismo día que Marvel publica el número en el que se produce la primera boda homosexual, DC anuncia que en breve revelará el nombre de un personaje puntero de su editorial que será reinventado como gay. Tranquilos todos, no es Batman. Ni Robin (Dr. Wertham, puede usted seguir en el olvido más merecido, no se preocupe por el tema).

Vale. Resulta que seguimos en el año 2012 y ser gay tiene que ser noticia. No creo que eso hable demasiado bien de la sociedad en la que vivimos. Como tampoco que a la gente le tengamos que poner etiquetas con siglas en función de su sexo, su orientación sexual, su ideología política, su equipo de fútbol, su lugar de nacimiento o cosas así para saber si está bien o mal lo que hacen. Ayer debió de ser un gran día para los creadores de las etiquetas y los fomentadores indiscriminados del odio. No creo que sea posible cruzar más insultos en las redes sociales entre independistas, nacionalistas, vascos, catalanes, españoles, españolistas (que no es lo mismo), fascistas, rojos, franquistas, futboleros, afutboleros, madrileños y demás enseres. Que sigan disfrutando con esa forma de vivir la vida, siempre generando crispación, enfrentamiento y violencia. Yo paso y, aunque los demás griten más y tengan mejores altavoces, seguiré defendiendo la libertad de pensamiento mientras no sea un elemento que dañe a los demás.

4 comentarios:

El Impenitente dijo...

La tiranía de lo políticamente correcto. Las sensibilidades, que significa lo mismo que tener derecho a escandalizarte a la mínima. Estoy contigo: falta sentido común y, sobre todo, sentido del humor. Y lo de siempre, respeto y educación. Trata a los demás como te gusta que te traten a ti. Respeta a los demás como te gusta que te respeten a ti. No es tan difícil. Parece imposible.

Juan Rodríguez Millán dijo...

C., fíjate que a mí ya me empieza a dar igual que abren su mente. Que la cierren lo que quieran. Pero que no hablen a quienes no queremos escucharles como si fuéramos los malos de la película. Yo no les digo cómo vivir su vida.

Impenitente, qué mal me ha sonado siempre lo políticamente correcto... Y sí que parece imposible, sí... Qué pena...

Lola dijo...

Siento verguenza ajena cuando oigo cosas como esta.
Hace poco me regalaron un libro en que se decía que la homosexualidad es una enfermedad que se puede curar. No entiendo que todavía en el siglo XXI existan personas que se traguen estas cosas.
Verguenz ajena, de verdad.
Un abrazo Lola

Elena A. dijo...

Como dice el dicho :"Callado se defiende mejor",y es que a veces por tratar de enmendar algo se empeoran las cosas.Un abrazo.Elena A.