viernes, diciembre 10, 2010
Presuntamente
El dopaje es una de esas cosas que jamás me entrarán en la cabeza, por muchas operaciones que se desaten, por mucha gente que se detenga y por muchos mitos que se derrumben. Imagino que cuando eres un deportista de élite y estás tan cerca de la gloria, tiene que ser duro ver que te falta un peldaño para alcanzarla. Imagino. Tengo que imaginarlo, porque es la única forma que tengo de entenderlo. Nadie te obliga a ser deportista en esta vida (tampoco controlador aéreo, por cierto). Y sé que es muy difícil dedicarse al deporte, especialmente a deportes minoritarios que no tienen la gran atención mediática y de las grandes marcas patrocinadoras. Sé que es complicado entregar tus mejores años a la práctica deportiva y rebasar la treintena y darte cuenta de que en realidad no tienes mucha base sobre la que vivir el resto de tu vida. Pero no le encuentro justificación.
Somos muchos los que vemos las hazañas deportivas suspirando por haber estado ahí algún día. Por haber mirado a una grada repleta de gente que trata de inmortalizar con sus cámaras y sus flashes tu momento de gloria. Que te vitorea, que te aplaude. Que incluso te idolatra. No creo que se pueda describir con palabras la sensación que te deja un triunfo deportivo, porque todos, de niños o de adultos, hemos tenido ese partido o esa carrera que no olvidaremos, por mucho que no nos reportara más que un trofeo de latón comprado en la tienda de deportes del barrio o incluso un simple momento de satisfacción personal sin más. No sé si los atletas que se dopan son consciente de cuánta decepción provocan y en cuántas personas diferentes cuando se descubre que no era sólo ese atleta y por sus méritos el que estaba consiguiendo iluminar nuestros sueños. No sé si se arriesgarían a meterse esas drogas en sus cuerpos si pudieran ver las caras desencajadas de quienes una vez celebramos sus triunfos como propios.
Pero para mí hay algo peor que esos deportistas que se dopan para alcanzar la gloria. Para mí es peor quien se enriquece con ese negocio aunque no haya probado jamás una de esas drogas. Quien comercia con esos sueños e ilusiones de la gente. Quien se aprovecha de las debilidades humanas. Quien nos hace pensar que ojalá sea todo un error de las fuerzas de seguridad que les han pillado, que seguro que el juicio acaba demostrando su inocencia.
Ahora estoy hundido. Marta, me has hundido.
Presuntamente.
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13 comentarios:
¿Por qué, Marta? ¿Por qué?
No lo entiendo. De verdad que no lo puedo entender.
Y yo por Marta hubiese puesto la mano en el fuego. ¿En quién vamos a creer ahora? El daño es enorme.
Estoy completamente alucinada con este asunto, e incómoda por todas las razones que expones en el post.
¡Qué lástima! No me cabe en la cabeza que esta mujer esté implicada!
Verlo para creerlo!
Yo entiendo que estés disgustado,pero francamente a mí ya no me sorprende nada,estoy totalmente convencida de que todos los deportistas profesionales consumen o han consumido alguna vez sustancias dopantes.
Es posible que me equivoque,pero este tipo de noticias me reafirman.
El problema, Juan, es que para nosotros, los aficionados, el deporte es eso, un juego; para los deportistas profesionales es una forma de ganarse la vida y de colmar su ambición, y como en todas las profesiones, siempre hay tramposos. El atleta que se dopa es como el empresario que defrauda a Hacienda o el broker que especula ilícitamente en la Bolsa: no les importan los medios utilizados siempre que conduzcan al fin deseado.
Si se confirma lo de Marta Domínguez será una gran decepción y un daño irreparable para el atletismo en España, pero esta operación no nos debe sorprender. Desde hace unas semanas ya está vigente la última reforma del Código Penal, que recoge estos delitos, y me temo que nos vamos a encontrar con este tipo de noticias más habitualmente. No me extrañaría, por cierto, que dentro de no mucho tiempo veamos operaciones policiales contra el amaño de partidos...
Me quedé estupefacta cuando lo oí y quiero pensar que será una equivocación, porque de verdad, si esto fuera cierto, el ejemplo sería pernicioso para esa juventud que admiraba a Marta. Un abrazo Lola
Creo que a todos se nos ha caido un mito, y lo peor de todo es que nos predispone a no sorprendernos por lo que pudiera venir, y eso da verdadero pánico.
Supongo que es dificil de pensar cuando estás en el meollo, pero a lo mejor es mas grande quedarse en ese segundo escaloncito, sabiendo que lo has dado todo y con la admiración de la gente, que haberlo subido, alcanzar la gloria un momento para finalmente caerte de culo y definitivamente sin nadie a tu lado.
¡Que pena!
Un abrazo
Vengo del blog de Lola y de casualidad he llegado aquí...
La verdad es que es muy fuerte todo este tema. Yo sólo pienso en la persona que se quedó en el podio en la segunda posición, por mucho que ahora arreglen el tema de las clasificaciones, esa persona no habrá podido celebrar tal y como se merecía un triunfo.
He oído a gente que trata de justificar tanto a Marta Domínguez como a Contador -ambos presuntamente- diciendo que casi todos se dopan... no sé. A los que lo justifican yo les respondo "o todos o ninguno". Si han hecho trampas es difícil la justificación. Coincido con glutoniana respecto a aquél que quedó en segunto puesto bajo un ganador que se dopó...
Besos.
Al hilo del tema de esta entrada, te pongo un enlace a un interesante análisis del dopaje en España:
http://blogs.antena3.com/territorionegro/entry/espa%C3%B1a_medalla_de_oro_en
Impenitente, sabía que de entre todas las personas a las que conozco a ti sería a quien más le habría afectado este asunto. Enorme es poco para calificar el daño que esto hace. Y ojo, que puede ser peor.
Jo, pues ya somos dos. La vida no deja de sorprendernos. Por eso es tan difícil tener fe ciega en los héroes de hoy en día.
Doctora, sorprenderme lo que es sorprenderme ya poco hay que pueda hacerlo. Es, como dices, más disgusto que sorpresa. Por quién es y por lo que representa. Yo quiero pensar que todavía quedan deportistas. Aunque lo mismo peco de ingenuo.
C.C.Buxter, pues sí, tienes toda la razón. Pero además de deportistas son símbolos. Y simbolos populares, encima. No sé hasta qué punto les compensa que durante el resto de sus vidas la gente les pueda señalar con desprecio por la calle. Porque eso es lo que yo haría con un deportista dopado o con alguien que trafique con los esfuerzos de otros. Lo de actuar contra el amaño de partidos no me lo creo. En absoluto. En eso sí que no soy ingenuo. Más claro de lo que lo han tenido ya, no se puede decir. Y no han hecho nada.
Y muy interesante el enlace que pones, pero me da rabia que todo esto se diga, salga, se publique, después de uqe haya un caso de estos. ¿Por qué antes no? ¿Por qué tenemos tanto miedo a publicar noticias cuando pueden servir para algo?
Lola, yo habría dudado si me hubieran dicho simplemente ("simplemente", qué ironía) que se ha dopado. Pero de lo que se le acusa imagino que no se acusa a la ligera. A ver qué va pasando...
José Vte., a todos, sin duda, porque creo que pocos deportistas suscitaban tanto cariño como Marta. Ahora hay sorpresa y hay duda. A ver cómo acaba.
Glutoniana, pues ante todo, bienvenida, un placer tenerte por aquí. Pues tienes toda la razón, porque si hay algo en el deporte absolutamente inigualable es el instante es que te sabes campeón. Eso no te lo devuelve nadie, por muchos trofeos o medallas que te quieran dar después.
Claire, a mí que casi todos hagan algo mal no me sirve de consuelo. Es más, me parece un agravante. Porque ahora parece que lo sabían todos, se firman manifiestos, todos conocían al doctor tal que traficaba con sustancias... pero nadie dijo nada. Curioso. Basta ya de trampas y de saltarnos las leyes que nos apetece. En el deporte y en la vida.
Juan, el problema está en que a muchos no los pillan nunca, aunque en su mundillo pueda ser un secreto a voces. Y si ves que a los que hacen trampa no les pasa nada, ¿por qué no intentarlo tú?
A ver si se confirma o desmiente y la prensa se hace eco. Yo no me lo puedo creer. No sigo mucho el atletismo, pero también hubiese puesto la mano en el fuego por Marta Domínguez. Sería un gran palo, pero yo sigo esperando que no sea cierto.
A ver si se confirma o desmiente y la prensa se hace eco. Yo no me lo puedo creer. No sigo mucho el atletismo, pero también hubiese puesto la mano en el fuego por Marta Domínguez. Sería un gran palo, pero yo sigo esperando que no sea cierto.
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