domingo, diciembre 11, 2011

Elvis Costello y el precio de la cultura

Aquí, Elvis Costello. Tiene nuevo disco, The Return of the Spectacular Spinning Songbook. Edición limitada, por cierto. Son tres discos que recogen un concierto del artista, acompañados por un libro de tapa dura. Y cuesta 232 euros. Nada más y nada menos que 232 euros. La cuarta parte de un sueldo mensual mileurista. Es decir, que hay que tener mucha ilusión en ese producto para poder pagarlo. Hace unos días, fue noticia que Elvis Costello había recomendado a sus seguidores que no compraran el disco por su elevado precio. Decía que había intentado por todos los medios que costara menos y, al no conseguirlo, no dudaba en proponerle a sus fans que, en lugar del producto que lleva su nombre, compraran Ambassador of Jazz, una caja con diez discos de Louis Armstrong, "francamente mejor" que él como músico en sus propias palabras y cuyo producto cuesta menos de la mitad, 112 euros.

Sobra decir que desde que tuve noticia de esas declaraciones Elvis Costello se ha ganado un hueco en mi panteón de ídolos díscolos, aunque lamento que noticias como ésta no generen el debate que cada vez veo más necesario. Cuando se habla del precio de la cultura, se tiende a reducir la discusión a la piratería. Es la solución a todos los males y la explicación a todos los problemas. Y no es así. Sólo con las palabras de Costello se puede comprobar que no es así. No está pidiendo a la gente que se descargue su disco y pase indiscriminadamente su libro por el escáner, que suban los archivos a una web de descargas y que distribuyan enlaces por Internet. Está pidiendo que destinen el dinero que ganan con su trabajo a otro producto de la competencia que cuesta más de cien euros, que ya es una cantidad considerable de dinero. Así que por piratería no es.

Sigo pensando que el arte y la cultura son bienes preciados de la humanidad. Por supuesto, quienes se dedican a estas tareas tienen que ganar dinero con su trabajo, como todo el mundo, y eso también forma parte de mis convicciones. Pero sigo pensando que el problema está en la propia industria. La única solución que se ofrece a tiempos de crisis es subir los precios. Creen que así van a ganar menos dinero o, al menos, minimizar sus pérdidas. Y yo estoy convencido de lo contrario. Creo firmemente que un precio más asequible ayuda a conseguir compradores, a que el boca a boca triunfe también para ellos. Creo que hay mucha gente que se aprovecha del trabajo de los verdaderos artistas para sacar tajada sin merecerlo y la única forma de que tanta gente coma del pastel es penalizar al consumidor. Se le penaliza con la entrada de cine, con la compra del DVD, Blu-Ray o CD, con el pase a un museo, con la entrada a un concierto. Se le ponen trabas, impuestos y cánones. Pero nunca se le suele dar más por la mayor cantidad dinero que paga.

Cada vez que escucho frases como las de Elvis Costello tengo la sensación de que algo puede moverse en este inmovilista mercado de la cultura. Pero luego veo que no. Que los medios no analizan esta cuestión. Que no se detienen a ver qué nos están ofreciendo por nuestro dinero. Que no nos dicen quién se enriquece cuando nosotros queremos premiar el buen trabajo de un artista. Se quedan en la anécdota, en la frase lapidaria, en el titular, y nunca hay más. Y la industria, que no los artistas, se frota las manos. Con culpar a la piratería, tenemos suficiente. La cultura tiene precio, tiene que tenerlo, ¿pero es el que nos están cobrando? ¿No estamos así matando a la cultura con más desprecio que quienes optan por el todo gratis? Ese es el debate que me gustaría que se produjera. Pero nunca se produce porque siquiera insinuarlo pone a todo el mundo a la defensiva. ¿Por qué? Ni idea. Pero así nos va.

2 comentarios:

Camilo dijo...

Las palabras de Elvis Costello sólo son palabras de Elvis Costello. Si hay una compañía de gas que ofrece precios abusivos se trata de una compañía de gas y no el total de las compañías energéticas. Y por la aparición de esa cara compañía de gas a nadie se le ocurre dejar de pagar a la suya como protesta. En el mundo de la cultura se suele coger la parte por el todo y se hace así para justificar un delito que está al alcance de todos y que es muy difícil de perseguir. La cultura hay que defenderla con mayores esfuerzos y la mejor disposición, sin tomar cualquier ejemplo de mal uso como símbiolo de un abuso generalizado. Comparado con cualquier otro ámbito del mercado, el musical a mí me parece de los más económicos. Aunque más económico es no pagar nada, claro.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Petrarca, no tiene nada que ver con lo de no pagar nada, ni estoy defendiendo delitos, ni estoy cogiendo la parte por el todo. Lo de Elvis Costello es un ejemplo, cuyo uso me parece lícito para exponer un punto de vista. Y no es, ni mucho menos, el único que ha alzado su voz en contra del sistema actual. Otros cuelgan sus discos en Internet, otras han empezado a distribuir sus discos, otros ganan dinero con sus conciertos y otros, sí, hablan como Elvis Costelo. Tú piensas que la cultura es uno de los terrenos del mercado más económicos, y yo no lo creo. Ya está, no es grave. Ya sabes que incluso pienso que la discrepancia es buena.